EL COMPROMISO SOCIAL EN LA
OBRA DE JORDI SIERRA I FABRA: 1983-2003
CLIJ nº 218
Septiembre 2008.
¿Por qué una tesis sobre un autor de Literatura
Infantil y Juvenil y el compromiso social?
Porque desde que inicié mi vida profesional
hace más de treinta años he procurado fomentar el placer de la lectura y la
escritura en mis alumnos, porque mi trabajo se dirige a adolescentes y jóvenes
y porque me preocupa la educación.
Porque Jordi Sierra i Fabra es un
escritor muy prolífico, muy apreciado por el alumnado, dispone de una amplia
bibliografía y refleja en sus obras un serio compromiso con los problemas
sociales que afectan especialmente a niños y a jóvenes.
Para la elaboración del presente trabajo
partí de las siguientes hipótesis:
Toda sociedad cambia a través del tiempo,
y los valores morales en los que se sustenta reflejan esas modificaciones.
La sociedad española sufrió grandes
cambios durante los últimos años del siglo pasado que afectaron a la vida
política, social, económica, cultural, y familiar. Estos cambios afectaron especialmente
a los jóvenes.
Y como la Literatura nunca se ha
mantenido al margen de las transformaciones sociales, y suele reflejar esos
cambios, he estudiado el tratamiento que aquella ha otorgado a los valores
éticos imperantes en nuestra sociedad.
También he prestado atención a los
valores sociales respecto a la dignidad de la persona, a la tolerancia, a la
libertad, a la autoestima, a la justicia, al respeto al medio ambiente, a la
solidaridad, al diálogo, a la conciencia crítica, porque todos ellos están
presentes en las obras literarias e influyen en los lectores.
Así mismo he analizado el tratamiento
que esos principios morales tienen en la obra de Jordi Sierra i Fabra durante
ese período de tiempo que abarca este trabajo de investigación y los he catalogado
siguiendo una determinada taxonomía de valores.
La presente tesis doctoral está
estructurada en seis capítulos:
Los dos primeros analizan los cambios llevados
a cabo en la sociedad española entre 1983 y 2003, y la magnitud de los valores
educativos.
El tercero se refiere a la Literatura.
El cuarto está dedicado a analizar el
compromiso social en la obra de Jordi Sierra i Fabra.
El quinto recoge las conclusiones y el
sexto, la bibliografía.
El
primero: “Aproximación a la sociedad
española entre 1983-2003” .
En él he efectuado un acercamiento a los
cambios más importantes que durante estas dos décadas afectaron a nuestra
sociedad.
Al comienzo de la década de los ochenta
la sociedad española se esforzaba por afianzar la democracia en todas las
instituciones y se encontraba inmersa en un período de grandes cambios.
Son muchas las diferencias que se
aprecian en la familia, la educación, la sanidad, la tecnología, los servicios
sociales, o en la economía, por ejemplo, si se compara la sociedad de
principios del siglo XXI con la de los años ochenta.
El
segundo: Magnitud de los valores
educativos.
Una
muestra de la importancia que adquieren los valores éticos en una sociedad
democrática es la vasta bibliografía dedicada a ellos que han elaborado
expertos de todas las naciones y su reflejo en documentos tan importantes para
nuestra civilización como la
Declaración de los Derechos Humanos, la Declaración de los
Derechos del Niño, el proyecto de Constitución Europea, la Constitución Española ,
los distintos Estatutos de Autonomía españoles, y en todas las leyes educativas
promulgadas hasta hoy como la Ley
de Ordenación General del Sistema Educativo o en Ley Orgánica de Educación.
Todos
los principios morales recogidos en los documentos antes citados se han de
poner en práctica. Y el éxito de esta ardua empresa va a depender de los
educadores, profesores, políticos y gestores, pues no sólo los centros
escolares educan, y la influencia de estos últimos se ve cada día más
recortada.
Además,
he de recordar que los valores éticos que fundamentan la base de una sociedad
moralmente aceptable han estado y están presentes en la Literatura Universal
y por ende, en la denominada Literatura Infantil y Literatura Juvenil.
El tercero: La
Literatura.
Entre 1983 y 2003, la Literatura se ha ido
transformando con la sociedad española.
Con la llegada de la democracia y la
desaparición de la censura, en el campo de las letras surgieron deseos de
conocer las obras que permanecieron prohibidas por el anterior régimen y las tendencias
literarias europeas, comenzando una época de experimentación literaria.
