Tras la pista del ruiseñor
Texto: Sarah Ann Juckes
Ilustración: Roser Vilagrassa
Editorial Bambú
ISBN: 978-84-8343-933-3
140 x 215 mm, 280 páginas
12.90 €, (+ 12 años)
2023.
Por José R. Cortés Criado.
“Aquel que esconde su pena nunca hallará consuelo.
No hay nada más valiente que expresar la propia verdad.” Sarah Ann Juckes: Tras
la pista del ruiseñor.
Jasper es un niño de nueve años que lleva toda la
primavera esperando que su querido ruiseñor vuelva a su jardín para escuchar su
canto. Lleva años haciéndolo y no entiende que este año se retrase tanto.
También espera que vuelva de la universidad, en su vetusto coche, su hermanan
Rosie, que tampoco llega.
El niño detecta que sus padres están
tristes y que le hacen poco caso, como casi siempre. Se dedican a elaborar
barritas energéticas en su propia casa y están muy atareados, aunque, ahora,
andan más triste de lo normal.
Jasper quiere saber por qué no llega su
hermana. Sus padres le dicen que se ha ido a un Lugar Mejor. El niño interpreta
que se ha ido a un lugar cercano a una estación de servicio donde lo aguarda. Ella
estará allí junto al ruiseñor, esperándolo.
En ese viaje conoce a otras personas que
también han perdido algo y Jasper les ayuda a encontrarlas. Se da cuenta de que
es capaz de hacer cosas sin ayuda de los mayores, que tiene capacidad para
descubrir elementos desaparecidos, que es valiente, listo y, que haciendo caso
de lo que le enseñó su hermana es capaz de superar los momentos de pánico.
No quiere aceptar que su hermana no
volverá. Se siente muy unido a ella, todo lo que sabe sobre pájaros se lo debe
a Rosie y no para de recordárnoslo en todas las páginas. Jasper es el
narrador de su viaje iniciático a su madurez e inicia cada capítulo con un dato
sobre pájaros, que hacen muy amena la lectura y nos aporta curiosidades sobre
las aves.
Podemos leer al inicio de cada uno de los
38 capítulos con otras tantas curiosidades como: “El canto del ruiseñor es uno
de los más hermosos del planeta”, “El colibrí es el único pájaro capaz de volar
hacia atrás.”
El texto es ágil y te atrapa desde su
inicio. La sinceridad del niño, su lógica a la hora de interpretar los
problemas a que se enfrenta, sus miedos, sus relaciones familiares y humanas,
así como su rechazo a aceptar lo que los adultos comprendemos desde el inicio
hacen que la lectura nos atraiga y nos invite a seguir leyendo para ver cómo
reacciona Jasper.
La soledad en la que se siente envuelto,
la necesidad de contar con su hermana, que le enseñó todo lo que sabe de
pájaros y a subirse a los árboles…y superar sus miedos a enfrentarse al trato
con los demás, a sus temores infantiles y a sus deseos de madurar, nos hacen
leer sin descanso.
Me atrapó desde la primera página y me ha gustado mucho su lectura. Los jóvenes lectores seguro que lo disfrutarán igual y les pueda ayudar a superar alguna pérdida personal, y como Jasper, sabrán que en los momentos también puede escucharse el canto del ruiseñor.
El texto de Sarah Ann Juckes se acompaña
de ilustraciones en blanco y negro de Roser Vilagrassa donde imperan los trazos
firmes y, a veces, abocetados de las diferentes aves, así como las de las hojas
y plantas que parecen estampaciones.
La portada es muy sugerente y nos muestra
los elementos básicos del libro: el ruiseñor como elemento fundamental; el
niño, perdido en medio del bosque por donde transcurre su desplazamiento y la
vegetación que lo envuelve.