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martes, 8 de diciembre de 2020

"Las cholitas de Bolivia" de Claudia Bellante

Las cholitas de Bolivia

Texto: Claudia Bellante

Ilustración: Anna Carbone

Editorial Edebé

ISBN: 978-84-683-4668-7

180 x 225 mm, 32 páginas

9,95 €, (+ 8 años) 2020.



Por José R. Cortés Criado.

Aprendieron que una mujer puede sobrevivir sola, incluso cuando vive en una situación difícil, que sus orígenes indígenas y sus ropas tradicionales no deben ocultarse, sino mostrarse con orgullo, y que con coraje y determinación se puede luchar, ganar e incluso volar, dentro y fuera del ring.”


La editorial Edebé acaba de lanzar al mercado una nueva colección para lectores a partir de ocho años que lleva por nombre Latido de alas. Estos libros pretenden acercar a los lectores infantiles situaciones que se dan en cualquier parte del mundo.

La idea es viajar con el libro hasta distintas partes del planeta, de la mano de niños y niñas que nos muestran la singularidad de sus actos. Son hechos cotidianos que marcan diferencias entre las personas y nos sirven para que podamos reconocer la belleza y grandeza de las pequeñas cosas que pueden ayudar a tener un mundo mejor.

Este volumen os trae a unas niñas bolivianas que tiene el gusto de pelear para divertirse. No se trata de una pelea a golpes para hacer daño al contrincante, que podría ser, estas niñas quieren divertirse con una costumbre ancestral de su pueblo.

Las protagonistas son dos amigas que viven en El Alto, Bolivia, un lugar muy elevado en el que viven muchas personas que hablan una lengua indígena, el aimara. Su pueblo es de casa bajas construidas con ladrillos, aunque un arquitecto ha construidos enormes casas muy hermosas y muy coloridas.

En ese lugar el traje típico aimara está compuesto de faldas con volantes, una capa, zapatos de bailarina con correa y un borsalino, un sombrero muy especial que siempre llevan algo ladeado.

Noelia y Wara son dos jóvenes que durante la semana son estudiantes muy aplicadas y los fines de semana se transforman en chorlitos luchadoras. Hay quienes no ven bien esta actividad de las chicas, piensan que pelear son cosas de hombres, pero a ellas no les importa, saben que es un juego que forma parte de su cultura y se sienten satisfechas de conservarla.

Gracias a Claudia Bellante hoy podemos saber algo más de esas mujeres que se suben al ring ataviadas con sus trajes típicos para escenificar unas peleas muy especiales, sobre la lona se las ve saltar, voltearse mientras sus largas trenzas negras cortan el aire y sus faldas marcan círculos de colores muy vivos.

Los textos se presentan en unas etiquetas con adornos propios bolivianos sobre unos dibujos muy agradables y llenos de colorido, que nos muestran a los aimaras con sus trajes típicos, escenas de peleas, paisajes y situaciones cotidianas de las protagonistas.

Estas niñas del relato nos muestran que en cualquier parte del mundo, con acciones pequeñas y atrevidas, se puede cambiar el orden de las cosas y no vivir todos uniformados con una única manifestación de nuestra forma de vivir.

Seguro que gustará por el valor de las protagonistas al enfrentarse a las personas que no piensan como ellas, sin importarles el que dirán, sino el hecho de mantener sus costumbres vigentes.


martes, 2 de julio de 2019

"El ojo del Inca" de Natalia Alonso


El ojo del Inca
Texto: Natalia Alonso
Colección Alandar
ISBN 9788414016435
130 x 210 mm, 216 páginas
10,50 €, (+ 12 años)
2019.

Por José R. Cortés Criado.


"Desde el lugar donde se detiene el tiempo y para siempre". Natalia Alonso: El ojo del Inca

La narradora de esta historia es una chica que se desplaza a Bolivia con su padre y sus tres hermanos para buscar una antigua cultura boliviana que había permanecido oculta a la civilización europea, se trata de los huatacachi. Germán, el padre, es un conocido antropólogo y está cerca de alcanzar su éxito.

Los niños no saben bien qué ocurre, aunque sí saben que su padre pone mucho interés en sus investigaciones y lo hace todo con mucha pasión. La narradora es Aymara, los otros tres son Sabina, Itai y Antu, los dos varones, el último es el más pequeño.

Los niños están acostumbrados a los viajes de su padre; anteriormente también lo hacían con su madre pero hace dos años que desapareció en el Himalaya. Y ahora el padre pretende viajar con ellos hasta los huatacachi, para eso se van unos días a la selva, para sobrevivir con lo que encuentren en su camino, pues no podrán llevar ni equipaje pesado ni nada superfluo.

Y en esas andaban cuando desapareció su padre sin dejar rastro. Ahora los chicos deben ingeniársela solos, menos mal que el chamán Huasca, gran amigo de su padre está ahí para ayudarlos en la búsqueda y Wilson, su joven ayudante, muy hermoso para ambas chicas.

Los chicos no saben qué hacer, pero el chamán sabe leer el humo de sus cigarros, entre otras muchas cosas, así que él lee el humo para localizar a su amigo, pero el desconoce el lugar dónde dirigirse. Por eso cuando el ve en el humo trenes, los chicos deben buscar en los cuadernos de su padre alguna anotación que hable del tema; así, usando la lógica, son los hijos los que van poniendo las piezas para localizarlo.

A lo largo de las páginas el lector viaja por Bolivia, la narradora nos mostrará ciudades, ríos, paisajes y escenas cotidianas del chamán y de otros de sus colegas, junto a las comidas o ropajes que usan en su periplo.

También asistiremos a bailes de disfraces, celebraciones precolombinas, todos estos hechos nos ayudan conocer a la civilizaciones antiguas del continente americano. Los chicos a veces deben vestir con atuendos típicos bolivianos o tomar medicinas alternativas a la farmacopea europea, para alcanzar su objetivo.

Y por si esto fuera poco, también deben cuidarse de dar información a determinadas personas que se acercan a ellos para localizar a su padre antes que sus hijos o para ser los primeros en descubrir esa tribu ancestral.

La novela está muy bien hilvanada, la trama te lleva de aventuras sin fin por la selva, te muestra cómo sobrevivir en un escenario tan diferente al nuestro, te expone problemas humanos, te muestra personas solidarias por el solo hecho de hacer el bien desinteresadamente a los demás y otras sin escrúpulos que buscan su beneficio propio sin importarle el prójimo.

Esta novela nos acerca a una cultura distinta a la nuestra en bastantes aspectos y nos hace reflexionar sobre los poderes que poseen algunas personas y que los usan para ayudar a otros sin buscar un beneficio particular.

Seguro que la novela gusta a los jóvenes lectores por la mezcla de temas que se entrecruzan página tras páginas, porque cuatro de los protagonistas son chicos de ciudad alejados de la vida entre árboles, ríos, aves y otros animales, y por que nos hace ver que las cosas muchas veces no son lo que parecen.

Etnografía, selva, lago Titicaca, totoras, cocodrilos, hojas de coca, aldeas perdidas, ciudades polvorientas, niños limpiabotas, humo de los cigarros del chamán, ungüentos para sanar torceduras de pies, mejunjes para curar enfermedades..., en fin una retahíla de cosas distintas y novedosas para muchos lectores que se tratan con suma naturalidad en el transcurso del relato.