domingo, 5 de junio de 2016

La familia interrumpida de Eloy Urroz

La familia interrumpida

Eloy Urroz


Rústica con solapas

263 páginas

Adultos/Jóvenes. 2016


Por José R. Cortés Criado.

Eloy Urroz dice que conoció la obra de Luis Cernuda con dieciséis o diecisiete años y que desde entonces es uno de sus ídolos y pensando en él escribió esta novela que lleva el mismo título que la única obra de teatro escrita por el poeta sevillano.

El escritor neoyorquino ha creado una historia donde interrelaciona la vida de Cernuda y la de otro Luis, un mexicano autoexiliado en Nueva York, estudiante de cine, que recibe un extraño mail, "quisiera ver tus ojos otra vez", oración con la que comienza la novela, y no para de darle vueltas al mensaje y a su emisora hasta que logra encajar su significado unido a un libro de poemas de Cernuda, La realidad y el deseo al final de la novela. Este es el nexo que une a Luis Salerno con Setefilla, la mujer que le envió el enigmático mensaje.

Para esta historia el novelista quiso desentrañar el significado de un poema de Cernuda titulado Niño muerto, para ello indagó en las circunstancias en las que fue escrito, así supo que lo escribió durante su estancia en Inglaterra en el año 1938, mientras se dedicaba a cuidar a los niños de Bilbao que estaban acogidos allí después de la caída de la ciudad bajo las tropas franquistas.

Urroz hubo de recrear el momento histórico, para ello contó con la ayuda de los textos escritos por Rafael Martínez Nadal, testigo de los acontecimientos vividos por estos niños entre los años 1937 y 1938. El escritor reconoce que las palabras puestas en boca del protagonista del poema, José Sobrino, están tomadas de los escritos de Martínez Nadal. Urroz sintió la necesidad de relacionar la muerte del niño español con la de su sobrino fallecido a la edad de dos años.

Después de este descubrimiento vino el estudio de la vida de Cernuda junto a su amigo Stanley Richardson y la incomodidad de aquel viviendo en un país extraño, lejos de su patria y de sus viejos amigos.

Con estos mimbres el escritor neoyorquino relata unas historias donde se mezclan intrigas familiares, relaciones personales, afinidades afectivas, secretos de familia, discusiones sobre paternidad, el exilio, la soledad y la búsqueda del sentido de la vida.

Después de acabar la lectura de la novela, de conocer el desenlace y de saber qué opinaron cada uno de ellos sobre distintos sucesos, especialmente sobre las relaciones familiares y la paternidad, el lector llega a la conclusión de que nadie debe hacer juicios severísimos sobre los comportamientos humanos porque podemos vernos envueltos en situaciones poco agradables sin ser conscientes de haber provocado determinada situación, porque un acto juvenil sin más trascendencia para el protagonista puede ser un gran revulsivo en la vida de otras personas.

Con suma agilidad y una habilidad muy precisa toda la trama confluye en su parte final de forma natural y sosegada, como si el destino de sus protagonistas ya estuviera escrito de antemano, desembocando en un desenlace sorprendente.

Las historias narradas siguen un orden lineal alterado por pequeños saltos en el tiempo y una diferencia temporal entre las dos historias narradas, además del salto espacial.

Buena novela, amena, intrigante, que te atrapa y te hace llevar una lectura activa para  aunar fondo y forma de la narración y comprender la trama.


Al lector de esta parte de mundo hispanoparlante puede llamarle la atención la utilización de palabras de nuestro idioma que son de un uso frecuente en México, estas embellecen el relato y enriquecen la lectura dotándola de frescura lingüísticas.

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