El camino de la montaña
Texto e ilustración:
Marianne Dubuc
Traducción: Mercedes
Corral
Colección Álbumes
ilustrados
ISBN 978842614528-4
150 x 220 mm, 76 páginas
15 €, (+ 7 años) 2019.
Por José R. Cortés Criado.
“Poco a poco, la montaña de la señora Tejón se convierte en la montaña de Leo”. Marianne Dubic: El camino de la montaña
Nos cuenta la entrañable historia de la señora Tejón. Una señora muy mayor que conserva cosas curiosas en su cocina, ya sea una piedra muy suave, un trozo de loza, un nido de pinzón abandonado o arena de la playa.
Ella vive al pie de una montaña y todos los domingos camina hasta su cima. Conoce perfectamente el camino y saluda a todos los habitantes del campo, amigos de siempre, como el gorrión Federico o el zorro Alejandro.
Ayuda desinteresadamente a todo el que se tropieza en su camino, ya sea regalándole setas, ayudándole a caminar e incluso compartiendo su comida. Hecho que hace con un compañero de paseo inesperado, un gatito.
Este no se decide a acompañarlas porque es muy pequeño, aunque al final ambos suben hasta la cima y observan las maravillosas vistas. La señora Tejón le enseñó cómo caminar y le buscó un bastón adecuado. El gato Leo aprende rápido y no solo a caminar por el campo, también a ayudar a los demás.
Tampoco deja de preguntar a su protectora sobre todo, ya sea porque quiere saber para que tienen los árboles hojas, a lo que la señora le responde que son para saludar al sol, o a dónde van las hormigas, ella le responde que a donde él camino las lleve. En fin, respuestas cargadas de lógica aunque carente de rigurosidad científica, la señora Tejón es feliz y sabe contagiarla a las personas cercanas.
Estos dos amigos comienzan a subir a la cima todas las semanas. La señora Tejón ayuda a pequeño gato a escalar y le muestra todos los pasajes maravillosos del camino y una gran cantidad de amigos diferentes.
Con el paso del tiempo la señora Tejón comenzó a cansarse y necesitó la ayuda del gatito para llegar a la cima, se intercambiaron los papeles, hasta que cierto día ella dejó de subir; el gato subía solo, le traía cosas curiosas que encontraba por el camino y le contaba su aventura.
Hasta que cierto día se siente espiado por un conejo con el que termina compartiendo la comida y recorriendo el camino hasta la cima, reiniciándose la historia.
“Poco a poco, la montaña de la señora Tejón se convierte en la montaña de Leo”. Marianne Dubic: El camino de la montaña
Nos cuenta la entrañable historia de la señora Tejón. Una señora muy mayor que conserva cosas curiosas en su cocina, ya sea una piedra muy suave, un trozo de loza, un nido de pinzón abandonado o arena de la playa.
Ella vive al pie de una montaña y todos los domingos camina hasta su cima. Conoce perfectamente el camino y saluda a todos los habitantes del campo, amigos de siempre, como el gorrión Federico o el zorro Alejandro.
Ayuda desinteresadamente a todo el que se tropieza en su camino, ya sea regalándole setas, ayudándole a caminar e incluso compartiendo su comida. Hecho que hace con un compañero de paseo inesperado, un gatito.
Este no se decide a acompañarlas porque es muy pequeño, aunque al final ambos suben hasta la cima y observan las maravillosas vistas. La señora Tejón le enseñó cómo caminar y le buscó un bastón adecuado. El gato Leo aprende rápido y no solo a caminar por el campo, también a ayudar a los demás.
Tampoco deja de preguntar a su protectora sobre todo, ya sea porque quiere saber para que tienen los árboles hojas, a lo que la señora le responde que son para saludar al sol, o a dónde van las hormigas, ella le responde que a donde él camino las lleve. En fin, respuestas cargadas de lógica aunque carente de rigurosidad científica, la señora Tejón es feliz y sabe contagiarla a las personas cercanas.
Estos dos amigos comienzan a subir a la cima todas las semanas. La señora Tejón ayuda a pequeño gato a escalar y le muestra todos los pasajes maravillosos del camino y una gran cantidad de amigos diferentes.
Con el paso del tiempo la señora Tejón comenzó a cansarse y necesitó la ayuda del gatito para llegar a la cima, se intercambiaron los papeles, hasta que cierto día ella dejó de subir; el gato subía solo, le traía cosas curiosas que encontraba por el camino y le contaba su aventura.
Hasta que cierto día se siente espiado por un conejo con el que termina compartiendo la comida y recorriendo el camino hasta la cima, reiniciándose la historia.
Bonita lección. El mayor ayuda al pequeño hasta que no
necesita su ayuda y más tarde el joven ayuda al mayor cuando sus fuerzas
desaparecen, siguiendo el proceso evolutivo de la vida y, sobre todo, siguiendo
el modelo de solidaridad con los demás.
Me ha encantado la historia, como otras de la misma autora, está llena de sensibilidad y buenas intenciones, seguro que todos nos vemos reflejados, ya sea como persona mayor o cómo jovencito que aprende a convivir con los demás.
El intimista texto se acompaña de simpáticos dibujos que nos muestran a todos los personajes en su medio ambiente. Llama la atención la vitalidad y cariño de sus protagonistas y los paisajes por donde deambulan.
Muy graciosos son los caminos que recorren, el mapa que nos marca todos los caminos que parten desde la casa de la señora Tejón, los dibujos explicativos sobre el bastón, las setas o el buitre cabecirrojo.
Sin duda gustará a grandes y pequeños porque tiene la magia que lo hace imperecedero y apto para todas las edades.
Este álbum ilustrado ha obtenido los siguientes premios:
Me ha encantado la historia, como otras de la misma autora, está llena de sensibilidad y buenas intenciones, seguro que todos nos vemos reflejados, ya sea como persona mayor o cómo jovencito que aprende a convivir con los demás.
El intimista texto se acompaña de simpáticos dibujos que nos muestran a todos los personajes en su medio ambiente. Llama la atención la vitalidad y cariño de sus protagonistas y los paisajes por donde deambulan.
Muy graciosos son los caminos que recorren, el mapa que nos marca todos los caminos que parten desde la casa de la señora Tejón, los dibujos explicativos sobre el bastón, las setas o el buitre cabecirrojo.
Sin duda gustará a grandes y pequeños porque tiene la magia que lo hace imperecedero y apto para todas las edades.
Este álbum ilustrado ha obtenido los siguientes premios:
Prix
littéraire du Gouverneur Général 2018
Prix jeunesse des bibliothèques de la
Ville de Montreal 2018
Prix TD de littérature jeunesse 2018
Prix Harry Black
2018.
Si quieres conocer otros siete libros comentados en este blog de Marianne Dubuc pincha aquí.
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