EXPERIENCIA
EDUCATIVA: ¿POR QUÉ LEEMOS? I
Reflexiones
del alumnado de Educación Secundaria Obligatoria y de Bachillerato del
IES
María Zambrano
Torre
del Mar. Málaga. España.
Responsable
de la experiencia:
José
R. Cortés Criado
Prólogo:
Jordi
Sierra i Fabra.
A
las alumnas y alumnos del IES María Zambrano.
Hace unos años llevé a cabo esta experiencia que hoy subo al blog por si a alguien le puede interesar su lectura. Este trabajo fue publicado por la Consejería de educación de la Junta de Andalucía de forma extensa. Aquí pongo la primera parte, más adelante subiré la segunda parte que recoge las opiniones del alumnado.
1.- Prólogo.
¡¿LEER?!
Leer es un misterio.
Y por qué leemos, otro más.
Claro que no leer u “odiar” leer (como por desgracia afirman sin sonrojarse muchos de nuestros jóvenes cachorros) es todavía más que un misterio. Como lo de la Santísima Trinidad.
Después de toda una vida leyendo y escribiendo, todavía no puedo explicar exactamente qué siento al sumergirme en una buena novela. Es como enamorarse. Descubres a la persona amada, vas aprendiéndola poco a poco, te apasiona... Luego llega el resto, el primer beso, la primera noche juntos... Es demasiado. Estamos hechos de historias, de las que leemos o de las que vivimos. Y al crecer, además tenemos los recuerdos, más historias, el legado de nuestra humanidad y parte de la de aquellos que se han cruzado en nuestro camino.
Preguntarle a un chico o chica por qué lee o por qué no lee es como intentar meter las narices en su alma. De ahí que tenga mérito esta iniciativa, por el atrevimiento en primer lugar, y por la respuesta de los interrogados en segundo lugar. Durante años dando charlas en colegios, he constatado que en los últimos tiempos “leer no está de moda”, los alumnos que leen reciben a veces burlas de los demás: “¡Estás loco, tío!”. Es abrumador ver como la ignorancia se pregona: “¡Yo no he leído un libro en la vida! ¿Para qué?”. Es como si gritaran “¡Soy gilipollas!”, y se quedaran tan anchos. ¿Cuánto tardarán algunos en darse cuenta de que hoy, la verdadera revolución, es leer? Suelo reírme de la moda de llevar en la actualidad la imagen del Ché en la camiseta, porque muchos de los que la llevan no saben su verdadera dimensión, se quedan tan sólo con lo de que fue un revolucionario. Pues bien, insisto, la revolución actual no sería llevar al Ché por delante sino a los libros dentro.
Y esto es lo que se trata de organizar con este proyecto.
Las respuestas que he leído, en muchos casos, se repiten, pero en otros muestran caminos. La mayoría son jugosas. Las aporta una nueva estirpe de chicos y chicas, de lectores, de hombres y mujeres en los que se podrá confiar el día de mañana. Suelo decir que detrás de cada ignorante que no lee se esconde el maltratador o la maltratada del futuro, el que matará a su mujer o la que se dejará golpear y matar impunemente, el que echará la colilla por la ventanilla y quemará un bosque o la que se resignará ser un cero a la izquierda sin poder alzar la voz porque no tendrá de qué hablar. Cultura no es tener un diploma en la pared que diga que eres abogado, médico o maestro albañil. Cultura es vivir y absorber la vida, ser una esponja, mantener la curiosidad hasta el fin, vivir en la esperanza perpetua frente a la nada constante y el vacío aterrador del silencio. Y nada como ese encadenado de palabras que forman los libros trenza una senda mejor hacia la libertad y la independencia personales.
De todo esto han hablado sin saberlo los chicos y chicas que han participado en este trabajo. De todo esto y más. De sueños, de esperanzas, de realidad, de energía, de pasión... ¡Ah, la pasión! La vida es pasión, y por lo general hay tanta en las novelas...
Hace poco publiqué un texto en una revista explicando por qué leía yo. Creo que reproducir un párrafo es conveniente:
Pues mira tú, a mí es que leer me salvó la vida.
Verás, yo iba para marginal. No delictivo, porque siempre he sido más pacifista que nada, pero sí marginal social. Familia humilde, sin recursos, sin muchas luces para estudiar, tartamudo... Lo tenía claro. Si no hubiera sido un lector empedernido y devorador de letras, me habría quedado allí, perdido en la nada y el olvido. ¿Y qué leía siendo pobre, yendo a un colegio sin nada, y sin bibliotecas en el barrio? Pues libros cutres y horteras (así he salido yo como escritor) que alquilaba por dos reales. Cada día los vecinos me daban pan seco y el diario del día anterior, y el trapero del barrio me lo compraba por esos 50 céntimos que valía alquilar en una librería de libros usados aquellos esperpentos del oeste, ciencia ficción y policíacos con los que me formé. ¿Verne, Crompton o Blyton? Llegaron después, ya con 14, 15 o 16 años. Antes devoré "otra literatura": Capitán Trueno, Flash Gordon, Rip Kirby y las Hazañas Bélicas (a mí es que el Roberto Alcázar me parecía un facha acabado y el Pedrín el más repelente de los infantes).
Y sigo. No recuerdo nada de lo que he estudiado, pero sí todo lo que he leído. Mi cultura la forjé asomándome a los libros. Mi curiosidad se sació con esas historias que me hablaban de ciudades y países que siempre soñé con visitar y que posteriormente he conocido gracias a lo que me ha dado leer y escribir. Cada libro es una llave que abre una puerta.
Hay puertas pequeñas y grandes,
hermosas y feas. Pero detrás de cada una nace un infinito. Cuando alguien me dice
que "no le gusta leer" me entristezco. Y si me dicen que "odian
leer" ya es que me da algo. Es como negarse a respirar.
Veo la incultura forzada de la pobreza, la represión, la maldad y la ignorancia allá donde voy. La veo y me duele. Millones de chicos y chicas no tienen acceso a nada, y menos a un libro. Nosotros, que podemos, seguimos teniendo que explicar "Por qué leer". Y estamos en 2004.
¿Hasta cuándo?
Este texto es válido aquí y ahora. Pero más allá de este magnífico trabajo y de esta iniciativa de José Cortés Criado, habría que extender la pregunta a todos los jóvenes de este país nuestro, el primero de todo lo malo (embarazos adolescentes, consumo de videojuegos, drogadicción infantil y juvenil, etc. etc. etc.) y el último de todo lo bueno (investigación, estudio de matemáticas, de lengua, ordenadores por aula, etc. etc. etc.). Sería necesario para saber dónde estamos, por qué pasa lo que pasa, y porque aún hemos de sorprendernos de que alguien tenga que explicar por qué lee.
Vamos, que a mí me lo preguntan y le miro como si fuera un marciano.
© Jordi Sierra i Fabra, octubre 2004
2.- Introducción.
Leemos
para dar sentido a nuestra presencia en el mundo y para confirmar nuestra
alegría de estar en él.
Fernando
Savater.
El
hecho de leer es inherente al ser humano, no es una necesidad vital, - ¡cuánta
gente vive sin saber disfrutar de la lectura!- sin embargo el hombre y la mujer
necesitan de la palabra para comunicarse entre sí, para manifestar sus
pensamientos, sus deseos, sus sensaciones y para acceder a la sabiduría,
emociones, conocimientos y experiencias que otras personas nos legaron y que
van a contribuir a formarnos como personas circunscritas a una determinada
civilización.
Numerosos
autores, entre ellos se puede citar a Paul Auster, consideran que a pesar de que la literatura es
un acto de soledad, porque se escribe y se lee en soledad, la lectura permite
una comunicación profunda entre los seres humanos a través del espacio y del
tiempo, ya que nos facilita el acceso a pensamientos de personas contemporáneas
a nosotros o que vivieron en épocas pretéritas, a la par que nos acerca a ideas
afines o no a las nuestras y a formas de
pensar distintas a nuestro imaginario social.
