Erik Vogler y los crímenes de rey blanco
Beatriz Osés
Editorial Edebé
144 páginas
21x14 cm.
2014
Por José R. Cortés Criado.
Beatriz Osés ha tenido la genialidad de crear un personaje para esta serie, Erik Vogler, digno de elogio. Es un jovencito atildado, miedoso, melindroso, superpijo, archiordenado, requetepresumido, poco sociable al que le ocurren cosas que no desea y que ni siquiera sospecha.
Junto a él su padre, prácticamente desaparecido, personaje muy secundario.
Otra protagonista, su abuela paterna, Berta Vogler, personaje totalmente opuesto a su nieto; ella es descuidada, tanto en su aspecto personal como en el aseo doméstico; su nieto no puede soportar su aspecto físico y la dejadez en su vivienda.
Ni abuela ni nieto se soportan, son totalmente incompatibles, cada uno conoce las limitaciones y idiosincrasia del otro, son incapaces de convivir juntos, y cuando no les queda más remedio que hacerlo lo hacen a regañadientes.
El tercer personaje importante es otro joven, Albert Zimmer, jovencito larguirucho, con el pelo largo y descuidado, dos grandes colmillos que intenta ocultar sonriendo sin separar los labios y que se asombra de lo repeinado de Erik y de la ropa de supermarca que usa.
En esta primera entrega de la colección, Erik tiene planeado viajar en Semana Santa a Nueva York con su padre; lleva mucho tiempo planeando el viaje, ya sabe los edificios que visitará, los restaurantes donde comerá y hasta el vestuario que utilizará en casa ocasión, por supuesto, totalmente coordinado desde los pies hasta el pelo.
El viaje no fue posible porque su padre se equivocó a la hora de sacar los billetes y sólo pudo encontrar uno para esas fechas, así que el chico debía quedarse con su abuela. Ella opuso bastante resistencia al hecho, él se desmayó cuando lo supo.
Instalado en casa de su abuela tiene una experiencia paranormal, ve junto al cristal de la ventana de su dormitorio el rostro de una jovencita que habría sido asesinada recientemente, en otro momento suena en el tocadiscos de su abuela La muerte y la doncella de Schubert estando el solo en casa y sin que nadie lo manipulase, y, además, el rey blanco del juego de ajedrez apareció manchado de sangre en su dormitorio.
Estos hechos le llevan a investigar en Internet y descubre que tres jóvenes de ambos sexos fueron asesinados en Bremen, y todos tenían en común su pasión por el ajedrez; a ello hay que añadir que Albert es otro buen jugador, le ganó a Erik, cosa que le sentó fatal a este.
Erik sospecha que puede ser la siguiente víctima, quiere alejarse de su abuela, de Albert y, sobre todo, quiere volver a su confortable hogar; para ello huye de la casa de la abuela un día antes de los previsto y cuando cree que está a salvo en su vivienda, descubre al asesino de los jóvenes y cae en sus manos; menos mal que la abuela y su vecino Albert acuden en su ayuda y ...
La novela está estructurada en breves capítulos llenos de actividad, de ricas expresiones que retratan perfectamente a tan singular personaje y de ágiles diálogos que atrapa al lector desde su inicio.
Erik es un personaje interesante que, a pesar de su personalidad tan rara, no cae mal; no es un héroe sino todo lo contrario, pero le suceden cosas que solo a él pueden ocurrirle y son contadas con mucha gracia por Beatriz Osés.
Larga vida a tal hilarante protagonista que te hace pasar un rato divertido y te mantiene en vilo mientras llegas al desenlace de la obra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario