Diez mascotas y un dragón
Ricard Ruiz Garzón
Ilustraciones: Manuel Ortega
Colección Tucán Naranja
ISBN 978-84-683-4407-2
130 x 195 mm, 128 páginas
9,20 €, (+ 8 años) 2019.
Por José R. Cortés Criado.
“Ningún juguete es mejor que los buenos amigos”. Ricard
Ruiz Garzón: Diez mascotas y un dragón
Rememorando a los Diez
negritos de Agatha Christie, en este libro hay una desaparición y diez
sospechosos; en este caso se trata de diez miembros del reino animal pero con
grandes conocimientos del mundo tecnológico actual.
La doctora Espina es una médica muy peculiar, es una
eriza a la que no le gusta recetar medicamentos ni jarabes, a ella le encanta
recetar juguetes a esos animales mal cuidados por sus dueños.
Pero cierto día la doctora desapareció y el inspector Will
Gecko empieza a interrogar a todos sus pacientes en busca del culpable, y todos
son sospechosos, así que lo tiene difícil.
El autor del secuestro podría ser Miss Emily Parrot, una
cotorra común que sufría perrerías de su ama y la tenía estresada. Le recetó
unas infusiones y un navegador para que pudiese volar y distraerse lejos de
casa.
O tal vez, War Dog, perro carlino aquejado de obesidad y aburrimiento
que recibió como tratamiento una pulsera biométrica que desbloquea sus dibujos
favoritos si camina lo suficiente.
La tercera sospechosa es Vera Turtle, una tortuga con mal
de amores a la que se le receta un patinete de gran velocidad.
La cobaya GuineaPhil está triste porque su amo prefiere
jugar con la consola a hacerlo con ella; la doctora le recetó zumos de fruta y
unos adaptadores para jugar a la consola.
El General Mac, pato doméstico, sufrió un ataque cuando
vio un cazador furtivo, se le da un don para que vigile el parque y se le
aconseja construir maquetas.
También hay un gato azul persa, dos ardillas rojas, un
pez payaso y una araña común, todos ellos con enfermedades similares y recetas
estrambóticas como facilitarle que aprenda chistes divertidos, montar un
karaoke o un teléfono móvil.
En fin, que en las enfermedades de los animales y en las
recetas de la médica podemos leer una muestra de los efectos de las nuevas tecnología
en los seres humanos y en la de tonterías que podemos hacer con nuestras
mascotas.
Esa evidencia del abuso de juguetes que nos aíslan de los
demás resalta la importancia de tener amigos y compartir con ellos los mejores
momentos de nuestras vidas y los ratos de diversión.
La doctora Espina también se adapta a sus enfermos y toma
de ellos lo que considera mejor y termina autorrecetándose dejar los juguetes
tecnológicos y buscar a los buenos amigos.
Además de la similitud con los acusados por la gran
escritora inglesa, Ricard Ruiz Garzón nombra a las mascotas con nombres de personajes
de aquella y del mundo del gran escritor de Literatura Infantil y Juvenil,
Roald Dahl.
Excelente historia cargada de humor e ironía que hace
pensar a los lectores en los males de las mascotas y en las soluciones médicas
tan originales para llegar a una conclusión, que los lectores han de sacar
personalmente.
El texto, se acompaña de unas graciosas ilustraciones de
todos los personajes de Manuel Ortega; espectacular la transformación de la doctora, el pez con
sus pantallas junto a la pecera o la tortuga en patinete; además la parte
superior de las páginas llevan una imagen de la salamanquesa y sus
interrogantes.
Si quieres conocer otro libro de este autor pincha aquí.
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