martes, 26 de marzo de 2019

"Lo que vuelve a casa (y otros árboles)" de Nieves Rodríguez Rodríguez


Lo que vuelve a casa (y otros árboles)

Texto: Nieves Rodríguez Rodríguez

Ilustración: Teresa Novoa

Editorial Anaya

Colección Sopa de Libros Teatro

ISBN 978-84-698-4707-7

130 x 200 mm, 80 páginas

9,90 €, (+ 12 años) 2018.

Por José R. Cortés Criado.

Nieves Rodríguez Rodríguez es dramaturga e investigadora de la Compañía Txanka Kua (Laboratorio para nuevos lenguajes tecnológicos) de Málaga escribió esta pieza teatral después de leer una noticia sobre el secuestro que llevó a cabo el grupo terrorista Boko Haram en 2014 en Nigeria.

Se basa en un error de cálculo, pues las noticias dicen que fueron secuestradas 276 estudiantes, de ellas, 57 lograron escapar a las pocas horas, dos años más tarde liberaron a 21 y en la actualidad siguen cautivas 196. ¿Dónde están las dos que faltan?

La autora imagina dos niñas de diferentes continentes y cultura; una es Alika, cuyo nombre significa “la más hermosa de mi padre”, vive en una aldea, sueña con el maíz, quiere vivir en paz y ser feliz con los suyos, pero el destino no lo quiso. Fue secuestrada por unos hombres malvados mientras estaba en la escuela.

Vega, cuyo nombre significa extensión de tierra fértil también va a la escuela, vive en una ciudad y es distinta a las demás, le cuesta hacerse a las clases y sueña con su tirachinas, mientras piensa en las líneas imaginarias de las que le habla la maestra.

Las primeras escenas son para Alika, ella nos cuenta cómo era su vida, su escuela y lo que sucedió el día que las raptaron y su huida del camión donde la trasportaban.

Las siguientes son para Vega, está en su colegio, con la cabeza en otro sitio cuando ve humo y nota que hay un incendio en el colegio, salta de su tirachinas y cae cerca de un árbol.

Allí están las dos protagonistas, y curiosamente, en su hueco tronco ambas se entienden a pesar de hablar leguas diferentes. Una vez que ambas se reponen del susto corren siguiendo las huellas de un camión, ya no se entienden, pero ambas comprenden lo que le sucede a la otra; lasa dos anhelan volver a su casa.

Al final llegan a la aldea de Alika. Vega cogió su tirachinas y apareció en su colegio, donde un cubo de la basura se prendió fuego. Ambas contaron a sus familias las vivencias que compartieron en el árbol, pero nadie las creía.

Con ese salto espacio temporal, la autora lleva al público a compartir los problemas que afectan a las niñas, ya sea en África o en España y nos hace reflexionar sobre los problemas de ellas según el lugar donde tengan la suerte de nacer.

Al final del libreto, hay escrita cuatro formas de regar un árbol a modo de sugerencia. La primera hace referencia a la acción y pide a los lectores que piensen cómo dotar de acción a esas narraciones que hacen las protagonistas.

La segunda recuerda que todos los textos están inacabados y pide otro final para Alika y Vega. La tercera hace referencia al mensaje, abrazar un árbol, aconseja hacerlo en el cole y colgar en sus ramas nuestros mejores deseos. La cuarta solicita una reflexión sobre la violencia, el terrorismo, lo que supone ser niña y por qué se rompen los sueños.

Esta obra de teatro intenta hacer pensar a los jóvenes lectores sobre los problemas de las niñas, sobre todo cuando hay conflictos por medio o intransigencia por parte de algunos sectores de la población.

Realidad y fantasía viajan por un mundo sin fronteras donde la convivencia y las relaciones humanas están por encima de ideales políticos, religiosos o intereses económicos.

El libro está ilustrado por Teresa Novoa que realiza unos dibujos en tonos negros y rojo dotados de fuerza y belleza, como el campo de maíz o el mapamundi sobre las huellas del caminó en el barro.

Un acierto de libro que, entre otras cosas, servirá para fomentar el gusto por la escena en las aulas, al margen de la convivencia, amistad y deseos de un mundo mejor por parte de todos.

Esta obra ha sido galardonada con el XVIII Premio SGAE de Teatro Infantil en 2017.





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