Normalmente
los adultos somos los que nos cuestionamos la necesidad de leer, analizamos los
factores psicológicos y socioculturales que intervienen en este proceso,
valoramos la adquisición de automatismos lectores y nos convertimos en los
mediadores entre los libros y el alumnado.
Partiendo
de esa necesaria individualidad que es leer, ese afán de búsqueda que nos
ofrece la lectura, esa capacidad de elección y de discernir entre tanto texto
impreso lo que realmente nos interesa y es de aceptable calidad, se plantea la
siguiente actividad.
Esta
experiencia pretende alcanzar como objetivo primordial, que los alumnos y las
alumnas reflexionen sobre el acto de leer, que durante unos momentos analicen
esa tarea, no muy en boga hoy, y plasmasen sus pensamientos en unas cuantas
líneas escritas, buscando siempre la empatía entre persona y lectura.
No es
una actividad cerrada, porque de lo que se trata es de conseguir que todos los
adolescentes y jóvenes reflexionen, que asuman que la lectura es una actividad
sin fin, que no se trata de alcanzar el objetivo de comprensión de un texto y
olvidarse de ella.
Esta
actividad es inacabada porque después de leer su desarrollo y conocer las
opiniones de los lectores que aquí se manifiestan, cada uno de nosotros podemos
añadir las razones que justifiquen el porqué leemos, no olvidemos que en el
momento de escribir asumimos nuestra individualidad diacrónica como autor.
No
olvidemos que la lectura es una tarea permanente en la persona, que no siempre
nos gusta leer a los mismos autores o temas, ni mantenemos inalterables
nuestros gustos literarios, cada época, cada edad, cada lugar aportan sus
peculiaridades a los lectores y estos pueden tener hoy razones para argumentar
a favor de la lectura distintas a la de generaciones anteriores.
Por lo
tanto este material se presenta con dos finalidades: la primera, la de ayudar
al profesorado y alumnado a reflexionar sobre la lectura; y la segunda, la de
comenzar a elaborar las razones que convierte a una persona en un lector.
3.- Objetivos propuestos.
1.-
Hacer reflexionar a todos los alumnos sobre la importancia de la lectura.
2.-
Indagar en los pasos que dieron hasta descubrir el placer de leer.
3.-
Recordar a las personas que fomentaron ese hábito lector en ellos.
4.-
Exponer las razones que justifiquen la lectura literaria.
5.-
Conocer los gustos literarios de los chavales.
6.-
Saber qué esperan encontrar en un libro.
7.-
Exponer su opinión sobre algún libro leído.
4.- Desarrollo y justificación de la
experiencia.
Esta actividad
fue llevada a cabo con el alumnado de IES María Zambrano de Torre del Mar,
Málaga, durante el curso 2003/2004.
La
pregunta ¿por qué leo?, se suele plantear normalmente a lectores avezados, a
adultos convencidos de las bondades de la lectura, pero raramente se formula a
estudiantes que se sienten obligados a leer determinados libros que el
profesorado indica.
En
esta ocasión la pregunta se la he formulado a los alumnos de todos los cursos
de Educación Secundaria Obligatoria y a los de Bachillerato, para así poder
conocer lo que opinan los adolescentes y jóvenes del instituto.
Los
alumnos respondieron voluntariamente a la pregunta. Las respuestas seleccionadas
están recogidas en este informe para que otros alumnos conozcan las razones que
llevaron a los primeros a convertirse en lectores y les sirva para reflexionar
sobre el tema.
No
olvidemos que ellos son los destinatarios de una selección de lecturas que les
llega impuesta por unos intermediarios, entre el libro y ellos, que somos los
profesores o los responsables de la Junta de Andalucía, en el caso de las
lecturas recomendadas para bachillerato; siendo los alumnos sujetos pasivos en
esta acción, que puede marcarlos para bien o para mal en sus vidas.
Opiniones del alumnado.
