domingo, 19 de julio de 2020

"Arbolidades" de David Hernández Sevillano

Arbolidades
Texto: David Hernández Sevillano
Ilustración: Maite Mutuberria
Editorial Kalandraka
ISBN: 978-84-1343-018-8
150 x 235 mm, 64 páginas
14 €, (+ 8 años, 2020.


Por José R. Cortés Criado.

Hay un árbol / de flores para afuera, / y hay un árbol / de tierra para adentro.” David Hernández Sevillano: Arbolidades.

Abrir este poemario es adentrarnos en un bosque muy especial, donde numerosos árboles nos dan la bienvenida y nos llevan entre palabras sonoras de rama en rama y nos hace sentir olores, sensaciones de frescor y disfrutar de una inusual belleza.

El lector conocerá grandes árboles como el ciprés o la secuoya, frente a otros diminutos como los bonsáis. Los árboles nos son presentados con sus nombres, algunos llamativos, baobad; otros, rotundos, como el roble; los hay más raros, como el enebro; y negros como el ébano o sonoridad en su nombre como el melojo.

A los conocimientos del medio donde habitan los árboles, se suma una perfecta observación del entorno, que incluye los árboles, sus ramas, sus hojas, los insectos que los recorren, los pájaros que anidan y hasta el futuro que le aguarda a sus maderas.

Y todo ello envuelto en un halo de serenidad que te mece entre página y página a la sombra de un buen árbol, escuchando el trino de alguna ave, el zumbido de algunos insectos y la suavidad de un airecillo que te puede transportar hasta ese árbol de mar en cuya copa anidan sirenas, pulpos, peces, delfines…

Sobre todo el lector descubre en estos versos el ciclo de la vida a lo largo de las estaciones, nos hablan de semillas, la luz, la lluvia y la tierra, elementos necesarios para que la vida de cualquier planta continúe.

Así como nos recuerda que hay maderas que lleva la música dentro, como el ébano con el que se fabricó el oboe; o como el enebro que una vez transformado en marioneta salta, brinca, baila por las calles y plazas.

Los treinta y cinco poemas de este libro juegan con las palabras para agradarnos el oído; por eso, Daniel Hernández Sevillano crea sutiles imágenes literarias, se aventura con la belleza de las palabras, con las antítesis, con el juego, con la fantasía y nos conduce a un bosque que se transforma en un lugar ideal para jugar o para vivir, mientras rememoramos vivencias y deseamos conocer esas arbolidades tan asombrosas.

Buena muestra poética que se acompaña de láminas que recuerdan los cuadernos de campo de los científicos, en las que disfrutamos de un colorido arbóreo, de la ingravidez de algunas hojas, de los múltiples y coloristas animales que pueblan el escenario, ya sean pájaros, semillas, hojas o flores.

Este libro obtuvo el XII Premio Ciudad de Orihuela de Poesía para Niñas y Niños 2019.


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