miércoles, 19 de marzo de 2025

"Bajo el asfalto, la flor" de Mónica Rodríguez

Bajo el asfalto, la flor
Texto: Mónica Rodríguez
Ilustración: Rocío Anaya
Editorial A fin de cuentos
ISBN: 978-84-19684-31-8
200 x 275 mm, 32 páginas
Tapa dura, (+ 9 años)
18 €, 2025.



Por José R. Cortés Criado.



“Y junto a la flor, un valle. / Y en el valle, un bosque, un río. / Y también un niño. /. Que le contaba secretos a la flor. / Justo aquí, bajo el asfalto.” Mónica Rodríguez: Bajo el asfalto, la flor.

¡Qué libro más bonito! Es una delicia leer página tras página la vida interior de este niño junto a su flor, esa que estaba ahí, donde el asfalto, no hace mucho tiempo.

La historia empieza in medias res y tras hacernos ver la urbanización de un pueblo nos lleva a tiempos pretéritos cuando aquello no era ciudad, sino naturaleza salvaje, por eso comienza narrándonos que hoy no hay flor, hoy hay asfalto; y donde está la farola, había un árbol; y donde la calle de cemento, una tierra verde y un río; y que en este bordillo, junto a la alcantarilla, es donde crecía la flor.

Mónica Rodríguez nos retrotrae en el tiempo, a cualquier ciudad o pueblo, en ese momento en el que la urbe no existía y todo era campo con valles, montañas, ríos, árboles…y flores, y nos presenta a una familia de vendedores ambulantes que acampaban en medio del camino, en su periplo de pueblo en pueblo vendiendo sus productos.

Y nos muestra un niño, León, con una sensibilidad especial. Aprecia el valor de una flor, de una simple y linda flor, a la que cuida para que ninguno de sus hermanos la pisotee o la troche, ni se la coma la mula familiar. Y a ella se dirige para contarle sus sentimientos y junto a ella se tumba para ver el cielo y soñar, es su íntima amiga.

A través de sus ojos y sus palabras sabemos de la vida errante de su familia, de cómo son sus miembros, de su forma de vivir y de la importancia de disfrutar de la belleza de esa efímera flor, porque León sabe muy bien que cuando regrese a este lugar ya no estará la misma flor.

León entendía el lenguaje de los árboles y miraba las estrellas y soñaba con Camila, una niña que conoció cuando su familia acampó en otro lugar anterior y de la que se enamoró, pero como su familia deambulaba de aquí para allá, a nadie preocupó el amor del niño y siguieron su camino.

Junto a la vida trashumante, al amor dejado atrás y a la belleza de la flor vemos la evolución de nuestra civilización que asfalta el campo que vimos de pequeño y ya no existe, al igual que dejamos atrás recuerdos y vivencias que ya no vuelven.

Otro gran libro que se ve engrandecido gracias a las intensas ilustraciones de Rocío Araya que nos muestra ese asfalto gris y la fuerza del color de una simple flor capaz de resquebrajar el cemento y la intensidad de las distintas tonalidades, sobre todos las verdes de la naturaleza en contraste con el gris triste de la ciudad, los cielos estrellados y la luz solar.

Un excelente álbum ilustrado que gustará a grandes y pequeños y que nos hace pasar un buen rato de lectura sosegada.

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