viernes, 22 de noviembre de 2019

"Sara & Ted. El dromedario robado" de Emily Marshall


Sara & Ted. El dromedario robado

Texto: Emily Marshall

Ilustración: Chema García


Colección Narrativa Infantil

ISBN 978-84-698-4712-1

145 x 201 mm, 128 páginas

11 €, (+ 8 años) 2018.


Por José R. Cortés Criado.


La carta debe estar oculta en un lugar donde la policía no se le ocurra buscarla: mezclada con las demás cartas” Emily Marshall: El dromedario robado


Sara y Ted son dos chicos muy inteligentes, no como su padre, el sheriff de Lake City. Los chicos se desplazan por el desierto de Australia con su dromedario Fred, acompañados de su mascota Maggie, una canguro.


Su padre está asistido por sus ayudantes Jim y John y no acierta una cuando debe resolver algún caso, como ocurre en este volumen de la serie.


En esta ocasión desaparece un dromedario, el de un vecino que decidió participar con él en el rodeo anual. El propietario del dromedario llevaba mejor tiempo. Los demás participantes y otros muchos vecinos protestaron porque al rodeo siempre se acudía a caballo.

El alcalde no aceptó las protestas porque los estatutos no decían que el cowboy debía montar sobre caballo, así que el uso de dromedario no estaba prohibido, pero esa misma noche el dromedario desapareció de su establo.


El sheriff se puso a investigar, menos mal que le acompañaron sus hijos. La pequeña era aficionada a la fotografía y gracias a ello pudieron encontrar algunas pistas.


La búsqueda del dromedario estaba complicada, cada vez que encontraban una pista, el sheriff creyó encontrar al culpable; menos mal que sus hijos lo asesoraban y descartaban las pruebas falsas.


Al final dieron con la pista correcta siguiendo una información facilitada por la madre sobre los dromedarios y su capacidad para encontrar agua en un desierto y por el desenlace del cuento de Alan Poe titulado La carta robada.


La lectura del libro es fácil, te atrapa y te hace partícipe de las deducciones. En bastantes capítulos se incluyen dibujos simulando fotografías en los que te animan a buscar una nueva pista del caso. Si no la deduces, al final del capítulo, giras el libro y puedes leer cuál es la pista y cómo se llega a ella.


Paso a paso se descartan las pistas falsas que intentaban involucrar a un cowboy que iba perdiendo, a su propietario para así cobrar el seguro, a un jeque que se dedica a criar dromedarios...hasta que se llega a detener al culpable del secuestro.


El texto está ilustrado por Chema García con dibujos agradables, planos del terreno y fotografías de las escenas del crimen.

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