miércoles, 29 de enero de 2020

"El salvaje Uff…busca un hogar" de Michael Petrowitz


El salvaje Uff…busca un hogar
Texto: Michael Petrowitz
Ilustración: Benedikt Beck
Traducción: Marinella Terzi
Editorial Edebé
Colección El salvaje Uff
ISBN 978-84-683-4082-1
140 x 210 mm, 224 páginas
10,50 €, (8 años) 2019.



Por José R. Cortés Criado.

Simon es mi amigo. Y los amigos se ayudan, aunque ni les vaya ni les venga. Así te sientes bien.” Michael Petrowitz: El salvaje Uff…busca un hogar


Lio es un jovencito que quiere quedar bien delante de sus amigos y no duda en coger el helicóptero de juguete sin permiso de sus padres y salir al campo a demostrar sus habilidades aeronáuticas, pero cuando sus colegas lo animan realizar una acrobacia mayor, el aparato cae en la mina.

La mina es un lugar peligroso, es el campo de trabajo del Profesor Dr. Dr. Snaida, está totalmente prohibido entrar en esa zona, todos temen por que sus vidas corren peligro allí dentro, ese profesor anda en busca de una criatura extraña de hace 66 millones de años, un Uff.

Pues el pequeño Lio, en su intento por recuperar su juguete cae, provocando un pequeño derrumbamiento y aparece una criatura peluda de intenso color azul que enseguida congenia con él y se mete en su mochila huyendo del profesor, es un Uff y cree que quiere comérselo.

Lio se aterroriza ante las malas pulgas del señor, inventa su mejor excusa y sale corriendo del lugar; además Snaida ha recibido una carta en la que le anuncian la retirada de los fondos para su investigación si no muestra algún progreso en su búsqueda.

Lio corre a casa, tiene que tener mucho cuidado, porque lo pueden ver sus padres o su hermana; además, su vecino y casero le tiene prohibido pisar su césped y pasar cerca de sus tulipanes, así que superando esos peligros lo introduce en su dormitorio, pensando en mostrárselo mañana a sus amigos, los que huyeron de la mina, para demostrar su valía y comienzan los problemas.

En el dormitorio las cosas no van como quisiese Lio, llega a un acuerdo con Uff tras comerse un plato y desarreglar algo el dormitorio; peor fue al día siguiente cuando se comió los tulipanes del casero y en el colegio se dedicó a pintar en las paredes del salón de actos a la directora de forma poco decorosa, comerse los timbres de las bicicletas de los alumnos y huir del profesor Snaida que anda tras su pista, modificar los correos electrónicos de la directora a sus padres...

La vida se le complica a Lio. Uff se lo pasa en grande divirtiéndose de lo lindo con los nuevos descubrimientos que realiza continuamente, los nuevos sabores, nuevas cuevas donde habitar, nueva familia, hasta es capaz de comunicarse telepáticamente y acceder a los modernos aparatos electrónicos.

Menos mal que su hermana Amelie congenia con Uff y es su aliada parea defenderlo ante todos, sobre todo del siniestro profesor al que confunden con una explosión en la cantera, hasta los padres de Lio aceptan al visitante y lo dejan vivir con ellos, pues la vida se les ha vuelto más interesante desde que conocieron a ese ser que haciendo uso de sus conocimientos y los que adquiere sobre la marcha da muestras de gran humor y suma ironía.

La historia está contada con mucha gracia, se lee con suma facilidad y los lectores se divierten ante las situaciones tan disparatadas a las que el pobre niño ha de enfrentarse por culpa de su nuevo amigo, que desconoce las normas sociales, las dobles intenciones de algunas palabras y no sabe mentir ni interpretar ciertas actitudes que los humanos vemos con normalidad. Su sinceridad es enorme y eso suele acarrear algunos problemas en determinadas situaciones.

Seguro que los pequeños lectores comprenden a tan especial personaje y se divierten con sus actuaciones frente a las personas.

El texto se complementa con unas muy expresivas ilustraciones en blanco y negro de Benedikt Beck, que nos muestra un original Uff y unos chicos despiertos y animosos como son Lio, Lotta y el resto de sus amigos.

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