Tras
la lectura de las respuestas a la pregunta ¿por qué leo?, podemos tener una
idea de lo que piensan los jóvenes lectores, de sus preferencias literarias, de
las dificultades que han encontrado al iniciarse en la lectura, y además
conocemos anécdotas personales relativas a su iniciación en este mundo íntimo y
personal que constituye el acto de leer.
Podemos
encontrar frases como: “yo leo gracias a mis maestros de lengua, porque a mí no
me gustaba leer”, “mi madre me explicó la importancia de la leer todos los días
un poco”, “leer es muy entretenido y se me pasan las horas muy rápido”, “mi
imaginación vuela”, “y cuando ya llevo leídos muchos, saco una libreta y me
pongo a escribir un cuento con los resúmenes”, “es como si estuviera dentro del
libro”, “mi vocación por la lectura viene
de mi padre”, “de mi abuela que me contaba cuentos para que me durmiera”, “como
si vieras una película en tu mente”,
“los libros aportan experiencia”, “un libro es un mundo abierto”, “es viajar a
lugares desconocidos”, “una maestra me recomendó leer unos libros que
me gustaron mucho” …
Además, podemos leer referencias a
la mejora de la ortografía, de la comprensión de textos, de la velocidad
lectora, de la comunicación; también hay alumnos que exponen las razones por
las que leen: para informarse, divertirse, conocer otras costumbres, otros países,
olvidar los malos ratos pasados, desarrollar
la capacidad crítica y analítica, etc.
Muchos de los encuestados inciden
en la necesidad de que cada lector encuentre su libro, ése que lo marcará y lo
animará a seguir leyendo, a la vez que le piden a un libro que los atrape desde
las primeras páginas.
Se hacen referencias a la
televisión y videojuegos, como alternativa al tiempo de ocio y como
antagonistas de la lectura, hay quien considera una perdida de tiempo ver la
televisión y quien piensa que la mejor película la tenemos en la mente mientras
leemos y que uno de los pequeños placeres que da la vida, es la lectura; para
algunos el descubrir la lectura como disfrute fue muy importante, porque los ha
formado como personas e incluso les ha enseñando a distinguir lo bueno de lo
malo.
También citan autores, libros y
colecciones, que consideran importantes y les han aproximado al grupo de los
lectores.
El alumnado considera la lectura
provechosa y le gusta leer, no llegan a decir que la lectura les salvó la vida,
como dice Jordi Sierra i Fabra, pero sí que les da satisfacciones y les
entretiene.
Indagando
en las opiniones manifestadas por escritores de la llamada literatura juvenil,
he encontrado comentarios sobre el acto de leer como las dichas por Care
Santos, “es imaginar un mundo sin salir jamás del propio”; Agustín Fernández Paz, “ en los libros están
todos los sentimientos y experiencias de las personas”; Carmen Gómez Ojeda, “un
lugar encantado, como el país de irás y no volverás que crea adicción”;
Mariasun Landa, “me lleva y me dejo llevar por tierra, mar y aire de letras
impresas.
Comparadas
estas opiniones con las escritas por los alumnos, encontramos semejanzas; los
jóvenes también hablan de viajar, conocer lugares diferentes, entender lo que
piensan las personas…, lo que me hace pensar que los lectores,
independientemente de la edad, buscan unos elementos comunes en los libros. Los
adultos no comentan la parte didáctica de la lectura, porque ellos no están en
un centro escolar, ni han de alcanzar los mismos objetivos educativos que el
alumnado.
Analizando
las distintas opiniones de los alumnos
por niveles educativos, nos encontramos que:
En 1º de ESO, la
mayoría de los encuestados resaltan la importancia de la lectura como
transmisora de conocimiento y como herramienta que facilita el estudio, ayuda a
adquirir vocabulario y mejora la ortografía.
En
segundo lugar las referencias se centran en el hecho de leer por el placer de
la lectura, a la que se refieren con verbos como agradar, entretener, divertir,
relajar, desconectar de la realidad.
Por
último argumentan que gracias a la lectura, imaginan los escenarios donde
transcurre la obra, y viven como propias las aventuras de los personajes de sus
libros.
Alguno
comenta que le gustan los libros de intriga y aventura, el resto no manifiesta
sus gustos literarios.
En 2º de ESO, la
mayoría dice que lee porque le gusta, le relaja y porque además aprenden, sobre
todo vocabulario y ortografía.
Al
igual que los alumnos de primero, destacan el hecho de viajar por lugares
maravillosos y disfrutar las aventuras de los personajes como si fuesen ellos
los verdaderos protagonistas.
Algunos
destacan la influencia de sus padres, abuelos o profesores en la adquisición
del hábito lector y al hecho de oír relatos o poesías.
Hay
quien reconoce que se inició en la lectura placentera porque algún profesor lo
obligó a leer un libro y le gustó.
En
este nivel citan los libros de Harry Potter, la trilogía de El señor de los anillos, la colección
“Barco de vapor” y manifiestan sus preferencias por los libros de misterio,
intriga, suspense, ciencia ficción y fantasía.
En de 3º de ESO los
alumnos destacan el hecho de leer por placer, porque les gusta, se relajan y
desconectan de la rutina diaria, coincidiendo con sus compañeros del curso
inferior.
Igualmente
resaltan el hecho de viajar o vivir aventuras gracias a los libros.
Además
añaden que leer les ayuda a memorizar, a adquirir vocabulario y a mejorar la
ortografía.
Citan
algunos títulos de obras que les impactaron y sus gustos literarios: novelas
realistas, de aventuras, con adolescentes como protagonistas.
Entre
las obras citadas, destacan una serie de novelas propiamente juveniles y
títulos para adultos como El capitán
Alatriste, El Conde Montecristo, De parte de la princesa muerta, Los pilares de
la Tierra, La sombra del águila, El código da Vinci, etc.
En 4º de ESO, el
alumnado reflejó en primer lugar el hecho de viajar sin moverse de casa y vivir
aventuras sentados en su sillón.
En
segundo lugar encuentran sobre todo el sentido práctico de la lectura, ya que
según ellos, les hace aumentar el vocabulario, mejorar la ortografía, adquirir
nuevos conocimientos, y conocer otras culturas.
En
tercer lugar, al igual que sus compañeros de otros niveles, se relajan y
desconectan de la rutina diaria, ocupando así su tiempo libre; incluso hay
quien considera la lectura mejor que el cine.
También
citan algunos títulos de novelas juveniles, como Campos de fresa; Ahueca el ala, Urbano; Rabia;…y los ya citados El señor de los anillos y Harry Potter y otros como El Principito, El viejo y el mar.
Un
alumno hace referencia a la prensa y cita los diarios deportivos As y Marca.
1º Bachillerato.
Los
alumnos de primero de bachillerato insisten sobre todo en el valor de la
lectura como instrumento para adquirir conocimientos, que les ayuden a formarse
y enriquecerse culturalmente, porque gracias a ella conocen el pasado, el
presente e intuyen el futuro; piensan que mejoran sus relaciones personales,
aprenden a distinguir lo bueno de lo malo y a estudiar.
También
valoran la aportación de la lectura en cuanto a mejorar la ortografía y
aumentar su vocabulario y su influencia positiva en el proceso de aprendizaje.
Y
sobre todo hablan de vivir aventuras, de viajar, de no aburrirse leyendo y de divertirse.
2º Bachillerato.
Este
grupo de alumnos valora más el placer de la lectura que la obligatoriedad de la
misma y argumenta a favor de dejar que ellos escojan los libros que deban leer,
atendiendo a sus gustos e intereses personales.
También
asocian la lectura a la adquisición de vocabulario, a la mejora de la
ortografía y de la expresión, tanto oral como escrita.
Incluyen
anécdotas personales de sus primeras lecturas, del libro que los introdujo en
este mundo de lectores, anotan título de novelas juveniles, como Nunca seré tu héroe, Campos de fresas, La
memoria de los seres perdido, Girl Walcking Backwards,
y relacionan la lectura con la capacidad de imaginar, viajar, junto con el
goce de la misma y al acto íntimo de evasión que supone la lectura.
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