Texto: Carmen Vázquez-Vigo
Ilustración: Jesús Gabán
Editorial SM
Colección Barco de Vapor. Serie Blanca
ISBN 9788434820401
64 páginas, (+6 años)
1986.
Por
José R. Cortés Criado.
Otro
clásico de la Literatura Infantil que perdura en el tiempo y sigue
gustando tanto cono el primer día de su publicación. Yo no me canso
de leerlo y comentarlo.
La
sencillez de la trama, la habilidad de Carmen Vázquez-Vigo para
contar y la hermosura de las ilustraciones hacen de este libro un
magnífico ejemplar. Y
es que con educación y pidiendo las cosas por favor se consigue más
que alardeando y fanfarroneando, y si no que se lo pregunten a los
habitantes de Congolandia.
En
ese reino, el de León I, se vive muy bien, todos los animales son
felices y viven en amor y compaña hasta que aparece por el
territorio un tigre que amedrentó a todos. La felicidad desapareció;
la hija de elefante lo vio y dejó de barritar del susto. Ni decir
tiene que ya ningún animal del reino volvió a vivir
tranquilo.
León
I convocó a sus vecinos para buscar la decisión adecuada y pidió
voluntarios para espantar al intruso y ninguno dio un paso al frente,
así que su hijo Leoncín, que ni siquiera sabía rugir, se ofreció
voluntario, y para no ser menos, se sumaron el elefante, la serpiente
y el leopardo.
Los
cuatro volvieron con el rabo entre las patas: el león sin la borla
de su cola, la serpiente sin media piel, el leopardo cojo y el
elefante sin poder usar su trompa. Marcharon orgullosos y ufanos y
regresaron cabizbajos y mustios.
Como
todos los habitantes temblaban atemorizados, se ofreció la gacela
para mediar ante el tigre, los demás se rieron. ¿Cómo pensaba ese
animal tan indefenso, sin garras, sin fuerza, sin colmillos, sin
veneno sin...que iba a vencer al fiero visitante?
Todos
temían su muerte, pensaban que sería eliminada en un pispás y
nadie salía de su asombro cuando la vieron parlamentar con la fiera
tranquilamente. Al moverse esta, todos pensaron que iba a comérsela,
pero algo le dijo al oído la gacela, que el tigre se puso a caminar
tras ella camino de Congolandia.
Al
final todos volvieron a vivir tranquilamente, no hay nada como la camaradería y las buenas maneras para cambiar las cosas, y es que nadie
pensó en ofrecer su amistad al pobre animal que vivía solo y
asustado a pesar de su fiero aspecto.
La
lección que los pequeños lectores sacarán de este libro es que la
buena educación y la capacidad de dialogar obran milagros entre las
personas, porque la empatía, el valor de la palabra, la amistad y
las buenas maneras son fundamentales para una convivencia en armonía
con los demás.
Si
maravilloso es el texto, de semejante calidad son las ilustraciones
de Jesús Gabán, conformando letras y dibujos un libro mágico,
donde la alegría de las palabras se ven complementadas con esos
encantadores animales personificados, bien sea el rey con su chaqué
y corona, la elefantita con su lazo rosa en la frente, el leopardo
con sus hermoso ojos verdes o las largas pestañas de la estilizada y
elegante gacela.
Magnífico
libro ilustrado que forma parte de muchísimas bibliotecas desde su
primera edición en septiembre de 1986 y no deja de ser leído.
La
editorial SM ofrece en su página web un cuaderno de actividades para
los maestros que deseen trabajar el libro en clase.
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