Emilio y los detectives
Texto: Erik Kästner
Ilustración portada: Albert Asensio
Ilustraciones interiores: Walter Trier
Traducción: Eloy Benítez
Colección Juventud
ISBN 978-84-261-4532-1
135 x 215 mm, 180 páginas
12,50 €, (+ 10 años) 2018.
Por José R. Cortés Criado.
Emilio es un chico muy educado y despierto que viaja solo
por primera vez en tren. Su madre, viuda, lo manda a visitar a su abuela con
una importante cantidad de dinero para la anciana, que le ha costado mucho
ahorrar.
El joven recibe mil consejos de su madre para el viaje, y,
sobre todo, le encomienda encarecidamente que cuide de los marcos que lleva en
el bolsillo de la chaqueta.
Se acomoda en su vagón, saluda a sus compañeros de viaje y
uno de ellos, con sombrero hongo, le ofrece un trozo de chocolate y le pregunta si es su primer
viaje a Berlín. Luego sigue contándole los cientos de metros de altura que
tienen los pisos, la grandeza de sus calles hasta que otra viajera lo manda
callar por mentiroso.
Emilio se palpa con frecuencia el bolsillo, incluso va al servicio
para sujetar el sobre y los billetes con un alfiler a su americana y pensando
en esto se duerme.
Al despertar en departamento solo está el hombre con sombrero
hongo que se levanta para marcharse. Emilio se palpa su chaqueta y descubre que
no está el sobre, solo el alfiler, sale de estampida y se baja una parada antes
de su destino para seguirlo.
Perdido en una ciudad desconocida, sin dinero, con una
maleta y un ramo de flores para su abuela, Emilio, persigue a la persona que le
ha sustraído el dinero y piensa cómo recuperarlo.
Lo importante es no perderlo de vista y pensar, incluso se
subió a un tranvía y cuando llegó el cobrador le prometió pagárselo otro día, menos
mal que un pasajero que leía la prensa le pagó el billete. Emilio prometió
devolverle el dinero.
El bandido se fue a comer a un restaurante y después se
hospedó en un hotel. En esas andaba el chico cuando lo asustó otro que llevaba
una bocina en el bolsillo. Pronto surgió una amistad entre ambos y cuando
Gustavo supo del problema de Emilio llamó a sus amigos.
Los chicos formaron un equipo magnífico de detectives,
pronto se organizaron, unos vigilaban el hotel, otros aguardaban instrucciones en
la plaza cercana, otro estaba de guardia junto al teléfono de su casa para que
todos tuviesen un punto de información permanente, otros trajeron bocadillos,
todos aportaron el dinero disponible para emergencias…
Mientras tanto su abuela, sus tíos y su prima aguardaban
noticias del joven. Esta última localizó a los chicos y supo lo que pasaba
desde el inicio.
Al final todos cumplieron su papel estupendamente, hay que
imaginarse un señor perseguido por decenas de chicos por las calles de Berlín
hasta que un policía se hizo cargo de él.
Emilio recuperó su dinero, el ladrón era más peligros de lo
que se esperaba, la noticia salió en la prensa, se convirtió en un héroe que
además cobró una suculenta suma de dinero en premio a su labor.
La trama detectivesca de este libro es sumamente ágil. La
acción no cesa en ningún momento, algunas veces es algo cómica, otras ingeniosa
y siempre entretenida e interesante.
Sin duda una novela policiaca de ritmo trepidante, dirigida
al público juvenil, que se desarrolla en la ciudad de Berlín alrededor de 1920 y
fue escrita por Eric Kästner, escritor que obtuvo la Medalla Hans Christian
Andersem el año 1960.
La lectura de esta novela gustará a los jóvenes de hoy pues no ha perdido actualidad a pesar de que la primera edición es de 1928.
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