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lunes, 10 de junio de 2024

"Los libros y la belleza. Somos animales poéticos" de Michèle Petit

Los libros y la belleza. Somos animales poéticos

Texto: Michèle Petit

Editorial Kalandraka

ISBN: 978-84-1343-256-4

150 x 215 mm, 216 páginas

16 €, 2024.

 

Por José R. Cortes Criado.

 

“Quizás seamos, ante todo, animales poéticos, ya que los seres humanos han estado creando obras de arte desde hace más de cuarenta mil años.” Michèle Petit: Los libros y la belleza. Somos animales poéticos.

La antropóloga e investigadora Michèle Petit trabaja desde 1992 sobre la lectura y la relación de los jóvenes con los libros, haciendo hincapié en el análisis de la experiencia lectora. Desde 2005 centró sus análisis en los lugares de conflictos armados, comunidades empobrecidas y migraciones forzosas.

Petit habla y escucha. Lee y escribe. Convierte a sus lectores, sus interlocutores y sus contadores en cómplices de su sabiduría. Nos lleva, con un lenguaje sencillo y numerosas citas ilustrativas a reafirmarnos que los seres humanos somos animales poéticos. 

La obra comienza tratando del infierno, el arte, los libros y la belleza. Nos muestra cómo muchos autores transforman los horrores de una guerra en arte, de cómo esa obra es un antídoto contra el dolor y reivindica el derecho a la belleza, a crearla y a recibirla.

Otro apartado se ocupa de las palabras habituales y de las que no lo son. Nos lleva a reflexionar sobre esos mundos invisibles que pueden hacer habitables el mundo real. Se refiere a esos cantos, leyendas, rimas, historias que todos los pueblos atesoran y pueden ser útiles para facilitar la integración de personas migrantes.

El siguiente se ocupa de los paisajes de los que estamos hechos. Analiza la capacidad para encontrarnos en espacios imaginados que nos sirvan de refugio, ya que nuestras almas son depredadoras de paisajes.

Hay un apartado titulado “somos la materia de la que están hechos los sueños”. Reivindica la cultura y el sueño cotidiano de la humanidad frente a la locura destructiva de la razón como los mejores caminos para redescubrir nuestros sueños.

También se ocupa de las nuevas formas de organizar las bibliotecas abiertas a todos, porque toda persona tiene una historia que contar y de una forma singular. Deben ser la casa del pensamiento donde lo útil y lo agradable vayan de la mano.

Por último, se ocupa de la lectura o no lectura en tiempos de pandemia. Cada persona reacciona de un modo particular. Hubo quien encontró ventanas abiertas lejos de la lectura, quien no era capaz de concentrarse ante un libro y quien tuvo más hambre de lectura.

De la capacidad de recrear imágenes o no al leer, de la importancia de valorar las culturas originarias de poblaciones que han sido ocultadas o intentado eliminarlas, de su fuerza para abrir las mentes de los migrantes a la nueva cultura de acogida, de recuperar sueños olvidados y de disfrutar con las historias que conforman nuestras personalidades se ocupa este libro que ha de leerse con sosiego y reflexión. 

Sin duda, es una reflexión imprescindible sobre la importancia del arte y la literatura, de la belleza como hecho fundamental y de la necesidad de lo “inútil”. 

sábado, 9 de diciembre de 2017

Leer contra la nada de Antonio Basanta


Leer contra la nada

Texto: Antonio Basanta


Colección Biblioteca de Ensayo

ISBN 978-84-17151-40-9 

105 x 150 mm, 196 páginas

12,95 €, 2017.



Por José R. Cortés Criado.


¡Qué pena que se me acabó el libro! He tardado más de la habitual en la lectura de este ensayo de Antonio Basanta por el placer de alargar su lectura y reflexionar sobre lo vertido en sus páginas.

Recomiendo su lectura sosegada para poder relacionar sus reflexiones con las nuestras y así poder obtener un mayor aprendizaje de esta lucha contra la nada.

El autor comienza con un íncipit para situar al lector ante su idea sobre el tema: “Nada encuentro en mi vida más decisivo que leer”, y a partir de aquí va desgajando sus pensamientos agrupados en apartados con los títulos siguientes: La pasión de leer, el ADN de la lectura, El cerebro lector, En el principio era el Verbo…, Cuentas que son cuentos, Del lagar a la nube, Regreso al futuro, La sociedad lectora, La rebelión del lector, Palabras en el margen y Libros de compañía. Bibliografía.

Sin saber que al final de libro recomendaba a los lectores escribir al margen de su libro, yo fui subrayando ideas, marcando palabras y escribiendo en un cuaderno lo que se me ocurría respecto a sus exposiciones; así que le hice caso sin saberlo y me alegro.
Cuando Basanta afirma que la primera biblioteca que conoció fue su madre, yo pensé que en mi caso fue mi padre y que es cierto el afirmar que la primera biblioteca es la casa familiar y sus historias.

Comparto con él muchas de sus estimaciones sobre el tema de la lectura, como que un libro ha de crear inquietud en el lector para provocar el aprendizaje, que tras su lectura somos un poco más sabio, que la lengua es decir, dialogar, conversar, exponer, que la literatura es leer, escuchar, escribir y que leer es sobre todo un acto de emancipación.

Sus pensamientos se mezclan con otros de Margarita Yourcenar, Saint-Exupéry, Blas de Otero, León Felipe, Félix de Azúa, Maryanne Wolf, Violeta Parra, Daniel Cassany, Agnès Desarthe y otros muchos eruditos que le facilitaron la comprensión de nuestra sociedad, nuestra mente y nuestra forma de aprender a leer y actualizar nuestro cerebro a los cambios evolutivos en el proceso de enseñanza aprendizaje desde que le hombre es hombre.

Y es que siempre nos “queda la palabra”, a pesar de que “las cosas no son como la vemos, sino como las recordamos” y que “no nacimos para leer” pero “inventamos la lectura” y es que “nadie ha podido pasar sin ser lector por este mundo” y sabemos que leer “es uno de los pocos actos soberanos que aún nos quedan”; por ello debemos dar gracias a la vida  que “me ha dado el sonido y el abecedario” y he podido aprender, sabiendo que “solo se aprende lo que se ama” y que todos hemos de asumir que “saber leer, poder leer, querer leer es el lema que ha de guiar nuestra labor” y que debemos leer “contra el pensamiento único, las verdades impuestas, el falso conocimiento, el academicismos elitista y pretencioso y contra el avance imparable de la nada, además de los otras muchas recomendaciones de Antonio Basanta para poder rebelarnos los lectores.

Es un pequeño libro físicamente pero muy grande en contenido. La sencillez de su formato contracta con la grandeza de sus apreciaciones. Cuanto más se relee más se aprende y habrá que volver a sus páginas de vez en cuando para refrescar unas ideas y afianzar otras.