Como durante la década de los setenta la
sociedad sufrió importantes cambios que afectaron a la concepción que se tenía
sobre la infancia y la juventud, los autores que escribían para los más jóvenes
olvidaron el sentido de protección y aislamiento al que se sometía a la
infancia y comenzaron a escribir sobre problemas de autoritarismo, libertad,
tolerancia, ecología…
Los temas preferidos en la década de los
ochenta siguieron la misma línea marcada en la anterior: gran presencia de
temas sociales como el respeto, la vida placentera, la ecología, algunas
trasgresiones del orden establecido, la falta de apoyo social a determinados
sectores juveniles, la delincuencia, etc.
Todos los temas, que tradicionalmente
han sido vedados a los niños por los adultos, tienen cabida en esta nueva etapa
literaria: los personajes rompen las reglas de urbanidad, buscan su identidad,
se enfrentan a problemas de salud e incluso a la muerte, y defienden la
convivencia y la solidaridad.
Estos cambios literarios trajeron
consigo nuevos proyectos editoriales para el público infantil y juvenil en
cuyos catálogos predominan escritores españoles, en clara oposición a lo que
sucedía en la década anterior.
Y una
mayor permisividad social trajo consigo que los narradores expusieran en sus
obras la realidad de forma cruda sin marcar diferencias nítidas entre el bien y
el mal, ni despejar dudas sobre la ambigüedad en el comportamiento del ser
humano.
La
década de los noventa avanzó sobre los mismos temas, pero se ocupó también de
la inmigración, de las familias monoparentales, de la violencia doméstica, del
consumo de drogas, de las nuevas enfermedades, así como de los conflictos
psicológicos, y de la multiculturalidad.
En el
inicio del siglo XXI la
Literatura pasa a considerarse un bien más de consumo y las
editoriales buscan unos textos que sean atractivos para los lectores, abordando
todo tipo de temas sin olvidar los asuntos más crudos de la vida, aunque no se
intenten analizar las causas y las consecuencias de determinadas acciones que
simplemente son relatadas como un fenómeno ajeno, con un estilo
cinematográfico.
Los
temas tratados en la
Literatura Infantil y Juvenil en el inicio del siglo XXI
siguen siendo los mismos que en la década anterior, aunque ocupan más espacio
los conflictos bélicos, los ataques o accidentes ecológicos y los relacionados
con las conmemoraciones culturales de gran calado.
El cuarto: El compromiso social en la obra de Jordi Sierra i Fabra.
Para elaborar este
capítulo analicé 108 obras escritas por Jordi Sierra y Fabra; de ellas, 45 están
catalogadas para un público infantil; 53, para jóvenes, y 10, para adultos.
Un primer acercamiento a los valores éticos que encierran las distintas
obras estudiadas resalta aquellos aspectos que se pueden considerar relevantes
para las relaciones del hombre con sus semejantes, con otros seres vivos, con
los elementos creados por la mente humana y con todo aquello que constituye el
corolario de nuestra civilización.
Para organizar y catalogar mejor el análisis pormenorizado de cada
obra, opté por clasificar los valores siguiendo una taxonomía de reconocido
prestigio académico, recayendo la elección en la de Quintana Cabanas porque es
la que mejor compendia, a mi entender, los valores morales, estructurados en
cinco apartados: valores físico-vitales, afectivo-psicológicos,
socioculturales, ideo-racionales y anímico-espirituales.
Respecto a los valores físico-vitales, he de decir que el autor estudiado es un
defensor a ultranza de una forma de vida que mejore las condiciones saludables
de todos los seres vivos.
En sus obras de anticipación y ciencia ficción, tanto los personajes
máquinas como los humanos se preocupan de la salud, pues es un tema de suma
importancia y, según el autor vaticina, en el futuro habrán desaparecido
enfermedades consideradas hoy sin curación posible y vicios que azotan la
sociedad actual: tabaco, alcohol y demás drogas.
En las obras actuales de corte realista, se descubre una multitud de
situaciones donde la salud ocupa un plano principal.
La salud y los hábitos correctos para alcanzar una mejor calidad de
vida están patentes en casi todas las obras, bien presentando un personaje que
defiende una sociedad libre de humos como en La fábrica de nubes, o unos jóvenes que aborrecen fumar en Rabia y en Casting, hasta otros que rechazan el consumo de drogas sintéticas
en Campos de fresas y en El mensajero del miedo, sin olvidar la
señora hipocondríaca, en Tortilla de
aspirinas.
