domingo, 3 de abril de 2016

El letrero secreto de Rosie de Maurice Sendak

El letrero secreto de Rosie

Texto e ilustraciones:

Maurice Sendak

Traducción: Eduardo Lago


Cartoné, 17 x 22 cm.

48 páginas.

2016.



Por José R. Cortés Criado


Hay niños que se lo pasan muy bien imaginando escenas y recreando acciones que piensan que son importantísimas; todo ello es fruto de la invención y la creatividad infantil; y gracias a ello, las tardes tediosas se convierten en tardes excitantes.

Con una óptica de niño, Maurice Sendak escribe e ilustra una historia graciosa, llena de ingenio, que refleja el mundo de unos niños que buscan la mejor manera de ocupar su tiempo libre e intentar cumplir sus sueños.

La protagonista es Rosie, una niña que una mañana se levanta y decide poner un cartel en la puerta de su casa que llama la atención de sus amigos: “Si quieres enterarte de un secreto, llama tres veces”.

El mayor secreto es que ha dejado de ser Rosie y se ha convertido en Alinda, una bella cantante.

Su amiga Kathy se siente tan atraída por la idea, que acepta ser su bailarina árabe de nombre Cha-Charú.

El patio trasero de Alinda se convierte en un magnífico escenario de mano de la imaginación de la pandilla. Cha-Charú sale a escena con una bata y una toalla en la cabeza para su baile; todos gritan y aplauden con muchas ganas y alegría.

Alinda aparece ataviada con un traje largo rojo, su sombrero, sus guantes, sus tacones…y cuando va a comenzar a cantar En la parte soleada de la calle, aparece en el patio Lenny vestido de bombero y rompe la magia del momento. Tras intentar coger el casco de bombero, y divertirse un rato con la idea de un incendio, todos deciden marcharse a sus casas y Alinda, sola, canta la canción.

Otro día Rosie, no tiene nada que hacer y se echa una manta roja por encima y coloca otra nota en la puerta de su casa: “Si me estáis buscando, no os va a ser fácil, porque voy disfrazada. Atentamente. Alinda.”

Todos sus amigos acuden al patio y la ven cubierta con la manta. Le preguntan si es Rosie, y responde que no, que es Alinda, la niña perdida. Está esperando que el Hombre Mágico venga a encontrarla, los demás se suman al juego, todos están en silencio expectante, hasta que deciden regresar a sus casas, preguntando antes si pueden volver al día siguiente para continuar con la espera.

Al día siguiente continúan esperando con los ojos cerrados hasta que llega Lenny vestido de vaquero, tras discutir si es el Hombre Mágico, piensan los niños que son petardos y explotan con gran estruendo.

Cuando llega la noche la protagonista es Alinda, es la niña perdida y es un petardo, pero como la madre le dice que es una niña, se va a su dormitorio con el gato, al que acuesta en la cama y ella lo hace en la alfombra porque dice ser un gato dormido.

Después de la lectura se te queda una sonrisa en la boca pensando en lo poco que necesitan unos niños para imaginar mundos y actos ficticios capaces de tenerlos entretenidos tardes enteras.

El texto se complementa con imágenes sencillas de niños y niñas perfectamente siluetados y con algunos toques de color. Predominan el blanco y el negro, destaca el rojo de algunos trajes y de la manta que usa la protagonista.

Los escenarios están marcados por pequeños detalles del jardín, patio o puerta de la vivienda, suficientes para imaginar el resto de los elementos que configuran todo el escenario donde se desarrollan la trama.

Buen álbum ilustrado que hará pasar ratos entretenidos a los pequeños lectores y los animará a desarrollar sus capacidades inventivas.




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