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lunes, 27 de agosto de 2018

"Cerote, el rey del gallinero" de Alfredo Gómez Cerdá


Cerote, el rey del gallinero

Texto: Alfredo Gómez Cerdá 

Ilustración: Jesús Gabán Bravo

Colección Barco de Vapor. Serie Azul

ISBN 9788434877283

128 páginas, (+ 7 años) 2001.



Por José R. Cortés Criado.

Alfredo Gómez Cerdá recurre a la ironía para defender la vida de los animales salvajes ante el progreso del ser humano y encarna al defensor de la vida en libertad en la figura de un pacífico rinoceronte. 

Cerote es un rinoceronte como otro cualquiera, que vive solo, atemorizado, porque el hombre lo quiere cazar para arrancarle su cuerno. Cierto día vio una estupenda granja donde vivían numerosos animales que eran cuidados por sus amos, que también cultivan las tierras cercanas.

Pensó en lo bien que vivían esos animales sin preocuparse por buscar la comida, en sus corrales, y sintió envida; así que se ofreció al señor Motolumakoré y a la señora Lumakaremoto como guardián de su granja.

Al principio causó sorpresa, estupefacción, incluso disgusto entre los habitantes de la granja y los vecinos del entorno, pero como cumplía bien su cometido todos estaban contentos. Desde los dueños hasta el último animal.

Así espantó una noche una manada de leones, otra un guepardo, otra unas hienas, otra unos monos...todos se sorprendían de semejante guardián, le echaban en cara su condición de animal salvaje y su poca estima al convertirse en un guarda, y como le dijo el león, se convirtió en el rey del gallinero. 

Ese problema le preocupaba, sopesaba su condición de animal salvaje y libre y siempre encontraba una justificación para seguir siendo uno más de la granja, sobre todo desde que se siente querido, lo alaban por su labor y le hacen regalos, desde una bañera con hidromasajes hasta una corona dorada.

Cierta noche se compadeció de un leoncito hambriento y lo dejó comer dos gallinas de la granja para que pudiera sobrevivir; este hecho molestó a todos los animales incluso a los amos, este hecho le hizo reflexionar sobre las palabras del león: Rey del gallinero.

Al fin comprende que los hombres se preocupan de su progreso y bienestar pero no del de los animales salvajes y libres y decide emprender una nueva vida en libertad enfrentándose a los peligros de la sabana antes de seguir siendo un animal domesticado.

El cartel que pidió Cerote a los niños de la casa que escribiesen como despedida fue: "Antes de que existieran los seres humanos, los animales salvajes ya estábamos aquí", texto que resume el mensaje del libro.

Gómez Cerdá hace gala de su buen estilo para llevarnos a una granja africana donde conviven multitud de animales en amor y compaña bajo la custodia de una familia preocupada por su bienestar y el de sus descendientes, sin querer saber nada del resto de los animales que viven en libertad en esa zona.

La libertad como bandera es reivindicada por el escritor en estas páginas, donde de forma sencilla se muestra como es la vida de los animales presos en sus jaulas y como debería ser para ser libres.

Buen libro que gusta a los pequeños lectores, como demuestra el hecho de llevar quince ediciones desde su publicación en 2001.

El libro tiene muy buenas ilustraciones a todo color de Jesús Gabán que nos muestra un majestuoso Cerote coronado junto a los demás animales de la granja, ya sea el avestruz, las gallinas o los miembros de la familia granjera.

Si quieres conocer más libros de Alfredo Gómez Cerdá pincha aquí.

Si quieres conocer otros libros ilustrados por Jesús Gabán pincha aquí. 



domingo, 19 de agosto de 2018

"La fuerza de la gacela" de Carmen Vázquez-Vigo

La fuerza de la gacela
Texto: Carmen Vázquez-Vigo
Ilustración: Jesús Gabán
Editorial SM
Colección Barco de Vapor. Serie Blanca
ISBN 9788434820401
64 páginas, (+6 años)
1986.



Por José R. Cortés Criado.



Otro clásico de la Literatura Infantil que perdura en el tiempo y sigue gustando tanto cono el primer día de su publicación. Yo no me canso de leerlo y comentarlo.

La sencillez de la trama, la habilidad de Carmen Vázquez-Vigo para contar y la hermosura de las ilustraciones hacen de este libro un magnífico ejemplar. Y es que con educación y pidiendo las cosas por favor se consigue más que alardeando y fanfarroneando, y si no que se lo pregunten a los habitantes de Congolandia.

En ese reino, el de León I, se vive muy bien, todos los animales son felices y viven en amor y compaña hasta que aparece por el territorio un tigre que amedrentó a todos. La felicidad desapareció; la hija de elefante lo vio y dejó de barritar del susto. Ni decir tiene que ya ningún animal del reino volvió a vivir tranquilo. 

León I convocó a sus vecinos para buscar la decisión adecuada y pidió voluntarios para espantar al intruso y ninguno dio un paso al frente, así que su hijo Leoncín, que ni siquiera sabía rugir, se ofreció voluntario, y para no ser menos, se sumaron el elefante, la serpiente y el leopardo.

Los cuatro volvieron con el rabo entre las patas: el león sin la borla de su cola, la serpiente sin media piel, el leopardo cojo y el elefante sin poder usar su trompa. Marcharon orgullosos y ufanos y regresaron cabizbajos y mustios.

Como todos los habitantes temblaban atemorizados, se ofreció la gacela para mediar ante el tigre, los demás se rieron. ¿Cómo pensaba ese animal tan indefenso, sin garras, sin fuerza, sin colmillos, sin veneno sin...que iba a vencer al fiero visitante?

Todos temían su muerte, pensaban que sería eliminada en un pispás y nadie salía de su asombro cuando la vieron parlamentar con la fiera tranquilamente. Al moverse esta, todos pensaron que iba a comérsela, pero algo le dijo al oído la gacela, que el tigre se puso a caminar tras ella camino de Congolandia.

Al final todos volvieron a vivir tranquilamente, no hay nada como la camaradería y las buenas maneras para cambiar las cosas, y es que nadie pensó en ofrecer su amistad al pobre animal que vivía solo y asustado a pesar de su fiero aspecto.

La lección que los pequeños lectores sacarán de este libro es que la buena educación y la capacidad de dialogar obran milagros entre las personas, porque la empatía, el valor de la palabra, la amistad y las buenas maneras son fundamentales para una convivencia en armonía con los demás.

Si maravilloso es el texto, de semejante calidad son las ilustraciones de Jesús Gabán, conformando letras y dibujos un libro mágico, donde la alegría de las palabras se ven complementadas con esos encantadores animales personificados, bien sea el rey con su chaqué y corona, la elefantita con su lazo rosa en la frente, el leopardo con sus hermoso ojos verdes o las largas pestañas de la estilizada y elegante gacela.

Magnífico libro ilustrado que forma parte de muchísimas bibliotecas desde su primera edición en septiembre de 1986 y no deja de ser leído.

La editorial SM ofrece en su página web un cuaderno de actividades para los maestros que deseen trabajar el libro en clase.




jueves, 28 de julio de 2016

Tres cuentos de hadas de Gustavo Martín Garzo

Tres cuentos de hadas

Texto: Gustavo Martín Garzo

Ilustraciones: Jesús Gabán

Editorial Siruela

Colección Las Tres Edades

rústica, 136 páginas

145 x 215 mm.

2016.




Por José R. Cortés Criado.

Martín Garzo hace uso de su sabiduría y de su magia para zambullirnos en un mundo mágico de hadas y seres especiales que te atrapan desde la primera línea del relato.
El escritor tiene la habilidad de llevarnos a ese tiempo y ese mundo donde el ser humano convivía con seres fantásticos y sobrenaturales; en ese espacio era habitual encontrar bosques llenos de plantas, pájaros, dragones, hadas, elfos, trasgos, gnomos… y niñas con habilidades especiales.

Esas niñas son las verdaderas protagonistas de estas tres historias con hadas, pájaros y dragones como elementos especiales del relato, cuyos títulos son: "El vuelo del ruiseñor", "El hada que quería ser niña" y "El príncipe amado". 

La primera historia narra la vida de una niña que salvó a un ruiseñor cuando niña y el compromiso de por vida que adopta el pájaro para con ella; el segundo se ocupa del destino de un hada que decide suplantar a una niña para poder disfrutar de los sentimientos y pasiones que viven las personas; en la tercera una niña es protagonista pero el papel fundamental lo toma un dragón y su descendencia.

Son tres bellas historias contadas con suma pericia que trasportan al lector a un mundo donde lo natural y lo sobrenatural es común y se vive con suma naturalidad. Nada desentona, nada altera el relato, nada hace pensar que son historias increíbles.

Las leyendas están contadas en primera persona por el narrador que se dirige a un grupo de niños que le piden que les cuente un cuento, él se hace un poco de rogar y paso a paso va creando la atmósfera mágica donde todo es posible y el público termina entregado al relato oral.

Como escribe Martín Garzo, a las hadas les gustan más que “las lágrimas el alma de la gente, especialmente de los niños”, que antes “los hombres podían entender la lengua de los pájaros” pero que poco a poco han ido olvidando y que “a los dragones les gustan las muchachas a rabiar, y a éstas les pasa lo mismo con los dragones”, por todo ello no es extraño que un pájaro vuele hasta otro continente en busca del remedio para curar a una niña enferma, que un hada sea una niña eternamente o que un dragón tenga descendencia con una mujer tras unirse la sangre de ambos.

Un buen libro que hará pasar un rato muy agradable a los jóvenes lectores ávidos de fantasía, aunque todo se presenta como verosímil, dado que son los recuerdos que el narrador recupera para su auditorio.