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lunes, 7 de enero de 2019

"Un tío en París" de Paloma Bordons


Un tío en París

Texto e ilustración: Paloma Bordons


Colección Tucán verde

ISBN 978-84-683-3605-3

130 x 195 mm, 220 páginas

9,40€, (+10 años)

2018.




Por José R. Cortés Criado.


Imaginad por un momento a un chico de pueblo que por primera vez se monta en un avión para ir a París a casa de su tío Manolo, un pintor que vive en la ciudad de la luz, que tiene una calle en su pueblo y que lleva sin pisar España muchos años.

En ese avión viaja una niña de su misma edad, doce años, muy resuelta y con experiencia en vuelos aéreos. Pronto cala a su compañero de asiento y comparten alguna confidencia y beben zumos de tomate.

Cuando despierta Manuel o Manu, como lo llama su madre, el avión está en tierra y es el único pasajero sin desembarcar. Lo recoge una señora con cara de pocas amigas y se lo lleva a un colegio de niñas. Él llevaba la credencial y la felpa de su compañera de vuelo.

Las peripecias de este niño entre niñas, que se ríen porque nunca escucharon ninguna excusa mejor para abandonar ese internado para chicas rebeldes de buena familia, ocupan la mayor parte de las páginas.

Así las cosas, Luisa, que en un principio cambió de identidad para irse con su madre que vive en París, -sus padres están separados, ella vive en Madrid con su progenitor-, le toma cariño al pintor que anda un poco alejado de los pinceles y termina por reconocer la verdadera catadura de su progenitor.

Manu capitanea una fuga masiva de once chicas y recorren juntos medio país huyendo de la policía, como si fuesen chicos boy scout, hasta llegar a París, a la buhardilla del afamado pintor español, tío del joven.

Al final todo se aclara y hasta se descubre la verdadera imagen de ese centro famoso por educar a jovencitas díscolas, pero hasta que se llega al final, el lector se ríe imaginando esas situaciones hilarantes que Paloma Bordons recrea con suma habilidad.

En esta historia se mezclan la amistad, el sentido del humor, la crítica a las falsedades, la mentira, la familia…todo ello frente a valores muy nobles como la honradez, la generosidad y la verdad.

También se llevan su repaso de forma humorística, aunque con su carga de profundidad, el caso de las familias acomodadas económicamente que se preocupan poco por la educación de sus vástagos y creen que todo se soluciona con regalos caros y cuando llegan los problemas pretenden delegar esa responsabilidad en centros elitistas donde lo que prima son las apariencias.

Recomiendo este libro porque te atrapa desde sus inicios con esa extraña aventura de Manu, te hace pasar un buen rato con sus momentos agridulces y porque prima el sentido de humor junto al ingenio de la escritora.

Paloma Bordons también es la autora de las bellas ilustraciones en blanco y negro que acompañan al texto.

Si quieres conocer otro libro de la autora pincha sobre su título: El gallimimus





miércoles, 29 de noviembre de 2017

El gallimimus de Paloma Bordons

El gallimimus

Texto: Paloma Bordons

Ilustraciones: Eugenia Ábalos


Colección Premio Ciudad de Málaga
ISBN 978-84-698-3337-7
130 x 200 mm, 144 páginas
(+ 9 años) 2017.


Por José R. Cortés Criado.

Carlos es un niño de ciudad que pasa sus vacaciones en un pequeño pueblo a cargo de una señora llamada Hortensia, porque su mamá ha de guardar reposo absoluto durante su embarazo.

El niño se aburre en el pueblo lleno de hombres y mujeres mayores, para él todos son iguales, él no consigue distinguir a unos de otros, y se cansa de estar superprotegido por Hortensia, que no lo deja ni salir de casa, por eso a le menor oportunidad intenta descubrir nuevos horizontes.

Así conoce a una niña negra llamada Aila, primero la vio en el ciruelo de la casa donde vivía cogiendo frutos maduros; después junto a la poza del riachuelo que da nombre al lugar, su presencia le produjo extrañeza por ser muy distinta a él, luego se sorprendió de ver lo ágil y saltarina que era.

Carlos quisiera ser como ella y cruzar el río sobre el tronco caído, saltar la valla del huerto o subir a los árboles en un periquete pero no le gustaría vivir en el viejo autobús donde ella reside con su padre; además le llama la atención lo poco que sabe y que se cree todo lo que le cuenta, ya sea que los dinosaurios existen o que los duende están allí.

Aila es una niña muy despierta, habla nuestro idioma con dificultad, desconoce mucho vocabulario, pero su curiosidad le hace estar preguntando y no detenerse ante adversidad ninguna, ya sea física, verbal o social.

Poco a poco ambos profundizan en su amistad, aparece en escena el padre, inmigrante ilegal, el niño visita su hogar, Hortensia se desespera y llama a la Guardia Civil para ir a rescatar al niño de semejante compañía… pero Carlos se siente bien estando con aquel padre y aquella hija compartiendo lo poco que tienen para comer, son amables y acogedores.

Al final la historia tiene un final feliz para esta familia y Carlos se encuentra con una hermanita, aunque ahora no quiere irse del pueblo, a pesar de saber que volverá pronto. Lo que más le emociona es saber que su padre le ha dado permiso para tener una mascota en casa y en una caja lleva lo que en un futuro será su animal de compañía.

Bonita historia con final feliz donde se mezclan familias distintas, personas de aspecto diferente pero similar forma de pensar, intereses egoístas que pronto son desterrados, el cabo de la Guardia Civil, un avestruz llamado Gallimimus, una gallina llamada Maricarmen y un pueblo muy tranquilo, lleno de ancianos que ven un cambio en sus costumbres con la llegada de unos forasteros, que si bien despertaron recelos terminan por demostrar que son tan buenas personas como los habitantes de Alcamilla del Río.

Se trata de una historia de amor, amistad, solidaridad, convivencia que toca muchos valores emocionales para acercarnos a personas distintas en su aspecto pero que comparten muchas similitudes en su forma de entender la vida.

Buen libro de Paloma Bordons que obtuvo el VIII Premio de Literatura Infantil Ciudad de Málaga, 2017.

En el momento del fallo el jurado destacó de la obra la naturalidad con la que están construidos los personajes y los diálogos, el tratamiento de la inmigración desde un punto de vista honesto y nada maniqueo, y el sentido del humor que recorre toda la obra, además de los valores humanos y las emociones que se contienen en ella.

El libro está ilustrado con mimo y mucho colorido por Eugenia Ábalos