¡Pa ca tac!
Texto: Anya Damirón
Ilustración: Pablo Pino
Editorial Algar
ISBN: 9788491426677
Tapa dura, 16,95 €
240 x 250, (+ 4 años)
2024.
Por José R. Cortés Criado.
“A veces, lo mejor de llegar es haber disfrutado el
camino.” Anya Damirón: ¡Pa ca tac!
Simpática historia la de este Caballo que, muy
temprano, decide ir al nuevo mercado lleno de frutas que él nunca ha probado.
Así que, ni corto ni perezoso, galopa feliz y contento para ser el primero en
llegar a la frutería.
Y nada más comenzar su carrera un vecino lo ve y le
pide que lo lleve con él. Caballo frena en seco y recoge a su primer compañero
de viaje, Oveja; toma velocidad de nuevo, canta su canción y otro misterioso
vecino lo observa y le solicita que lo lleve. Frena en seco y Oveja sale
despedida.
Ahora Cerdo comparte canasta con Oveja a lomos de
Caballo, que galopa velozmente hasta que Gallina le pide que la lleve al mercado,
frena de repente y sus pasajeros saltan despedidos… así continúa el viaje al
que se suman Vaca y Rana.
Es una simpática historia repetitiva y
sumativa que nos hace reír de la buena voluntad de Caballo, de su torpeza al
frenar de forma brusca y lanzar al suelo a sus compañeros de viaje una y otra
vez. Menos mal que estos no se lo toman a mal y llegan felices y contentos a
comprar fruta fresca y jugosa. Al final regresan cargados de apetitosos
alimentos coloristas.
El texto ingenioso de Anya Damirón facilita su
lectura al mostrarse con distintos tamaños de letra y orientación espacial.
Están muy destacadas las onomatopeyas, las del galope de Caballo, los sonidos
de los animales viajeros y la caída del grupo al río.
Los dibujos de Pablo Pino suman belleza,
diversión y color al libro. Sus personajes son muy expresivos y serán bien
aceptados por los lectores. Cada doble página es una ventana al campo
llena de pequeños detalles que nos hacen disfrutar de su belleza.
La felicidad de los dibujos se capta
desde la portada, donde vemos esa panda de amantes de la fruta fresca que
cabalgan felices por el prado. En su interior, más y mejores.
Me llaman la atención las guardas, que
nos muestran dieciocho cajas de jugosas frutas y comprendí su sentido cuando
llegué al final y me encontré las diez sugerencias para disfrutar más de la
lectura de este cuento. Hay que imitar el galope con los pies o la frenada del
caballo con la voz, adivinar nombres de frutas, gritar las onomatopeyas que
encontremos en la lectura, localizar personajes casi ocultos, reírse…
Y, por si todo esto fuera poco, en la
contraportada tenemos un código QR que nos permite disfrutar de una audición
completa del cuento.
Estupendo álbum ilustrado que hará pasar
un buen rato a los pequeños lectores, muy adecuado para ser leído en voz alta
imitando voces y sonidos.
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