Resumen de la tesis doctoral
El compromiso social en la obra de Jordi Sierra i Fabra (1983-2003)
Autor: José R. Cortés
Criado.
El tribunal otorgó al doctorando, unánimemente, la máxima nota, siendo la calificación obtenida de SOBRESALIENTE CUM LAUDE.
Posteriormente la Comisión de Doctorado de la Universidad de Málaga le otorgó el PREMIO EXTRAORDINARIO DE DOCTORADO a esta tesis doctoral.
¿Por qué una tesis sobre un autor de Literatura Infantil y Juvenil y el compromiso social?
Porque desde que inicié mi vida
profesional hace más de treinta años he procurado fomentar el placer de la
lectura y la escritura en mis alumnos, porque mi trabajo se dirige a
adolescentes y jóvenes y porque me preocupa la educación.
Porque Jordi Sierra i Fabra es un
escritor muy prolífico, muy apreciado por el alumnado, dispone de una amplia
bibliografía y refleja en sus obras un serio compromiso con los problemas
sociales que afectan especialmente a niños y a jóvenes.
Para la elaboración del presente trabajo
partí de las siguientes hipótesis:
Toda sociedad cambia a través del
tiempo, y los valores morales en los que se sustenta reflejan esas
modificaciones.
La sociedad española sufrió grandes
cambios durante los últimos años del siglo pasado que afectaron a la vida
política, social, económica, cultural, y familiar. Estos cambios afectaron
especialmente a los jóvenes.
Y como la Literatura nunca se ha
mantenido al margen de las transformaciones sociales, y suele reflejar esos
cambios, he estudiado el tratamiento que aquella ha otorgado a los valores
éticos imperantes en nuestra sociedad.
También he prestado atención a los
valores sociales respecto a la dignidad de la persona, a la tolerancia, a la
libertad, a la autoestima, a la justicia, al respeto al medio ambiente, a la
solidaridad, al diálogo, a la conciencia crítica, porque todos ellos están presentes
en las obras literarias e influyen en los lectores.
Así mismo he analizado el tratamiento
que esos principios morales tienen en la obra de Jordi Sierra i Fabra durante
ese período de tiempo que abarca este trabajo de investigación y los he
catalogado siguiendo una determinada taxonomía de valores.
La presente tesis doctoral está estructurada en seis capítulos:
Los dos primeros analizan los cambios
llevados a cabo en la sociedad española entre 1983 y 2003, y la magnitud de los
valores educativos.
El tercero se refiere a la Literatura.
El cuarto está dedicado a analizar el
compromiso social en la obra de Jordi Sierra i Fabra.
El quinto recoge las conclusiones y el
sexto, la bibliografía.
El primero: “Aproximación a la
sociedad española entre 1983-2003”.
En él he efectuado un acercamiento a los
cambios más importantes que durante estas dos décadas afectaron a nuestra
sociedad.
Al comienzo de la década de los ochenta
la sociedad española se esforzaba por afianzar la democracia en todas las
instituciones y se encontraba inmersa en un período de grandes cambios.
Son muchas las diferencias que se
aprecian en la familia, la educación, la sanidad, la tecnología, los servicios
sociales, o en la economía, por ejemplo, si se compara la sociedad de
principios del siglo XXI con la de los años ochenta.
El segundo: Magnitud de los valores educativos.
Una muestra de la importancia que adquieren los valores éticos en una sociedad democrática es la vasta bibliografía dedicada a ellos que han elaborado expertos de todas las naciones y su reflejo en documentos tan importantes para nuestra civilización como la Declaración de los Derechos Humanos, la Declaración de los Derechos del Niño, el proyecto de Constitución Europea, la Constitución Española, los distintos Estatutos de Autonomía españoles, y en todas las leyes educativas promulgadas hasta hoy como la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo o en Ley Orgánica de Educación.
Todos los principios morales recogidos
en los documentos antes citados se han de poner en práctica. Y el éxito de esta
ardua empresa va a depender de los educadores, profesores, políticos y
gestores, pues no sólo los centros escolares educan, y la influencia de estos
últimos se ve cada día más recortada.
Además, he de recordar que los valores éticos
que fundamentan la base de una sociedad moralmente aceptable han estado y están
presentes en la Literatura Universal y por ende, en la denominada Literatura
Infantil y Literatura Juvenil.
El tercero: La Literatura.
Entre 1983 y 2003, la Literatura se ha
ido transformando con la sociedad española.
Con la llegada de la democracia y la
desaparición de la censura, en el campo de las letras surgieron deseos de
conocer las obras que permanecieron prohibidas por el anterior régimen y las
tendencias literarias europeas, comenzando una época de experimentación
literaria.
La Literatura Infantil y la Juvenil
también sufrieron grandes cambios en estas dos décadas, aunque ya en los años
setenta se comenzó a escribir una nueva literatura que intentaba liberar las costumbres
y erradicar la literatura moralizante y conservadora que pretendía educar a
niños y a jóvenes por medio de normas sociales obsoletas, acordes con las
costumbres de otra época.
Como durante la década de los setenta la
sociedad sufrió importantes cambios que afectaron a la concepción que se tenía
sobre la infancia y la juventud, los autores que escribían para los más jóvenes
olvidaron el sentido de protección y aislamiento al que se sometía a la
infancia y comenzaron a escribir sobre problemas de autoritarismo, libertad,
tolerancia, ecología…
Los temas preferidos en la década de los
ochenta siguieron la misma línea marcada en la anterior: gran presencia de
temas sociales como el respeto, la vida placentera, la ecología, algunas
trasgresiones del orden establecido, la falta de apoyo social a determinados
sectores juveniles, la delincuencia, etc.
Todos los temas, que tradicionalmente
han sido vedados a los niños por los adultos, tienen cabida en esta nueva etapa
literaria: los personajes rompen las reglas de urbanidad, buscan su identidad,
se enfrentan a problemas de salud e incluso a la muerte, y defienden la
convivencia y la solidaridad.
Estos cambios literarios trajeron
consigo nuevos proyectos editoriales para el público infantil y juvenil en
cuyos catálogos predominan escritores españoles, en clara oposición a lo que
sucedía en la década anterior.
Y una mayor permisividad social trajo
consigo que los narradores expusieran en sus obras la realidad de forma cruda
sin marcar diferencias nítidas entre el bien y el mal, ni despejar dudas sobre
la ambigüedad en el comportamiento del ser humano.
La década de los noventa avanzó sobre
los mismos temas, pero se ocupó también de la inmigración, de las familias
monoparentales, de la violencia doméstica, del consumo de drogas, de las nuevas
enfermedades, así como de los conflictos psicológicos, y de la
multiculturalidad.
En el inicio del siglo XXI la Literatura
pasa a considerarse un bien más de consumo y las editoriales buscan unos textos
que sean atractivos para los lectores, abordando todo tipo de temas sin olvidar
los asuntos más crudos de la vida, aunque no se intenten analizar las causas y
las consecuencias de determinadas acciones que simplemente son relatadas como
un fenómeno ajeno, con un estilo cinematográfico.
Los temas tratados en la Literatura
Infantil y Juvenil en el inicio del siglo XXI siguen siendo los mismos que en
la década anterior, aunque ocupan más espacio los conflictos bélicos, los
ataques o accidentes ecológicos y los relacionados con las conmemoraciones
culturales de gran calado.
El cuarto: El compromiso
social en la obra de Jordi Sierra i Fabra.
Para elaborar este capítulo analicé 108
obras escritas por Jordi Sierra y Fabra; de ellas, 45 están catalogadas para un
público infantil; 53, para jóvenes, y 10, para adultos.
Un primer acercamiento a los valores
éticos que encierran las distintas obras estudiadas resalta aquellos aspectos
que se pueden considerar relevantes para las relaciones del hombre con sus
semejantes, con otros seres vivos, con los elementos creados por la mente
humana y con todo aquello que constituye el corolario de nuestra civilización.
Para organizar y catalogar mejor el
análisis pormenorizado de cada obra, opté por clasificar los valores siguiendo
una taxonomía de reconocido prestigio académico, recayendo la elección en la de
Quintana Cabanas porque es la que mejor compendia, a mi entender, los valores
morales, estructurados en cinco apartados: valores físico-vitales,
afectivo-psicológicos, socioculturales, ideo-racionales y anímico-espirituales.
Respecto a los valores físico-vitales, he de
decir que el autor estudiado es un defensor a ultranza de una forma de vida que
mejore las condiciones saludables de todos los seres vivos.
En sus obras de anticipación y ciencia ficción,
tanto los personajes máquinas como los humanos se preocupan de la salud, pues
es un tema de suma importancia y, según el autor vaticina, en el futuro habrán
desaparecido enfermedades consideradas hoy sin curación posible y vicios que
azotan la sociedad actual: tabaco, alcohol y demás drogas.
En las obras actuales de corte realista,
se descubre una multitud de situaciones donde la salud ocupa un plano
principal.
La salud y los hábitos
correctos para alcanzar una mejor calidad de vida están patentes en casi todas
las obras, bien presentando un personaje que defiende una sociedad libre de
humos como en La fábrica de nubes, o unos jóvenes
que aborrecen fumar en Rabia y
en Casting, hasta otros que rechazan el consumo de drogas
sintéticas en Campos de fresas y en El mensajero del miedo, sin olvidar la señora
hipocondríaca, en Tortilla de aspirinas.
El alcohol como causante de la degradación física y moral de la persona está presente en obras de su primera época como Noche de viernes y otras más recientes como Retrato de un adolescente manchado y El mensajero del miedo.
Además se ocupa de la
donación de órganos en dos obras: Malas tierras,
y Donde esté mi corazón.
Otro valor físico-vital lo aporta el
escenario donde se desarrolla la trama de sus novelas. Las obras seleccionadas
reflejan ambientes muy distintos, los personajes se desenvuelven en lugares
céntricos de grandes ciudades, barrios elegantes y burgueses, barriadas
marginales, zonas de chabolas, arrabales, una selva, una isla, o una ciudad
artificial. Estos escenarios pueden estar en España, EE.UU., México, Cuba, la
selva amazónica, la isla de Pascua, o en el espacio sideral.
El maltrato en
familia, por fin, es analizado en más de una obra. Tiene repercusión en Noche de viernes, Nunca seremos estrellas del
rock, Las Furias, y La estrella de la mañana.
Sobre los valores afectivo-psicológicos,
Sierra i Fabra presta especial atención
al equilibrio y a la paz interior, como aglutinantes de todos los valores
afectivos-psicológicos del individuo, por cuanto todo ello redunda en la salud
mental de la persona.
El escritor catalán sabe que la vida no
es siempre placentera, por lo cual, sus personajes, ya sean niños, jóvenes o
adultos han de enfrentarse a sinsabores y momentos dichosos en el transcurso de
su existencia; la suma de todas estas experiencias configurará la personalidad
de los protagonistas.
La afectividad, la emoción, los
sentimientos, están presentes en sus obras, aunque en distinto grado de
intensidad; por ello es importante resaltar cómo algunos seres-máquinas del
futuro imaginado por el autor tienen sentimientos casi humanos, aunque otros
renieguen de los mismos, pues consideran que los sentimientos son factores
incontrolados de las personas, y por tanto, carentes de toda lógica.
Lo que sí comparten las máquinas con los
hombres es la satisfacción de vivir; Sierra i Fabra resalta el valor de la vida
hasta tales extremos que todos los seres dotados de la misma se sienten felices
y contentos por poder disfrutarla.
Quienes más la valoran
son las personas que más cerca estuvieron de perderla, como es el caso de la
protagonista de Donde esté mi corazón, y su familia
más cercana, como ocurre en Malas tierras.
Y el amor, motor de la
vida, es tratado por este autor desde distintas perspectivas. En las novelas
juveniles cuando está presente es para resaltar su importancia en la formación
de la personalidad de adolescentes y jóvenes, como ocurre en La estrella de la mañana, Dormido sobre los espejos o Una (simple) historia de amor.
Como contravalor se
manifiesta cuando el joven no entiende las relaciones de pareja si no es
sometiendo a la chica a sus dictados como sucede en Noche de viernes, o cuando, por diferentes motivos, el
desamor, el rechazo o la violencia ocupan su espacio entre los miembros de la
pareja, así se percibe en: Regreso a La Habana o Sin tiempo para soñar.
Mucho amor y
comprensión piden los personajes de Sierra i Fabra mermados de algunas
facultades físicas o mentales, como ocurre a Chelsea Thomas, afectada por el
síndrome de Moebius, en La niña que no podía reír,
o a Pablo, con síndrome de Down, protagonista de Soy especial para mis amigos, ¿Qué seré cuando sea mayor? y
de Mis hermanos y yo.
Una buena autoestima,
así como la amistad y las buenas compañías van a favorecer la vida emocional de
las personas y Sierra i Fabra, consciente de ello, muestra en algunas obras su
importancia para superar diferentes problemas en Seis historias en torno a Mario, Campos de fresas, El niño que vivía en las
estrellas, La música del viento…
Los personajes que
carecen de una buena autoestima y no cuentan con el apoyo afectivo necesario
sucumben ante problemas que alteran su mente, como refleja El dolor invisible.
En cuanto a los valores socioculturales.
En este apartado se destaca la
importancia de las relaciones familiares en la vida de las personas, así como
el valor de la convivencia pacífica y solidaria frente a situaciones violentas
que marginan socialmente a una parte de la población.
Nuestro autor trata la
familia como un factor fundamental en la formación del individuo, es decir,
como el pilar básico en la vida de la persona y para él está tan asumido el
papel a desempeñar por aquella y su trascendencia, que hasta los seres creados
por el hombre con inteligencia artificial desean formar la suya propia, como
ocurre en Martes XXIII, Las voces del futuro o Tres (historias de terror).
Resalta el valor de la
familia como piedra angular en la construcción de la personalidad de niños y
jóvenes, en obras como Sietecolores,
o Zonas interiores, junto a otras que representan su
valor opuesto, es decir, modelos de familias desestructuradas o inexistentes,
tal como se puede leer en Retrato de un adolescente
manchado o El rostro de la multitud.
Sierra i Fabra siempre apuesta por una
forma de vida en paz con todos y con todo, desea que sus personajes formen
parte de una sociedad solidaria con los más débiles, que respete las normas
democráticas establecidas, el medio ambiente, la flora y la fauna.
Además, se muestra sumamente crítico con
los comportamientos que alteran la normal convivencia. Critica abiertamente la
guerra y los sufrimientos que provoca, la utilización de armas devastadoras
como las minas antipersona, el alistamiento de niños en ejércitos regulares o
en los grupos paramilitares, y la persecución de cualquier persona por sus
ideales.
Ejemplos que confirman
estos aspectos se pueden encontrar en obras como El soldado y la niña, Donde el viento da la
vuelta o Un hombre con un tenedor en una
tierra de sopas.
Tampoco deja de
manifestarse contra la esclavitud, la explotación infantil, el maltrato a
personas y animales, la insolidaridad, etc., en títulos como La piel de la memoria, La música del viento o Aydin.
Al igual que se ocupa
de las consecuencias de un acto terrorista en El tiempo del olvido,
o de los denominados “desparecidos” argentinos y chilenos en las páginas
de La memoria de los seres perdidos, El peso del silencio, o Víctor
Jara.
También trata el tema
del racismo en otras obras como Frontera y Noche de luna en el Estrecho; o recurre al humor para
tratar la discriminación de las personas que son distintas, en obras como Cabello blanco en cabeza peluda.
Respecto a los valores ideo-racionales he
de decir que…
En este apartado se analizan las obras
de Sierra i Fabra donde el conocimiento es la base para afrontar los desafíos
de nuestra civilización y sirven para demostrar la verdad de todos los
fenómenos que suceden a nuestro alrededor, teniendo presente que “nada hay más
fuerte que el poder de la mente”, como recuerda el autor.
Para nuestro escritor, si el ser humano
únicamente pensase de forma racional sería semejante a cualquier máquina dotada
de inteligencia artificial, pero afortunadamente las personas disponemos de una
chispa de energía no racional que marca las diferencias entre nosotros.
Sierra i Fabra llega a
esta afirmación después de demostrar que las máquinas inteligentes creadas por
el hombre no progresan en conocimientos si el hombre no introduce en sus
programas los datos pertinentes, pues son incapaces de plantear una solución
novedosa a una cuestión no recogida en sus archivos, como queda reflejado en la
trilogía El ciclo de las Tierras.
No hay duda de que el
conocimiento es la base de toda instrucción, y que sin él no es posible el
progreso de la humanidad. Muestras de ello se encuentran en La nave fantástica, Relatos galácticos o Los elegidos.
Este proceso puede ser
un bien para la humanidad, o puede ser utilizado para conseguir un beneficio
propio o para destruir a los enemigos, como se refleja en Marte XXIII y en Las voces del futuro.
Sierra i Fabra
considera imprescindible la figura del profesor en todo proceso de
enseñanza-aprendizaje, dejando constancia de ello en El asesinato del profesor de matemáticas, Rabia, Las Furias, La biblioteca de los libros vacíos, entre otros
títulos.
También el escritor es
un personaje clave en sus obras; dispuesto a ayudar a los jóvenes que desean
dedicarse a la literatura. Se puede comprobar en las páginas de El fabuloso mundo de las letras, El último verano miwok, El hombre
que perdió su imagen y Donde el viento da la vuelta.
Junto al escritor y al
maestro está presente en numerosas obras el periodista, persona que antepone
los intereses profesionales a los personales, dedicándose al periodismo de
investigación y desdeñando el sensacionalismo de la prensa denominada amarilla
en Las chicas de alambre, Tiempo
muerto, Un hombre con un tenedor en una
tierra de sopas o En un lugar llamado guerra.
También la creatividad
ayuda a formar mentes equilibradas; la música, es fundamental al respecto.
Siendo elemento destacado en obras como Mi primer libro de Ópera, La balada de Siglo XXI, Concierto
en sol mayor, o El joven Lennon; y
en clave de humor, también lo es en Cuando los genios andan sueltos.
En el apartado dedicado a los valores
anímico-espirituales, se puede destacar que la obra de Jordi Sierra i Fabra
está repleta de referencias a la moralidad, a la paz interior, al sentido de
trascendencia, e incluso al sentimiento religioso, si se tienen en cuenta las
veces que se nombra a Dios, las citas de pasajes bíblicos, los consejos para
llevar una vida digna y solidaria, las menciones de diversas religiones, pero
no encontraremos en sus obras adoctrinamiento ni defensa de ninguna religión
concreta.
El autor diseña una sociedad futura
donde los diferentes dioses y la multitud de confesiones existentes en la
actualidad han desaparecido.
De la lectura de sus
obras trasciende su formación judeocristiana, así, en Los elegidos se lee que el primer ser creado en la
nave espacial se llama Adán.
Jesucristo, Adán y
Eva, Sodoma y Gomorra, Armagedón, son personas y lugares citados …en un lugar llamado Tierra, primera parte de la
trilogía titulada El ciclo de las Tierras.
En Kaopi, en El último verano miwok y
en La piel de la memoria se hacen referencias a
creencias primitivas y a formas de pensar que hoy se consideran arcaicas.
En La música del viento narra diversas celebraciones
religiosas hinduistas.
Si hace referencia al
Islam, comenta las creencias de sus seguidores y nombra algunos de los
preceptos religiosos por los que se rigen, o critica los aspectos más
intransigentes de los creyentes musulmanes, especialmente aquellos que afectan
a la convivencia democrática, o atentan contra la libertad de la mujer, como se
refleja en Frontera.
Por último, he de resaltar que en toda
su obra se manifiestan sentimientos de solidaridad, fraternidad, amistad, etc.,
los cuales trascienden las relaciones personales para transformarse en un ideal
de vida que favorece la convivencia entre los seres humanos y la de éstos con
el resto de los seres que pueblan el planeta, otorgando a las personas la
dignidad suficiente para sentirse en paz consigo mismo y con los demás.
No quisiera finalizar esta exposición
sin añadir que la producción literaria de Jordi Sierra i Fabra no se ha
detenido y que desde el año 2003 ha añadido a su larga lista de obras
publicadas, otras 22 obras dirigidas al público juvenil, 28 al infantil y 12 al
público en general, habiendo alcanzado un total de 316 obras publicadas hasta
el día de hoy.
Y que este año ha
recibido el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por su obra Kafka y la muñeca viajera, y también el Premio Bancaixa
Ciutat d’ Alzira de Narrativa Juvenil por Els focs de la memoria.
Posdata
Esta tesis doctoral fue leída y defendida por su autor el día 17 de diciembre de 2007, en la Sala de Juntas Rodríguez de Berlanga, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Málaga, a las diez horas y treinta minutos, ante el tribunal constituido por:
Presidente:
Gabriel Núñez Ruiz, de la Universidad de Almería;
Secretaria:
Amparo Quiles Faz, de la Universidad de Málaga.
Vocales:
Pascuala Morote Magán, de la Universidad de Valencia.
Gloria García Rivera, de la Universidad de Extremadura.
Eloy Martos Núñez, de la Universidad de Extremadura.
La tesis fue dirigida por el Dr. D. Antonio Gómez Yebra, Jefe del
Departamento de Filología II y Teoría de la Literatura de la UMA.
El tribunal otorgó al doctorando, unánimemente, la máxima nota, siendo la
calificación obtenida de SOBRESALIENTE CUM LAUDE.
El 7 de marzo de 2012, la Comisión de Doctorado de la Universidad de
Málaga le otorgó el PREMIO EXTRAORDINARIO DE DOCTORADO a esta tesis doctoral.
Si alguien tiene interés en leer la tesis completa puede hacerlo a través de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes pinchando aquí.
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