¡El bogavante cumple 100 años!
Martina Badstuber
La alemana Martina Badstuber escribe e ilustra este libro
curioso para los jóvenes lectores sobre la longevidad de ciertos animales.
Gracias a los datos que aporta el lector va a saber que a
pesar de que las tortugas viven unos diez años hubo una gigante que vivió 176
en un Zoo de Australia, que el elefante más viejo conocido vivió 86 años, que
el bogavante puede vivir cien años, los córvidos entre quince y veinte, que las
moscas tiene entre uno y cuatro días de vida, y que las ocas son sacrificadas
en su primer año de vida para comer su carne tierna y aprovechar sus plumas
para edredones, aunque una famosa ponedora vivió 37 años y empolló 350
ansarones y así sigue con los topos, las ballenas, los sapos, los monos, las
lombrices de tierra, los corales y las hormigas.
A lo largo de las páginas los lectores irán aprendiendo
ciertas curiosidades de estos animales además de la duración de su ciclo vital;
su lectura favorecerá el conocimiento sobre la fauna y el amor por la
naturaleza.
Por ejemplo saber qué cosas puede hacer un elefante con su
trompa, que las hormigas son unos animales muy inteligentes, que los corales
crecen al año menos que el tamaño de una mota de polvo, que si un pájaro le
arranca la cola a una lombriz, esta le vuelve a crecer o que en algunos zoos
norteamericanos los monos piden su comida preferida a través de un iPad, entre
otros muchos datos peculiares.
El texto recoge estos datos de forma sencilla para disfrute
del lector y está muy alejado del modelo de los libros informativos o
didácticos.
Cada doble página tiene un color de fondo y sobre él
destacan los textos en color verde, azul, violeta o rojo, ocupando un espacio
en la parte izquierda, el resto del papel muestra a los animales citados en su
entorno o en parajes graciosos, tal como el del topo que aparece entre los pies
de los jugadores en un campo de fútbol, o el elefante que está sobre una
pirámide formada por otros animales, o la mosca efímera sobre una compa y en un
ambiente de fiesta con piano y regalo incluido, o los monos en su podio.
Los dibujos son sencillos, coloristas, con pequeños detalles
que los dotan de vida; el semblante de todos es agradable. La autora les ha
dibujado sonrisas para mostrar su amabilidad. Tanto los animales como los
objetos dibujados están perfilados con un lápiz negro.
Un buen libro, ameno, colorista para fomentar el amor por
los animales.
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