miércoles, 10 de abril de 2013

El guardián entre el centeno



El guardián entre el centeno
J. D. Salinger
Alianza editorial
11 x 18 cm.
272 Páginas
Rústica Fresado
I.S.B.N.: 978-84-206-6085-1
Código: 3465695



Por José R. Cortés Criado

Es una novela corta publicada en los años cincuenta del siglo pasado que desde entonces goza de gran popularidad entre los jóvenes y hoy sigue siendo uno de sus libros preferidos; es sin duda una de las novelas más leída, traducida y editada, a pesar de la polémica que la envuelve. Más de un psicópata la tenía de libro de cabecera o la llevaba en el bolsillo, como Mark David Chapman, el asesino de John Lennon.

La obra está escrita en primera persona como si de una confesión se tratase, y a veces parece un monólogo interior, ya que el joven, Holden Caulfield, cuenta a unos señores que sin identificados al final de relato, sus peripecias en el último colegio donde estuvo como alumno interno y su aventura por la ciudad de Nueva York.

El protagonista tiene dieciséis años y como tal se expresa de forma espontánea, utiliza un vocabulario corriente, abusa de las muletillas, de las exageraciones, habla de sexo, drogas…, con un habla peculiar que sigue atrayendo a los lectores del siglo XXI.

Holden no es más que un adolescente en busca de su espacio en la vida, rechaza el mundo adulto, a los jóvenes que no son como él, es un rebelde que se enfrenta a una sociedad que no comprende y con la que no se siente vinculado, seguramente tiene datos autobiográficos del propio Salinger.

Decide abandonar el colegio unos días antes de las fiestas navideñas  y fugarse a la ciudad de la Gran Manzana y vivir una nueva experiencia, quiere aprender en la escuela de la vida, vagabundea por sus calles, busca algo que lo haga feliz y se siente angustiado, desamparado, desconcertado, porque lo que ve no le agrada: desconfianza, vicio, codicia, degradación del ser humano…

Todo lo que siente lo cuenta desde su punto de vista ingenioso e ingenuo, siendo propio de un gran observador, inteligente y despierto; no es obsceno en sus declaraciones pero sí crítico; además busca en la infancia y en su familia los lazos que lo unan al mundo donde vive. No es un ser destructivo ni violento, lo que le ocurre es que ve a todo el mundo corrompido, a su hermano, a su profesor…, salvo su hermana pequeña a la que adora, que para él es la inocencia y la bondad.

Este antihéroe, fugitivo en Nueva Cork, no piensa en su futuro, miente con mucha frecuencia, y se deprime cuando descubre el mundo adulto; es un personaje que madura a lo largo del relato.

El estilo literario es sencillo y natural, el autor recurre a un vocabulario sencillo, unas estructuras gramaticales simples, que dan gran agilidad al relato que no decae y anima a seguir leyendo hasta el final.

Se puede considerar a El guardián entre el centeno como una muestra de la literatura universal donde la sinceridad y la ironía se mezclan en boca de su protagonista y nos introducen en una modalidad narratoria de gran interés.

Recomiendo su lectura a los jóvenes del siglo XXI, por su estilo rompedor, aunque hoy hayan podido leer otras novelas con una estructura similar y vocabulario incluso más provocador, pero han de pensar en la época en la que se publicó: después de dos guerras mundiales, con EE.UU. como principal potencia económica mundial, con una mentalidad muy conservadora, cuando nacen grupos inconformistas como del movimiento beat, que daría lugar después a la contracultura y el movimiento hippy, y cuando vive su autor, persona de carácter extraño que no desea el contacto con los demás y ha vivido la experiencia de la guerra europea.

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