El alcohol como causante de la degradación física y moral de la persona
está presente en obras de su primera época como Noche de viernes y otras más recientes como Retrato de un adolescente manchado y El mensajero del miedo.
Además se ocupa de la donación de órganos en dos obras: Malas tierras, y Donde esté mi corazón.
Otro valor físico-vital lo aporta el escenario donde se desarrolla la
trama de sus novelas. Las obras seleccionadas reflejan ambientes muy distintos,
los personajes se desenvuelven en lugares céntricos de grandes ciudades,
barrios elegantes y burgueses, barriadas marginales, zonas de chabolas,
arrabales, una selva, una isla, o una ciudad artificial. Estos escenarios
pueden estar en España, EE.UU., México, Cuba, la selva amazónica, la isla de
Pascua, o en el espacio sideral.
El maltrato en familia, por fin, es analizado en más de una obra. Tiene
repercusión en Noche de viernes, Nunca seremos estrellas del rock, Las Furias, y La estrella de la mañana.
Sobre los valores afectivo-psicológicos,
Sierra i Fabra presta especial atención
al equilibrio y a la paz interior, como aglutinantes de todos los valores
afectivos-psicológicos del individuo, por cuanto todo ello redunda en la salud
mental de la persona.
El escritor catalán sabe que la vida no es siempre placentera, por lo
cual, sus personajes, ya sean niños, jóvenes o adultos han de enfrentarse a
sinsabores y momentos dichosos en el transcurso de su existencia; la suma de
todas estas experiencias configurará la personalidad de los protagonistas.
La afectividad, la emoción, los sentimientos, están presentes en sus
obras, aunque en distinto grado de intensidad; por ello es importante resaltar
cómo algunos seres-máquinas del futuro imaginado por el autor tienen
sentimientos casi humanos, aunque otros renieguen de los mismos, pues consideran
que los sentimientos son factores incontrolados de las personas, y por tanto,
carentes de toda lógica.
Lo que sí comparten las máquinas con los hombres es la satisfacción de
vivir; Sierra i Fabra resalta el valor de la vida hasta tales extremos que
todos los seres dotados de la misma se sienten felices y contentos por poder
disfrutarla.
Quienes más la valoran son las personas que más cerca estuvieron de
perderla, como es el caso de la protagonista de Donde esté mi corazón, y su familia más cercana, como ocurre en Malas tierras.
Y el amor, motor de la vida, es tratado por este autor desde distintas
perspectivas. En las novelas juveniles cuando está presente es para resaltar su
importancia en la formación de la personalidad de adolescentes y jóvenes, como
ocurre en La estrella de la mañana, Dormido sobre los espejos o Una (simple) historia de amor.
Como contravalor se manifiesta cuando el joven no entiende las
relaciones de pareja si no es sometiendo a la chica a sus dictados como sucede
en Noche de viernes, o cuando, por
diferentes motivos, el desamor, el rechazo o la violencia ocupan su espacio
entre los miembros de la pareja, así se percibe en: Regreso a La Habana
o Sin tiempo para soñar.
Mucho amor y comprensión piden los personajes de Sierra i Fabra
mermados de algunas facultades físicas o mentales, como ocurre a Chelsea Thomas,
afectada por el síndrome de Moebius, en La
niña que no podía reír, o a Pablo, con síndrome de Down, protagonista de Soy especial para mis amigos, ¿Qué seré
cuando sea mayor? y de Mis hermanos y
yo.
Una buena autoestima, así como la amistad y las buenas compañías van a
favorecer la vida emocional de las personas y Sierra i Fabra, consciente de
ello, muestra en algunas obras su importancia para superar diferentes problemas
en Seis historias en torno a Mario, Campos de fresas, El niño que vivía en las estrellas, La música del viento…
Los personajes que carecen de una buena autoestima y no cuentan con el
apoyo afectivo necesario sucumben ante problemas que alteran su mente, como
refleja El dolor invisible.
En cuanto a los valores socioculturales.
En este apartado se destaca la importancia de las relaciones familiares
en la vida de las personas, así como el valor de la convivencia pacífica y
solidaria frente a situaciones violentas que marginan socialmente a una parte
de la población.
