Un trocito de horizonte
Texto: Arturo Abad
Ilustración: Miguel Cerro
40 páginas, 22x28 cm.
2014
Por José R. Cortés Criado.
Es la historia de un pirata-poeta que lanza poemas al viento
para alegrar las gaviotas y que anda preocupado por lo que se oculta tras el
horizonte; su obsesión llega a tal límite, que cansado de conocer puertos y
playas puso rumbo al horizonte y por más que avanzaba nunca lo alcanzó, a pesar
de dar varias vueltas al mundo.
Tal era su frustración por no poder alcanzarlo que fue
tirando por la borda los elementos que consideró innecesario, pero ni por esas
lo consiguió; hasta que tuvo una feliz idea, recordó un juego de su infancia. “Al
escondite inglés. Sin mover las manos y
los pies”.
Al principio no notaba acercamiento alguno del horizonte,
pero poco a poco consiguió que el horizonte se acercarse por atrás hasta que admitiese
haber perdido. Después pudo disfrutar viendo lo inimaginable en esos lugares
ignotos.
A la idea absurda de querer alcanzar el horizonte se une la
imposibilidad del hecho, pero Arturo Abad sabe que las reglas de los juegos
infantiles son sagradas, por eso recurre a ella para hacer que su personaje
alcance su sueño.
El ilustrador, Miguel Cerro, presenta las páginas como si
fuesen casillas de un juego de mesa y dan al lector la apariencia de avance
hacia su meta.
Las imágenes nos presentan a un típico pirata con su barba,
casaca y demás elementos sobre un barco velero que surca un mar de relojes en
su búsqueda, presencia ocasos, navega junto a otros barcos, sufre las
inclemencias atmosféricas, hasta que consiguió que el horizonte le regalase un
trocito del lugar por donde se pone el sol.
Son dibujos imaginativos, llenos de vida y color, que
representan un mundo mágico, onírico donde elementos reales se mezclan con
otros fantásticos.
Un buen cuento para lectores ávidos de aventuras.
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