El maleficio de la princesa
Texto: Antonio A. Gómez Yebra
Ilustración: Jesús Aguado
Editorial Anaya
Colección El Duende Verde
ISBN 978-84-698-3604-0
125 x 190 mm, 128 páginas
9 €, (+ 12 años) 2018.
Por José R. Cortés
Criado.
Si leíste Con las botas puestas, ese precioso cuento con
reminiscencias populares en el que un padre al morir dejó a sus tres hijos sus
pertenencias: al mayor le correspondió un caballo; al segundo, una cabra; y al
pequeño un perro que tiene la facultad de hablar; te sonarán algunos personajes de esta nueva publicación.
Con estos mimbres Gómez Yebra hilvanó una historia llena de
magia y sabiduría que finalizó cuando el pequeño de los hermanos libró de la
muerte a la princesa del reino.
Esta nueva entrega, El maleficio de la princesa, nos trae los mismos personajes, que han mejorado socialmente. Esteban, que se vio envuelto
en la tarea de recuperar a la princesa gracias al queso de la cabra de su
hermano mediano, ahora es camarero de palacio y aquel es cocinero.
En este libro Esteban sirve el desayuno al rey, que cada
día está más ancho aunque dice que el problema es que la ropa embebe al
lavarse, y cuando regresa a la cocina conoce a la princesa y a sus tres
guardianas consejeras.
Las tres son ciegas pero tienen los demás sentidos
perfectamente desarrollados y son las mejores custodias de la princesa que ha
de permanecer sola, encerrada, y solo se la puede mirar a través de un espejo,
pues su maleficio es tal que quien la mire provocaría su desaparición.
Esteban quiere conseguir el antídoto para acabar con el
conjuro, además ha de ayudar al rey a descubrir a traidores y malvados, y debe
enfrentarse a las desalmadas personas que aún intentan arrebatarle sus botas
mágicas a pesar de lo que apestan.
Al final Esteban encuentra el antídoto, es un juego de palabras
a los que el escritor es tan dado, debe encontrar la solución mezclando las
letras de la palabra MATEO.
Cuando el chico descubre la clave se siente cohibido; el
rey busca marido entre la nobleza para su hija y él se acaba de enamorar de la
princesa. Es un amor imposible, pero más imposible es conseguir que la princesa
pueda mirar a la gente a los ojos y no ocurra nada.
Esteban lo consigue pero teme represalias cuando dice en
voz alta la clave para erradicar el mal de la princesa y huye del palacio, solo
quiere desaparecer, volver a su pueblo y ser feliz como lo era cuando niño,
pero no sabe que el amor es una fuerza muy poderosa.
El autor nos informa de que la princesa se enamora del
camarero y de que este huye pero que volverá; así que ya estamos esperando una
nueva entrega de esta saga.
Sin duda un buen libro que se lee de un tirón, donde la
trama te arrastra hasta la última página y la ironía, que a veces salta en el
relato, nos hace sonreír y esperar un nuevo giro en los avatares de Esteban, la
princesa y su guardia pretoriana formada por las tres damas ciegas.
Relaciones familiares, intriga, amistad, amor, superación
personal, gatos mágicos, vida palaciega sin problemas y otros temas sencillos
aliñados con juegos de palabras hacen la lectura muy amena.
El libro está ilustrado por Jesús Aguado que a base de
originalidad y color complementa el texto.
Seguro que gusta a cualquier tipo de público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario