¡Al monstruo del armario no le gusta su cuerpo!
Texto: Antoine Dole
Ilustración: Bruno Salamone
Editorial Algar
ISBN: 9788491427674
Tapa dura, 235 x 300 cm,
40 páginas, 17,50 €, (+ 5 años)
2024.
Por José R. Cortés Criado.
“Nosotros, los pequeños monstruos, sabemos que todo el mundo es perfecto, ¡a su manera!” Antoine Dole: ¡Al monstruo del armario no le gusta su cuerpo!
Antoine Dole vuelve con otra historia de su monstruo preferido y, como en las anteriores, el niño protagonista nos cuenta los múltiples problemas de su monstruo del armario: que si está muy gordo, que si su nariz es horrible, que si sus dientes son peores si cabe, que si su cuerpo peludo, que si…
El pobre monstruo está fatal y como complemento al texto, las ilustraciones de Bruno Salamone son su contrapunto, con un toque de ironía y humor que sirve para desenmascarar la identidad de quien sufre por no aceptar su aspecto físico.
Cada doble página del álbum nos muestra un gran dibujo a todo color y con profusión de detalles en la parte derecha, que muestra lo opuesto a lo que el jovencito dice de su monstruo, que suele ser algo negativo.
La parte izquierda se reserva para los textos y un pequeño dibujo abocetado en blanco y negro que nos muestra la realidad del niño.
Este juego es así hasta las últimas páginas, en las que la parte derecha nos muestra al jovencito a todo color y la izquierda, al monstruo en forma de boceto a carboncillo. La dos últimas vuelven a jugar con la metáfora visual, a la izquierda aparece el monstruo a todo color y a la derecha, el boceto del niño y el monstruo felices y contentos.
Una simpática historia para superar los pequeños traumas que nos afectan como personas hasta que aceptamos nuestro cuerpo tal como es y nos dejamos de comparaciones y de desear lo que no tenemos por considerarlo mejor.
Otro álbum simpático que nos hará reflexionar muestras sonreímos al pasar sus páginas.
Si quieres conocer los otros álbumes de Antoine Dole pincha aquí.
Las ilustraciones de Bruno Salamone son muy expresivas a pesar de esos trazos negros del carboncillo que las rodean. Los toques de color las dotan de vida y la expresividad del personaje lo hacen más simpático. Y su fusión con el texto lo ensalza.

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