Nuestro autor trata la familia como un factor fundamental en la
formación del individuo, es decir, como el pilar básico en la vida de la
persona y para él está tan asumido el papel a desempeñar por aquella y su
trascendencia, que hasta los seres creados por el hombre con inteligencia
artificial desean formar la suya propia, como ocurre en Martes XXIII, Las voces del
futuro o Tres (historias de terror).
Resalta el valor de la familia como piedra angular en la construcción
de la personalidad de niños y jóvenes, en obras como Sietecolores, o Zonas
interiores, junto a otras que representan su valor opuesto, es decir,
modelos de familias desestructuradas o inexistentes, tal como se puede leer en Retrato de un adolescente manchado o El rostro de la multitud.
Sierra i Fabra siempre apuesta por una forma de vida en paz con todos y
con todo, desea que sus personajes formen parte de una sociedad solidaria con
los más débiles, que respete las normas democráticas establecidas, el medio
ambiente, la flora y la fauna.
Además, se muestra sumamente crítico con los comportamientos que
alteran la normal convivencia. Critica abiertamente la guerra y los
sufrimientos que provoca, la utilización de armas devastadoras como las minas
antipersona, el alistamiento de niños en ejércitos regulares o en los grupos
paramilitares, y la persecución de cualquier persona por sus ideales.
Ejemplos que confirman estos aspectos se pueden encontrar en obras como
El soldado y la niña, Donde el viento da la vuelta o Un hombre con un tenedor en una tierra de
sopas.
Tampoco deja de manifestarse contra la esclavitud, la explotación
infantil, el maltrato a personas y animales, la insolidaridad, etc., en títulos
como La piel de la memoria, La música del viento o Aydin.
Al igual que se ocupa de las consecuencias de un acto terrorista en El tiempo del olvido, o de los
denominados “desparecidos” argentinos y chilenos en las páginas de La memoria de los seres perdidos, El peso del silencio, o Víctor Jara.
También trata el tema del racismo en otras obras como Frontera y Noche de luna en el Estrecho; o recurre al humor para tratar la
discriminación de las personas que son distintas, en obras como Cabello blanco en cabeza peluda.
Respecto a los valores
ideo-racionales he de decir que…
En este apartado se analizan
las obras de Sierra i Fabra donde el conocimiento es la base para afrontar los
desafíos de nuestra civilización y sirven para demostrar la verdad de todos los
fenómenos que suceden a nuestro alrededor, teniendo presente que “nada hay más
fuerte que el poder de la mente”[1],
como recuerda el autor.
Para nuestro escritor, si el ser humano únicamente pensase de forma
racional sería semejante a cualquier máquina dotada de inteligencia artificial,
pero afortunadamente las personas disponemos de una chispa de energía no
racional que marca las diferencias entre nosotros.
Sierra i Fabra llega a esta afirmación
después de demostrar que las máquinas inteligentes creadas por el hombre no
progresan en conocimientos si el hombre no introduce en sus programas los datos
pertinentes, pues son incapaces de plantear una solución novedosa a una
cuestión no recogida en sus archivos, como queda reflejado en la trilogía El ciclo de las Tierras.
No hay duda de que el conocimiento es
la base de toda instrucción, y que sin él no es posible el progreso de la
humanidad. Muestras de ello se encuentran
en La nave fantástica, Relatos galácticos o Los elegidos.
Este proceso puede ser un bien para la
humanidad, o puede ser utilizado para conseguir un beneficio propio o para
destruir a los enemigos, como se refleja en Marte
XXIII y en Las voces del futuro.
Sierra i Fabra considera imprescindible
la figura del profesor en todo proceso de enseñanza-aprendizaje, dejando
constancia de ello en El asesinato del
profesor de matemáticas, Rabia, Las Furias, La biblioteca de los libros vacíos, entre otros títulos.
También el escritor es un personaje
clave en sus obras; dispuesto a ayudar a los jóvenes que desean dedicarse a la
literatura. Se puede comprobar en las páginas de El fabuloso mundo de las letras, El último verano miwok, El
hombre que perdió su imagen y Donde
el viento da la vuelta.
Junto al escritor y al maestro está
presente en numerosas obras el periodista, persona que antepone los intereses
profesionales a los personales, dedicándose al periodismo de investigación y
desdeñando el sensacionalismo de la prensa denominada amarilla en Las chicas de alambre, Tiempo muerto, Un hombre con un tenedor en una tierra de sopas o En un lugar llamado guerra.
