viernes, 22 de junio de 2018

La hija del samurái de Fred Bernard y François Roca


La hija del samurái

Texto: Fred Bernard

Ilustración: François Roca


Colección Álbum Ilustrado

ISBN 9788414015438

60 x 290 mm, 48 páginas

(+ 8 años) 19 €, 2018.



Por José R. Cortés Criado.

Este libro tiene el encanto de los relatos de misterio y terror que se contaban en público en el siglo XIX, cuando no existía el cine ni la televisión y el público elegante acudía a los teatros para asistir a concursos de cuentacuentos.

La trama se desarrolla durante la celebración del XVIII Concurso de historias reales o casi dedicado a las islas de Oriente y un espectador nos cuenta lo que acaeció mientas la pareja ganadora estaba en escena.

Amor, misterio, dragones, guerreros demonios, maestro samurái, lucha, naufragio, sabiduría, resolución de conflictos…se dan la mano en el relato narrado por un joven occidental ataviado con un kimono y su joven acompañante que se limita a tañer un shamisen y a cantar a capela, ella también viste un kimono.

El enigma envuelve a ambos jóvenes, sobre todo cuando el público advierte que la chica lleva la cara tatuada con ideogramas japoneses y él carece de la mano derecha.

El joven comienza su relato cuando se embarcó con su padre y naufragaron frente a una isla habitada por el maestro samurái ciego y su hija. Sigue con su vida con esta nueva familia, su enamoramiento de Tomo, su entrenamiento en las técnicas secretas de combate y en el conocimiento de todos los preceptos de la Vía de la táctica de Masumi Musashi, padre de la joven y maestro de él.

Con un aire de misterio y desazón avanza la narración de sus avatares personales y su lucha por recuperar a la joven de las manos de los guerreros que habitan en la isla de los dragones traídos de islas lejanas del sur, mientras ella hace música con su instrumento de cuerdas.

Al desarrollo del relato y su misterio se une la presencia de un dragón sobre el escenario que sobrecoge al público y aumentan el terror en los presentes que se siente desprotegidos hasta que ella comienza a cantar y amansa la fiera.

Como broche al relato los dos protagonistas enseñan sus rostros y sus torsos cubiertos de escritura japonesa, que no es más que todas las técnicas y los preceptos del padre y maestro de ambos, codificados para que jamás fuesen a caer en manos del enemigo; deberían servir para el bien venciera al mal, y ellos son los depositarios de tan valioso material.

A la habilidad del narrador para atraparnos en el relato y hacernos devorar las páginas llenas de misterio y acción, se unen unas magníficas ilustraciones de gran tamaño en las que predominan los colores sombríos, casi negros cuando se reflejan los guerreros, la navegación del junco, la cueva donde habitan y la batalla a oscuras en su interior; otros son más luminosos como las escenas de la joven tocando en medio de un prado o la pareja disfrutando de un rato de compañía.

El rostro de la joven que aparece en la portada es de una gran delicadeza, pero mayor aún lo es el que aparece en la página doce o la que refleja la aparición de mariposas blancas sobre el escenario.

El álbum es de gran tamaño, encuadrado en tapa dura, con un papel de buen gramaje, se presenta en una hoja el texto enmarcado por dos cenefas diferentes arriba y abajo y en la otra, una ilustración que ocupa toda la página.

Es un cuento que me ha gustado mucho, y seguro que me hubiese cautivado si lo hubiese oído en un teatro con la puesta en escena detallada, y he de añadir, que las ilustraciones dialogan armoniosamente con el texto formando ambos  un todo casi perfecto.

Muy buen álbum en la cuidada línea que la editorial Edelvives presenta trabajos de suma calidad.





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