domingo, 30 de agosto de 2015

Escapar de un cuento de Concha López Narváez y Rafael Salmerón

Escapar de un cuento

Texto: Concha López Narváez y Rafael 
Salmerón

Ilustraciones Rafael Salmerón

Colección El Duende Verde

12,5x19 cm, 80 páginas

(+8 años)


Por José R. Cortés Criado


Narváez y Rafael Salmerón llevan a los pequeños lectores a reinterpretar los cuentos infantiles tradicionales, dándoles un nuevo giro e incluso vacaciones a los personajes.

La trama se inicia con Caperucita y el Lobo Feroz, personajes archiconocidos, la niña se presenta contenta y feliz, temerosa del lobo y sin ganas de ir a ver a la abuelita ni ponerse la dichosa capa ni ir a visitar a su abuela con la cestita ni…

Caperucita temía la presencia del lobo, pero quien se cruzó en su camino era un joven moreno, bromista y pastor de ovejas, el que gritaba que viene el lobo para reírse de los otros pastores, y la niña le propone caminar juntos; más tarde se les unieron los tres cerditos, los siete cabritillos. Todos iban asustados y cuando llegó el lobo, este se puso muy contento porque  tenía a todos los personajes de sus cuentos juntos y se iba a dar un festín.

Pero los doce se envalentonaron y le hicieron frente, el lobo huyó despavorido a lo alto de un árbol, después descubrió que le gustaba cantar y junto a un gallo, un burro, un gato y un perro, los músicos de Bremen, formó un conjunto musical de gran éxito y pronto acudieron otros personajes de cuentos a escucharlos, como Pulgarcito, Hansel y Gretel y Cenicienta...., pobre príncipe que se quedó esperando en palacio a Cenicienta. El príncipe se aburrió muchísimo, no bailó con nadie, ni encontró un zapato en las escaleras, ni escuchó doce campanadas, ni se enamoró, pero la culpa fue suya, no quiso arriesgarse a cambiar de vida y él se lo perdió.

También Blancanieves estaba cansada de cuidar de los siete enanitos, estos de estar todo el día bajo tierra cavando, la madrastra de ser mala y un día decidieron hacer vacaciones, se tomaban el día libre, cada uno haría lo que quisiera; a estos se unieron el Príncipe Azul, la Bella Durmiente, Garbancito y personajes de cuentos rusos, indios, españoles, ingleses...

Pero hubo quienes no quisieron cambiar de cuento ni tomarse vacaciones como el Príncipe, el Patito Feo, la  Ratita Presumida o el Soldadito de Plomo.
Concha López Narváez y Rafael Salmerón hilvanan una bonita historia que invita a la reflexión y a la imaginación, llevando a los pequeños lectores a distintos escenarios donde se mezclan personajes de cuentos diversos y problemas similares.

Al finalizar los autores invitan a los lectores a cambiar los cuentos populares y darles vacaciones a sus personajes de vez en cuando.

Es una recreación escrita con gracia y alegría que gustará a los pequeños lectores ávidos de cambios en la vida cotidiana.



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