La bufanda más grande del mundo
Texto: Diego Arboleda
Ilustración: Eugenia Ábalos
Colección Sopa de Libros
ISBN 978-84-698-4831-9
130 x 205 mm, 96 páginas
(+ 8 años) 9,20 €, 2019
Por José R. Cortés Criado.
“Los hilos invisibles son muy importantes, como el hilo interminable que te une al lugar donde vives, el hilo de risas que une a dos amigos o el,hilo irrompible que une a dos hermanos”. Diego Arboleda: La bufanda más grande del mundo.
El autor del texto comienza hablándonos de los distintos hilos existentes, los visibles, los invisibles, los de palabras, los de pescar, los gruesos, los finos, los rojos, los grises,los...
y una vez aclarado lo de los hilos nos presenta a dos protagonistas, dos hermanas gemelas a las que es difícil de distinguir, una es Ana y otra, Ari. Ambas aman la fotografía y trepar por todas partes, además de intentar solucionar los problemas de su entorno.
Ambas viven en la Ciudad de las Chimeneas, además de chimeneas hay brujos, muchos brujos que hacen la vida más divertida, incluso un gigante que ayuda a la comunidad pero como todo lo bueno no perdura, también tiene un gobernante, Avieso Creto, al que no le gustan los magos, ni los gigantes, ni los hilos mágicos ni nada y se pasa el día ordenando.
Este gobernante es poco amigable, quiere ser el mejor y más listo de la ciudad pero no lo es y eso le enfurece, sobre todo cuando su corte de aduladores no le ofrece soluciones a los problemas de su gobierno.
Pero gracias a ambas niñas y al gigante, consiguieron enviarlo un poco lejos y que los magos volvieran a la ciudad para que así recuperen sus habitantes las ganas de vivir.
La historia está muy bien hilvanada, las ingeniosas ocurrencias de Ana y Ari hacen que los pequeños lectores se diviertan y comprendan sus preocupaciones, siempre por el bien de todos.
Y esa bufanda enorme que le hace el brujo tejedor inencontrable al gigante soluciona muchos problemas, no solo los resfriados de este, sino que un solo hilo sirve para abrigar al gobernador cuando habita en ese lugar lejano con un extraño ser que come piedras.
Y el lector descubre al final que hay un hilo invisible que acompaña al hombre desde siempre, es el hilo de las palabras, ese que hace que alguien cuente algo y otra persona permanezca unido a él porque escucha, al igual que el hilo de este cuento que nos ha atado a escritor y lectores.
El libro está ilustrado por Eugenia Ábalos con coloristas dibujos que nos muestran la ciudad de las grandes chimeneas, los simpáticos magos con extraños atuendos, las brujas con escobas voladoras, el gobernador con sombrero de chistera, las mentes pensantes que asesoran al gobernador, lástima que sus cabezas con forma de bombilla terminen fundidas, el enorme gigante y el monstruo que se alimenta de piedras, todo peludo.
Bonita historia que hará pasar un buen rato a los pequeños lectores que aman las aventuras y la magia, y saben ponerla al servicio de la inteligencia para acabar con el poder absoluto.
“Los hilos invisibles son muy importantes, como el hilo interminable que te une al lugar donde vives, el hilo de risas que une a dos amigos o el,hilo irrompible que une a dos hermanos”. Diego Arboleda: La bufanda más grande del mundo.
El autor del texto comienza hablándonos de los distintos hilos existentes, los visibles, los invisibles, los de palabras, los de pescar, los gruesos, los finos, los rojos, los grises,los...
y una vez aclarado lo de los hilos nos presenta a dos protagonistas, dos hermanas gemelas a las que es difícil de distinguir, una es Ana y otra, Ari. Ambas aman la fotografía y trepar por todas partes, además de intentar solucionar los problemas de su entorno.
Ambas viven en la Ciudad de las Chimeneas, además de chimeneas hay brujos, muchos brujos que hacen la vida más divertida, incluso un gigante que ayuda a la comunidad pero como todo lo bueno no perdura, también tiene un gobernante, Avieso Creto, al que no le gustan los magos, ni los gigantes, ni los hilos mágicos ni nada y se pasa el día ordenando.
Este gobernante es poco amigable, quiere ser el mejor y más listo de la ciudad pero no lo es y eso le enfurece, sobre todo cuando su corte de aduladores no le ofrece soluciones a los problemas de su gobierno.
Pero gracias a ambas niñas y al gigante, consiguieron enviarlo un poco lejos y que los magos volvieran a la ciudad para que así recuperen sus habitantes las ganas de vivir.
La historia está muy bien hilvanada, las ingeniosas ocurrencias de Ana y Ari hacen que los pequeños lectores se diviertan y comprendan sus preocupaciones, siempre por el bien de todos.
Y esa bufanda enorme que le hace el brujo tejedor inencontrable al gigante soluciona muchos problemas, no solo los resfriados de este, sino que un solo hilo sirve para abrigar al gobernador cuando habita en ese lugar lejano con un extraño ser que come piedras.
Y el lector descubre al final que hay un hilo invisible que acompaña al hombre desde siempre, es el hilo de las palabras, ese que hace que alguien cuente algo y otra persona permanezca unido a él porque escucha, al igual que el hilo de este cuento que nos ha atado a escritor y lectores.
El libro está ilustrado por Eugenia Ábalos con coloristas dibujos que nos muestran la ciudad de las grandes chimeneas, los simpáticos magos con extraños atuendos, las brujas con escobas voladoras, el gobernador con sombrero de chistera, las mentes pensantes que asesoran al gobernador, lástima que sus cabezas con forma de bombilla terminen fundidas, el enorme gigante y el monstruo que se alimenta de piedras, todo peludo.
Bonita historia que hará pasar un buen rato a los pequeños lectores que aman las aventuras y la magia, y saben ponerla al servicio de la inteligencia para acabar con el poder absoluto.
Si quieres conocer dos libros comentados en el blog de Diego Arboleda pincha aquí.
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