Los ecos del viento
Texto: Antonio García Teijeiro
Ilustración: Noemí Villamuza
Editorial Kalandraka
ISBN: 978-84-1343-282-3
185 x 270 mm, 32 páginas
Tapa dura, 16 €,
(+ 7 años), 2024.
“Escuché en silencio los ecos del viento. / Eran versos de colores,
amables, limpios. / Eran versos musicales, cristalinos, con voz de mujer.” Antonio
García Teijeiro: Los ecos del viento.
Antonio García Teijeiro escribe doce poemas en homenaje a
doce mujeres que escribieron, con suma sensibilidad, en nuestra lengua. Lo que
las une es el amor por encadenar palabras sonoras llenas de lirismo y un universo
infantil en sus pensamientos. Todas son reconocidas creadoras que han dejado su
huella en el mundo de la Literatura.
Juana de Ibarbourou, Gabriela Mistral, María Cristina
Ramos, Mercedes Calvo, María Elena Walsh, María José Ferrada, Cecilia Pisos, Rosalía
de Castro, Beatriz Giménez de Ory, María Teresa Andruetto, Laura Devetach y
Gloria Fuertes.
En los doce poemas, su autor deja constancia de su
acercamiento emotivo hacia estas mujeres dignas de homenajear. La última es
una madrileña muy especial en nuestra LIJ, Gloria Fuertes, y con ella dialoga
de cuentos ya sean de nunca acabar, sin palabras o con besos de plata. Con la
primera, una uruguaya de origen gallego, Juana de Ibarbourou, habla de cantos
de pájaros, misterios, mentiras perdidas y ecos de viento.
Antonio García Teijeiro, con suma sensibilidad, va
desgranando complicidades con esas voces próximas que permanecen en el tiempo como
esa golondrina que se volvió niña con Gabriela Mistral; o esa otra niña, María
Cristina Ramos, que en la luna patina y las sombras relucen floridas; y esta
otra, Mercedes Calvo que cosió con soles y piedras la línea del cielo; o
dialoga con María Elena Walsh poquito a poquí; y camina con María José Ferrada por
la estela de un rumbo feliz.
Y con Cecilia Pisos bebe las aguas que están cantando;
camina con Rosalía de Castro junto al río y por el viento; a Beatriz Giménez
Ory la acompaña con cinco nubes; con María Teresa Andruetto usa los colores
para borrar las sombras de tantos horrores; y termina corriendo tras una
manzana con Laura Devetach, una vieja tarambana.
Un lindo homenaje a estas mujeres que supieron acercar la
magia de las palabras a las mentes infantiles y les abrieron las puertas a otros
placeres literarios.
García Teijeiro hilvana palabras con suma paciencia y teje
una docena de poemas interesantes que no te dejan indiferentes y te hacen
reflexionar sobre la belleza, el amor, la esperanza, la felicidad… y la vida.
Son versos para soñar, imaginar y disfrutar
La ilustradora, Noemí Villamuza, realiza un trabajo digno de valoración. Ha sabido captar el sentir del poemario y nos muestra unos personajes que bailan, flotan, giran, sueñan, crean, viven…, en resumen, disfrutan de la poesía.
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