El hombre palo
Texto: Julia Donaldson
Ilustración: Axel Scheffler
Editorial Bruño
Editorial Bruño
ISBN 978-84-696-2693-1
215 x 270 mm, 32 páginas
15 €, (+ 3 años) 2019.
Por José R. Cortés Criado.
“-Soy un hombre palo, ¡Un
hombre palo! Y aquí me quedo, en mi árbol con mi familia, donde está mi
corazón”. Julia Donaldson; El hombre
palo.
El pobre hombre palo vive felizmente con su señora y sus
hijos y hace una vida normal en su árbol hasta que sale de su hogar y cae en
manos, mejor dicho, en boca de un perro y se convierte en su juguete y el de su
amo, así que el pobre va y viene de una punta a otra del parque a pesar de sus
protestas. Él no es un palo, es un hombre palo.
Cuando cree que ha terminado su pesar, cae en manos de
una niña y forma parte de un grupo de palos que corren arrastrados por el agua
del río, sus protestas no le sirven de nada, el pobre termina formando parte
del nido de un cisne, después desembocó en el mar, viajó hasta una playa, fue hasta
de bandera de un castillo de arena…
En fin, el pobre hombre palo tiene una vida muy azarosa,
recorre medio mundo, sufre mil padecimientos, fue útil para muchos, juguete
para otros, formó parte de un muñeco de nieve, llegó hasta una chimenea y
conoció a Papá Noel, que le hizo el mejor regalo posible a la mujer palo y a
sus hijos que aguardaban el regreso del padre de familia.
Esta historia está muy bien hilvanada, tiene elementos
repetitivos que dan agilidad al relato y hacen partícipe al lector. Cada vez
que un peligro acecha al hombre palo una voz le avisa: “¡Hombre palo, hombre
palo, cuidado con el….!”, hecho que anima a los pequeños lectores a aliarse con
el perdedor de la historia porque quiere evitarle malos tragos.
Además el hombre palo habla y defiende su identidad siempre
y pide volver con su familia, lo malo es que nadie lo escucha y no consigue que
lo consideren un hombre palo ni que lo devuelvan a su casa.
Los animales también participan del relato con sus
comentarios, así el perro comenta que se alegra de encontrar un palo para
cogerlo y soltarlo, el niño de convertirlo en una espada, la niña en utilizarlo
como lápiz contra la tierra…
A esas voces hay que añadir la del narrador que nos resume
la azarosa vida del hombre palo y su triste destino, solo, perdido, helado,
cansado y a punto de fenecer en fechas navideñas. Menos mal que Papá Noel lo escucha
y lo comprende.
Simpática historia de personas ignoradas e incomprendidas
que han de enfrentarse a muchos problemas cuando están fuera de su entorno. Menos
mal que ante tanta falta de empatía encuentra a una persona buena que le otorga
su categoría humana y lo hace volver a la vida cuando estaba sin ánimos para
continuar su lucha en pos de su familia.
Al texto de Julia Donaldson se unen unas sencillas y expresivas
ilustraciones llenas de vida e ilusión de Axel Scheffler, que añaden mucha
información, ampliando el sentido del texto y dotando de una magia especial a
todos los personajes que en ellas aparecen dibujados, ya sean personas, animales
o el hombre palo.
A las imágenes globales han de sumarse los pequeños
detalles de cada lámina, que embellecen y dotan de una historia paralela a la
narrada con palabras.
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