¡Qué
fuerte!
Texto:
Jordi Sierra i Fabra
Ilustración:
Carlos Romeu Muller
Libro
juvenil
176
páginas, 12,95€, 2017.
Por José
R. Cortés Criado.
Jordi
Sierra i Fabra ha vuelto a escribir otro libro un poco loco,
disparatado, diferente, atípico...aunque con pies y cabeza, no
está improvisado ni escrito al azar. Sierra i Fabra no deja nada a
la improvisación, todo es creado y recreado mentalmente antes de
pasarlo a papel.
En
esta ocasión vuelve a la etapa evolutiva más disparatada de
nuestra existencia, la adolescencia, y no deja títere con
cabeza y hasta se permite dar algunos consejos, aunque no sea
partidario de ellos, e incluso ofrece un cuestionario parea que cada
lector se autoanalice.
Y como
el escritor dice, se trata de un “manual para sobrevivir a los
años más duros: el libro más gamberro sobre la época más
gamberra de tu vida”. Como se lee, está escrito directamente para
el lector o lectora que abra sus páginas. Desde la portada son
interpelados por el autor y así será hasta el final.
Además
tiene un índice muy aclaratorio por si alguno desea saltarse
alguna parte y acudir a la que más le interese.
El
primer capítulo se titula: A esto se llama prólogo. Lo más
interesante son las diez normas que ofrece para que quede
perfectamente identificado el ser humano que atraviesa la
adolescencia.
Luego le
sigue “A esto se le llama capítulo 1” y ahí ya empieza a
dar ideas y conceptos propios de la edad, así responde a la pregunta
“¿Quién soy?”, y da muchas respuestas a determinadas dudas y
sobre todo deja una buena lista de preguntas que hacen reflexionar a
los lectores.
Los
siguientes capítulos está dedicados a la familia, lo que él
llama “el pozo de los líos”, así pasa revista a los diferentes
tipos de padres, madres y hermanos.
Después
amplía el campo y se fija en el entorno, donde hay maestros,
colegas para los chicos, compis para las chicas, el amigo para ellas,
la amiga para ellos.
Más
tarde le llega el turno al amor y otras tonterías, como pueden
ser el primer novio/la primera novia y las primeras veces de
distintas experiencias personales.
Otro
capítulo se ocupa de “algunos diálogos habituales que hay que
evitar y que prueban la capacidad de resistencia de un
adolescente”, nos aclara que son reversibles para chico-chica y
chica-chico. Aquí se habla de la forma de vestir, de las discusiones
vanales para asentar el adolescente su poder en la familia, de las
vacaciones en familia, de los actos sociales propios de las familias
como puede ser acudir a una boda, la desesperación que supone que
los padres se preocupen por su día en el cole, sentir su habitación
como bastión inexpugnable y hasta el morreo en la calle.
El
sexto se titula: “Diccionario de gilipolleces...perdón. De
términos modernos. Palabras que debes conocer para estar en la onda.
(Nótese que muchas son en inglés, como si aquí no tuviéramos un
amplio vocabulario y fuéramos Yanquidependientes”.
También
hay otro apartado dedicado a “50
cosas que no debe decirse NUNCA a los padres (porque es ponérselo
“a huevo” para que te repliquen y/o fastidien”.
Otro con
“50 cosas que deberías saber sobre el amor y el sexo (si es
que te interesan y/o andas ya con estas cosas).
Y “50
frases memorables (en serio y en broma) sobre adolescencia...y
algunos comentarios/respuestas pertinentes (que darían a quienes la
pasan)”.
Y
acaba con unos divertidos test para saber si el lector o lectora es
un adolescente perfecto. Son quince cuestiones con tres posibles
respuestas, al final te viene la valoración del tipo de adolescente
que se es según la opciones elegidas.
Y
finaliza con un epílogo donde le aclara al lector de qué
generación es y porqué, y les avisa de lo que se le puede venir
encima y les da ánimos para que disfruten o lloren su etapa
evolutiva y sean felices a pesar de todo.
Sin
duda un libro poco corriente, aquí no hay texto narrativo que
refleje literariamente los vaivenes de la la adolescencia como en
otra de sus novela, Rabia, más se parece a otro libro extraño
suyo como es Yo.
Los
lectores se enfrentan a un buen libro que no dejará indiferente a
nadie, todos acabarán sabiendo algo más de la adolescencia, se
habrán formulado muchas preguntas durante la lectura y quizás, con
suerte, algunos sean capaces de llevarse también alguna respuesta
acertada a sus dudas.
A la
facilidad de comunicación del escritor hay que añadir sus buenas
dosis de ironía y humor, que dotan al libro de una originalidad
simpática que a los adultos nos hace sonreír en más de una
ocasión. Sospecho que a los adolescentes también, porque se verán
reflejados en más de una escena.
El
texto se presenta de forma sencilla acompañado de las ilustraciones
de Carlos Romeu Muller, dando un aspecto muy agradable a este
cómic. El texto se presenta bastante esquematizado, lo que hace que
se lea con suma facilidad y sea atractivo a los adolescentes.
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