miércoles, 23 de enero de 2019

"Siete historias para la infanta Margarita" de Miguel Fernández-Pacheco


Siete historias para la infanta Margarita

Texto: Miguel Fernández-Pacheco



Colección Kalandraka+

ISBN 978-84-8464-425-5

160 x 240 mm, 144 páginas

15 €, (0-99 años) 2018.

Por José R. Cortés Criado.

El autor recrea un día en la vida del genial pintor Diego Rodríguez de Silva y Velázquez mientras pinta su famoso cuadro Las Meninas en su estudio en palacio. El maestro no tiene muchas ganas de pintar en ese momento, sueña en el tiempo pasado en Italia y se resigna a esperar a que acudan sus modelos para continuar el encargo del monarca Felipe II.

El pintor ordena el material, corre las cortinas buscando la luz precisa y empiezan a llegar los figurantes, unos corriendo y charlando, como los enanos, otros más sosegados y hasta el perro Salomón hace acto de presencia, sin que aparezca la infanta, sin ella el cuadro no avanza y la niña es algo caprichosa, por algo es la preferida del rey.

La infanta Margarita llega sudorosa, algo despeinada y con las mejillas sonrosadas por la carrera, pero no está contenta, viene obligada. Su padre la animó a hacerlo y dice que prefiere escuchar historias antes que posar. 

Para complacerla y poder pintar, el maestro pintor se ofreció a contar una historia, la pequeña las quiere de amor aunque sea demasiado joven. La historia de Velázquez no la entusiasmó, pero fue el detonante para que todos se animasen a contar historias amorosas, aún con el temor de que el rey los castigue por contar ciertas cosas a su niña.

A la leyenda del enano enamorado de don Diego siguieron los amores contados por María Agustina Sarmiento que relató la crónica de Alcaucín y Nicolasilla; luego siguió el cuento del príncipe Jabatón, los amores de Marcela de Ulloa con un bucanero, la del siervo de Dios Juan Arconado y hasta le verdadera historia del perro Salomón, que también tiene su ración de amor.

Cuando todos han contado su historia aparecen los reyes y con su presencia se acaba la sesión de pintura, la luz ha cambiado y todos se marcharon para comer mientras el maestro se dedicó a recoger sus pinceles.

Entrañable historia que refleja la vida en palacio de una infanta que se aburre y necesita tener a su alrededor a personas que la distraigan narrándoles cuentos, mientras posa para uno de los cuadros más importantes del Museo del Prado.

Fernández-Pacheco describe con naturalidad las vivencias del maestro con ese grupo variopinto que forman la infanta Margarita, sus criadas y bufones, incluido un gran perro tranquilo, llevando al lector a la corte española del siglo XVII.

A través de sus palabras conoceremos el carácter provocador de Nicolasillo Pertusato y Maribarbola; el respeto de las Meninas María Agustina Sarmiento e Isabel de Velasco, el trato educado del pintor, la prudencia de Marcela de Ulloa o de José Nieto.

Entretenidas historias para pasar un rato en palacio viendo como transcurre una mañana cualquiera en el estudio del pintor, donde se mezclan amores con un fantasma, de un príncipe jabalí, un enamorado transformado en perro por un hada, un sarraceno o un pirata sensible.

Las historias con sus misterios, amores extraños, algún pequeño escándalo, unas notas picarescas y un tono poético hacen que el lector pase un buen rato disfrutando del ameno texto y recordando el citado cuadro, que aparece en la portada del libro vacío y a lo largo de las páginas veremos a todos los personajes a modo de saludo cuando van a intervenir en la historia.


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