La Madre
Texto: Aurora Ruá
Ilustración: Laila Ferraté
Editorial Algar
ISBN: 9788491427209
150 x 232 mm, 186 páginas
Tapa dura, 14,95 €
(+ 12 años) 2024.
Por José R. Cortés Criado.
“Siempre hay una explicación, pequeño Nebu; recuerda esto: nada es azar.” Aurora
Ruá: La Madre.
Estamos ante una novela distópica con algunas muestras de que la situación
puede cambiar y traer una sociedad mejor para todos.
En sus inicios nos encontramos a unos niños que viven en la Colonia. Son de
piel muy blanca, aunque una de ellas, Durga, además, es una mezcla de dos
especies en evolución que se adapta tanto al mundo terrestre como al acuático;
otro, Isai, es un micólogo como toda su estirpe que se dedican a recolectar los
hongos que crecen en la parte alta de su espacio virtual, en las raíces de los
árboles; otro es Nebu, al que el encante saber y no duda en ponerse a leer
todos los libros de la biblioteca y su amigo de la infancia Mardur.
Viven en la Colina, un lugar excavado en una montaña. Su vida transcurre
bajo tierra, alejados del exterior y encerrados en la comunidad. No suelen
salir al exterior salvo por extrema necesidad y desconocen qué existe más allá
de su cueva.
Estos chicos son curiosos y se hacen preguntas sobre su pasado y su futuro.
La situación actual de vida, según los mayores, es el resultado de una
destrucción del mundo anterior debido a la Gran Devastación. No existen seres
humanos. Todos desaparecieron menos ellos porque se aislaron y viven ocultos a
radiaciones y demás males exteriores.
Pero estos cuatro niños deciden salir al exterior, porque Nebu quiere tener
un topo como mascota; por ello inician un viaje iniciático de madurez y
aprendizaje único. Lo que iba a ser una corta excursión infantil se transforma
en una aventura sin par.
Descubren que en el exterior conviven otras civilizaciones, otras especies
evolucionadas según sus necesidades de supervivencia. Los jerbos no son seres
anómalos, su piel rugosa y sus cuerpos cubiertos de pieles son su forma de
vivir en el exterior.
Hay otros que viven ocultos en unos maravillosos bosques de árboles enormes
con un sistema de desplazamientos original y se mimetizan en los troncos; otros
que están más cerca de las plantas que de los habitantes de las colonias; hay
caballos gigantes que saltan sobre estrechos y profundo desfiladeros; cuervos de
gran tamaño que atacan…
Ese viaje les hace ver que viven en un mundo falso, que los mayores que
gobiernan su sociedad mienten, que hay otras vidas y que no se puede vivir
ocultando la realidad.
Es una aventura sin par, muy bien narrada, que te atrapa desde su inicio y
te hace vivir los peligros de sus protagonistas y descubrir otras formas de
vida diferentes a la nuestra que, quizás, sí se destruye nuestro planeta puede
que tras muchos siglos de recuperación las nuevas civilizaciones sean así.
Los textos se acompañan de muy buenas ilustraciones que, a veces, ocupan
una doble página o pequeños huecos entra el texto. Es de gran belleza la visión
de los enormes peces nadando bajo las pequeñas barcas; los pasadizos entre los
enormes árboles, el lago subterráneo o la enorme biblioteca.
Me ha fascinado su lectura y me mantuvo atento, durante todo el tiempo, a esa
Madre que guarda los secretos de vida de todos.
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