viernes, 25 de noviembre de 2016

Encender una hoguera. Un cuento de Jack London de Christophe CHABOUTÉ,



ENCENDER UNA HOGUERA,
Un cuento de Jack London, 
Christophe CHABOUTÉ,

NORMA EDITORIAL, Sello
Álbum europeo, 2009.

Cartoné, 64 págs., 16.00 €.
ISBN 9788498479324.


Cómic juvenil y adulto





Por José Cortés Criado.

Se trata de una gran obra, la labor de Chabouté es encomiable. Se basa en la calidad literaria de un relato de Jack London para recrear un cuento de gran intensidad dramática y mejor guión, llevando la historia a un nivel desgarrador, tal como lo consiguió London con palabras.

La calidad de las imágenes y su expresividad hacen posible leer este relato sin prestar atención al texto escrito, es tal la agilidad de las imágenes y tan explicitas, que visionar el cuento es una delicia.

El relato de London nos muestra a un aventurero, de los muchos que quisieron hacerse rico buscando oro en las minas aparecidas a finales del siglo XIX en el norte de Canadá, que además se cree autosuficiente para atravesar desiertos de nieve sin más compañía que su perro.

London le gusta reflejar en sus obras la lucha del hombre con los elementos naturales, sobre todo cuando le son hostiles, así se refleja en obras como “Colmillo blanco”, “La llamada de la selva” o “El lobo de mar”; en “Encender una hoguera”, su personaje desoye los consejos de otros conocedores experimentados del terreno y se siente seguro hasta que comienza a comprender que la dureza del paraje es mayor de la que él podía suponer.

Este aventurero desconoce el daño que produce el frío cuando se alcanzan los cincuenta grados bajo cero, se cree fuerte y capaz de proezas que nadie llevó a cabo, su vanidad y su terquedad lo llevaron a fenecer de frío.

La angustia de ese hombre intentando por todos los medios sobrevivir en tan ingrato paisaje nos llega a los lectores a través del dibujo, haciendo que nos sintamos parte del relato y aún prediciendo el desenlace de tal hazaña, deseamos llegar al final del mismo.

Las imágenes nos sitúan desde el principio en el marco donde se desenvuelve el relato, así encontramos viñetas horizontales de planos generales que describen perfectamente la soledad y la rudeza del territorio, junto a esas imágenes, Chabouté intercala otras de planos detalles para que comprendamos desde el principio que el protagonista de la historia es a naturaleza, pero sobre todo el frío.

En un principio parece que esta novela gráfica está dibujada en blanco y negro, porque el blanco es el color dominante en las viñetas, más adelante aparece el color, bastante apagado, que le dan gran realismo y crudeza, sólo tienen brío las llamaradas del fuego, donde la mezcla de rojo y amarillo pone una nota de color intenso.

La narración comienza con una introducción para indicar el marco donde se desarrolla la trama, que un narrador omnisciente irá detallando, algunas veces como observador del hecho y otras más parecido a la voz de la conciencia del buscador de minas auríferas.

Poco texto y muchas imágenes nos hacen saber el estado de ánimo en el que se encuentra el protagonista conforme avanza hacia su destino -el campamento donde le aguardan sus compañeros-, y los pensamientos que pasan por su mente en esos momentos tan duros que le tocó vivir.

La mayoría de las imágenes reflejan la desolación de aquel paisaje, donde la vida permanece oculta bajo una capa de treinta centímetros de nieve, la soledad se respira y la insensatez del buscador de oro lo conduce a un trágico final.

Con esta novela gráfica, o mejor sería decir, cuento gráfico, pueden disfrutar niños, jóvenes y adultos, pues los textos son fáciles de comprender, las imágenes son lo suficientemente explicitas como para no necesitar mucho apoyo textual y el tema -enfrentamiento del hombre a las inclemencias del tiempo- tiene un interés generalizado.

Los autores

Christophe Chabouté (Alsacia, 1967) estudió Bellas Artes en Angulema, después en Estrasburgo; sus primeros dibujos se publicaron en 1993, actualmente, además de publicar cómics, ilustra libros para jóvenes.

Hace cien años que murió Jack London, un 22 de noviembre, con cuarenta años, en California. En 1908 publicó la primera versión de Encender una hoguera. Sirva como recuerdo de este autor de grandes aventuras la reseña de este cómic sobre su obra.



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