También la creatividad ayuda a formar
mentes equilibradas; la música, es fundamental al respecto. Siendo elemento
destacado en obras como Mi primer libro
de Ópera, La balada de Siglo XXI,
Concierto en sol mayor, o El joven Lennon; y en clave de humor,
también lo es en Cuando los genios andan sueltos.
En
el apartado dedicado a los valores anímico-espirituales, se
puede destacar que la obra de Jordi Sierra i Fabra está repleta de referencias
a la moralidad, a la paz interior, al sentido de trascendencia, e incluso al
sentimiento religioso, si se tienen en cuenta las veces que se nombra a Dios,
las citas de pasajes bíblicos, los consejos para llevar una vida digna y
solidaria, las menciones de diversas religiones, pero no encontraremos en sus
obras adoctrinamiento ni defensa de ninguna religión concreta.
El
autor diseña una sociedad futura donde los diferentes dioses y la multitud de
confesiones existentes en la actualidad han desaparecido.
De la
lectura de sus obras trasciende su formación judeocristiana, así, en Los elegidos se lee que el primer ser
creado en la nave espacial se llama Adán.
Jesucristo,
Adán y Eva, Sodoma y Gomorra, Armagedón, son personas y lugares citados ...en un lugar llamado Tierra, primera
parte de la trilogía titulada El ciclo de
las Tierras.
En Kaopi, en El último verano miwok y en La
piel de la memoria se hacen referencias a creencias primitivas y a formas
de pensar que hoy se consideran arcaicas.
En La
música del viento narra diversas celebraciones religiosas hinduistas.
Si hace referencia al Islam, comenta
las creencias de sus seguidores y nombra algunos de los preceptos religiosos
por los que se rigen, o critica los aspectos más intransigentes de los
creyentes musulmanes, especialmente aquellos que afectan a la convivencia
democrática, o atentan contra la libertad de la mujer, como se refleja en Frontera.
Por
último, he de resaltar que en toda su obra se manifiestan sentimientos de
solidaridad, fraternidad, amistad, etc., los cuales trascienden las relaciones
personales para transformarse en un ideal de vida que favorece la convivencia
entre los seres humanos y la de éstos con el resto de los seres que pueblan el
planeta, otorgando a las personas la dignidad suficiente para sentirse en paz
consigo mismo y con los demás.
No
quisiera finalizar esta exposición sin añadir que la producción literaria de
Jordi Sierra i Fabra no se ha detenido y que desde el año 2003 ha añadido a su larga
lista de obras publicadas, otras 22 obras dirigidas al público juvenil, 28 al
infantil y 12 al público en general, habiendo alcanzado un total de 316 obras
publicadas hasta el día de hoy.
Y que
este año ha recibido el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por su
obra Kafka y la muñeca viajera, y también
el Premio Bancaixa Ciutat d’ Alzira de Narrativa Juvenil por Els focs de la memoria.
José
R. Cortés Criado
Profesor
de Enseñanza Secundaria.
Posdata
Esta tesis doctoral fue leída y
defendida por su autor el día 17 de diciembre de 2007, en la Sala de Juntas Rodríguez de
Berlanga, de la Facultad
de Filosofía y Letras de la
Universidad de Málaga, a las diez horas y treinta minutos,
ante el tribunal constituido por:
Presidente:
Gabriel Núñez Ruiz, de la Universidad de
Almería;
Secretaria:
Amparo Quiles Faz, de la Universidad de Málaga.
Vocales:
Pascuala Morote Magán, de la Universidad de
Valencia.
Gloria García Rivera, de la Universidad de
Extremadura.
Eloy Martos Núñez, de la Universidad de
Extremadura.
El tribunal otorgó al doctorando,
unánimemente, la máxima nota, siendo la calificación obtenida de SOBRESALIENTE
CUM LAUDE.
La tesis fue dirigida por el Dr. D.
Antonio Gómez Yebra, Jefe del Departamento de Filología II y Teoría de la
Literatura de la UMA.
El
Consejo de Gobierno de la Universidad de Málaga en sesión celebrada el día 7 de
marzo de 2012 le otorgó a esta tesis el PREMIO EXTRAORDINARIO DE DOCTORADO.
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