El paseo de la filosofo María
Zambrano y del poeta pintor Joaquín
Lobato por la III Bienal de Arte y
Escuela de Torre del Mar.
Por José R. Cortés Criado.
-María, María, Maricuela, Maruja, Mariquilla… ¡¡¡María!!!
Despierta de tu siesta que ya se fueron los últimos visitantes.
- ¡Oh, Joaquín!, ¿qué te pasa? ¿A qué vienen esas prisas?
- Vamos a dar un paseo que llevamos muchas horas aquí
quietos pegados a estas cajas de fresas.
- ¡Ay, Joaquín, qué niño eres! Vamos, pero sin prisas que
no estoy para muchos trotes.
-¿En qué piensas?
- En todo y en nada. Como decía mi madre mi cabeza es como
la válvula de una olla exprés, siempre está dando vueltas y más vueltas a las
ideas.
- ¿y?
- Pues eso, que recuerdo las palabras de un guía, de esos
jubilados jubilosos que están toda la mañana dando vueltas con una troupe de
niños zangolotinos intentando hacerles ver algo de arte, y es que el hombre
ponía mucha voluntad, delante de mí les regañó porque no sabían quién era yo,
como si yo fuese una diva de la canción o una estrella televisiva; menos mal que
una niña sabía que la estación del tren de Málaga lleva mi nombre.
- Es que la filosofía nunca estuvo de moda y menos en estos
tiempos que corren. Ten en cuenta que a mí me conocen algunos porque soy el
nombre de su instituto.
- Anda, y a mí también, pero poco más, aunque los alumnos
dicen que estudian en el María, se les olvida el apellido, cosa curiosa, ¿no?
- Vale, pero vamos a ver los sombreros.
- No es pesimismo es reflexión, me ha hecho pensar en los
tiempos oscuros de nuestro país cuando la ideas vivían entre rejas, algunos en
el exilio y otros ocultando sus pensamientos. Ojalá nunca más vuelvan tiempos tenebrosos
y las cárceles no sean para las ideas, ni haya puertas que cierren el paso a la
vida, a la libertad, a una sociedad mejor, como ese señor del piso superior que
quiere cerrar la puerta a decenas de zapatos que llegan ante él.
- No sigas por ahí, que también tengo yo mi ración de
tristeza, otra vez se fue abril y tampoco fui a París.
-¡París! ¡París! Ok
là là.
- Vamos a ver los nidos hechos con tanto mimo, los
sombreros elegantes y los zapatos mágicos.
- Vamos, pero no me hagas posar con ningún sombrero que mi
coquetería ya pasó, solo vamos a pensar cómo será la persona que sea capaz de
salir a la calle con él o con uno de esos pares de zapatos.
- ¡Ay, librepensadora! Eres más creativa que yo.
- Mira, Joaquín, ese magnífico cubo de colores. Volvamos a
mirarlo, no me canso de hacerlo.
- Sí, pero con una condición, un ratito solamente, que
luego te quedas extasiada ante tanto color y tanto ingenio, nos cansamos,
volvemos a nuestro espacio y no vemos nada, que te conozco.
- De acuerdo, un momentito nada más.
- Luego no me digas de recrearte en la observación de los
globos multicolores llenos de lunares, que ya casi los he contado todos, ¡hay
que ver el ingenio de esa japonesa y lo bien que lo han hecho los niños!
- Pero en el corral de Antonio Hidalgo sí, ¿eh? Que tu
barroco amigo tiene mucha gracia con sus pinceles.
- Sí, es verdad, desde siempre Antonio destacó por su
estilo tan peculiar de reflejar lo que ve. Me encanta su colorido.
- Maravilloso, Eugenio es un gran pintor y una buena
persona; está muy bien representado en esta bienal, tengo entendido que ha
trabajado mucho con los niños de un colegio.
- Enseñar, educar, alumbrar las tinieblas del
desconocimiento, ¡qué trabajo tan interesante el de maestro!
- Vamos, María, no te detengas con el movimiento del móvil
de alambre y telas, que sí, que es motivo de reflexión y análisis de la vida,
pero ahora no tengo ganas de hablar de eso, sigamos el paseo.
- Tú tienes ganas de verte en los otros dos dibujos tuyos,
a mí me encanta el que hay que ver desde lejos, creo que ha sido el montaje más
fotografiado de toda la exposición.
- Bueno, guapo que es uno, ¿qué quieres que te diga?
- Anda vamos a las carpas, que sé que quieres llegar al
pasero y ver si se cumplió alguno de tus sueños, y de seguir viendo las cadenas
de imágenes o las fotografía retocadas por pequeños artistas, pero no me hagas
meternos bajo el dragón que yo ya no estoy para esas cosas.
- Eso no me lo puedo creer, si sigues siendo un chiquillo
inquieto y curioso.
- También veremos las maquinarias construidas con palillos
y cartones, y los bancos hechos con materiales de desecho y esa medusa y…
- Después prométeme
que iremos a ver la jungla de la clase, ¡qué graciosas esas sillas
transformadas en animales!, y las decenas de grullas de la paz, y esa montaña
de libros y esos trabajos históricos…
- También hemos de reflexionar sobre las emociones, hay
muchos espacios donde hacerlo y eso nos ayuda a ser mejores personas.
- ¡Pero si nosotros ya somos buenas personas!
- Pero siempre podemos mejorar, Joaquín, no lo olvides,
amigo.
- María, ¿y si tocamos un poco el cajón flamenco y la
guitarra?, seguro que a Juan Breva le encanta que lo recordemos en el
centenario de su nacimiento.
- Juan Breva, el de cuerpo de gigante y voz de niña que
decía Federico…
- Yo canto María, tú…tú…me escuchas que ya es bastante.
- Pero hazlo con el tubo de susurrar que es más tierno y
emotivo.
- ¡Sí que me lo pones difícil, pero lo intentaré!
- ¡Vengan unas malagueñas o unos verdiales!
- Bueno, lo que me salga.
- ¡Qué bien lo has hecho, Joaquín!
- Vamos que nos quedan muchos espacios por visitar, ¡qué
pena que los talleres estén
cerrados, con lo que a mí me gusta pintar y
colorear y la arropía!
- Sí, regresemos a nuestros “azulejos”, en otro momento
seguimos la ruta por las carpas.
- ¿Ya, María, ya quieres volver? Bueno, pero antes nos
sentamos a ver volar al dragón y a la medusa flotar, que algo se nos ocurrirá.
-Sí, y mañana volvemos a visitar el fondo del mar, el
homenaje a la mujer y esos maravillosos dibujos en tiras de papel que adornan
el pasillo de arriba, y desde allí observamos los veleros naranjas sobre el
mar.
- Y las estampaciones, y los botijos decorados y el
palmeral intervenido por los artistas plásticos y...
- ¿Sabes, Joaquín? Todavía espero que me digas cuál es la
mejor parte de ti. Yo lo tengo muy claro, mi cerebro, sin él no sería quién soy
ni podría analizar el pensamiento de los seres humanos.
-Pues yo…aún no sé qué decirte, tengo mis dudas si mi
cabeza o mis manos, tengo que madurar la idea, ya te responderé antes de irnos
de la bienal.
- Buenas noches María, que sueñes con la belleza que nos
rodea.
- Buenas noches, Joaquín, descansa, que mañana todavía
podemos seguir disfrutando de estos ratos tan agradables.
Pepe me ha parecido maravilloso tu paseo pir la bienal. Ingenioso y de la mano de dos personas tan entrañables como María Zambrano y Joaquín Lobato. Te felicito por este broche de oro a la IIIBienal de arte y escuela que hemos disfrutado.
ResponderEliminarGracias por tus amables palabras. Un abrazo lector. Pepe.
EliminarMagnífica puesta en escena, pensamiento, arte y poesía todo un recorrido emocional. Gracias Pepe Cortés.
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