Alma Blake 1: La escuela fantasmagórica
Texto: Victoria Álvarez
Ilustración: Thaís Torrents
Editorial Anaya
ISBN: 978-84-143-3980-0
145 x 210 mm, 144 páginas
12,95 €, (+ 10 años)
2024.
Por José R. Cortés Criado.
-¿Un cementerio? ¿Nuestra casa está en un cementerio?” Victoria Álvarez: Alma Blake 1: La escuela fantasmagórica.
Aruv se ha mudado de Londres a un pequeño pueblo junto con su madre, por motivo de trabajo. Al niño no le ha gustado nada el cambio, porque está en mitad del curso, no conoce a nadie en el pueblo y sobre todo, lo peor, es que se acaba de enterar que su casa está junto al cementerio.
Aruv tiene miedo. Su madre le dice que ya es mayor y debe superarlo. Lo que tardó un poco más en descubrir es que puede ver fantasmas y eso le aterra más que todos los cementerios juntos.
Su dormitorio daba a la entrada del cementerio y, mientras se reponía de esta sorpresa de la primera noche, descubrió una niña con unas enormes trenzas rubias levitando entre los panteones y las tumbas. Enseguida se hicieron amigos. Son dos solitarios que se encuentran en medio de la noche.
Al día siguiente su madre se marcha a trabajar y el chico al colegio. Su sorpresa es mayúscula cuando la acompaña Alma, su amiga fantasma. Y es que el colegio tiene dos realidades. Una para los vivos y otra para los muertos. Hasta el director parece la misma persona. Son dos hermanos gemelos, uno vivo y otro muerto.
En fin, en un mismo centro conviven dos mundos y los lectores asistiremos a las clases de ambas zonas. Las más divertidas son las de los fantasmas, sobre todo por los tropiezos de Alama que no logra aterrar a nadie ni le gusta lo que ha de hacer.
Y si esto ya era complicado, imaginad un señor que investiga el mundo de los fantasmas y su hija, y que tiene unos aparatos extrañísimos que son capaces de atraparlos o de atravesar el espejo con forma de ataúd que les sirve de entrada al otro mundo. La que lía persiguiendo a Alma y su compañera de origen japonés, Shiniko, trastocando ambos mundos, mezclando vivos y muertos hasta originar un desbarajuste fenomenal. El final es digno de una buena película, hay hasta palomitas en la fiesta.
Una bonita historia llena de fantasmas que nos harán pasar un buen rato con la niña victoriana, el espíritu japonés con humor de perros, el streamer cazafantasmas, una gata…y que no da ni chispa de miedo.
Y si esto es poco, al final nos dan consejos para crear una tinta fantasmagórica, también nos explica que no es magia que es ciencia y nos aconseja decir a la gente que nuestro mensaje secreto está escrito con ectoplasma fantasmal.
El texto se complementa con una buenas ilustraciones en blanco y negro de Thais Torrents que reflejan determinadas escenas y dan imágenes muy realistas a los personajes principales.
Los pequeños lectores que puedan superar su miedo se reirán con esta historia cargada de humor, fantasía y figuras espectrales.
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