El fugitivo de Borneo
Juan Madrid
Colección Periscopio
160 páginas.
130x205 cm.
Por José R. Cortés Criado.
Este volumen está dedicado a
Emilio Salgari y a Sandokán; si a lo largo de los dos volúmenes publicados con
anterioridad Juan Madrid recrea aventuras de piratas similares a la de su
maestro, aquí le rinde el homenaje directamente al dedicarle el libro.
El joven Juan ha de vivir una
aventura especial en este volumen si quiere entrar en la banda de la “Los
Murciélagos Negros”, ha de entrar en una casa abandonada y coger “un tesoro”;
el chico entró en la casa elegida que resultó ser la de Gerald Brenan. Su
sorpresa fue mayúscula al descubrir tantos libros, nunca había visto una
biblioteca tan descomunal, lo malo es que fue detenido al salir de la vivienda.
Además, un señor extraño visitó
su casa, por las palabras que el niño escuchó y por el secretismo de su madre y
de su interlocutor, deducimos que es un miembro del maquis que pide ayuda y la
madre se las ideará para hacerles llegar medicinas.
También Salvador, el viejo
marino, y su perro Rayo ocupan gran parte del relato;aquel desde los trece años
estuvo embarcado y les cuenta a los chicos que tras salvar a Sandokán, éste se
lo llevó a su isla y lo tuvo como invitado, pero Salvador añoraba salir a
navegar, ver mundo y el Tigre de Mompracen no quería dejarlo salir de su feudo.
Al final huye de su retiro dorado y tras miles de peripecias, a cual más
atrevida, llegó a su Málaga natal donde aún puede recordar y añorar sus años
pasados en alta mar.
Las aventuras de Salvador se
suceden vertiginosamente y tiene encantado a Juan, a su hermano Carlos, a
Mohamed, a Clara y a cuantos conocen sus aventuras.
Gracias al joven Juan, que nos
narra sus aventuras, conocemos algo de la infancia del autor y de sus aventuras
en las calles malagueñas, sus paseos, sus visitas a las tienda de viejo a
buscar libros novedosos, sus “búsquedas de tesoros” en el río, que terminarán
en el chatarrero a cambio de unos céntimos que le permitirían cambiar de libro
de lectura.
Es un libro ameno de leer, lleno
de aventuras unas vividas por los chicos y otras por el anciano que deleitan a
los lectores. Esta tetralogía rezuma calidad y muestra el estilo literario de
Juan Madrid, pues no sólo de aventuras se trata, también se habla de
literatura, de solidaridad, de deseos de vivir en paz y de recordar la figura
del padre, preso por sus ideas políticas, que siempre es echado de menos por
los dos hermanos.
Su valor es imperecedero como
suele ocurrir en las buenas novelas, hoy ha sido publicado por la editorial
Edebé, anteriormente lo fue por Alfaguara y tras quince años sigue siendo leído con
interés.
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