lunes, 23 de diciembre de 2019

"Cuando a Matías le entraron ganas de hacer pis la noche de Reyes" de Chema Heras


Cuando a Matías le entraron ganas de hacer pis la noche de Reyes

Texto: Chema Heras

Ilustración: Kiko da Silva

Editorial Kalandraka

Colección Libros para soñar

ISBN: 978-84-8464-439-2.

220 x 220 mm, 40 páginas

13 €, (+ 5 años) 2019.


Por José R. Cortés Criado.

El tren de Matías / chu chu, chu, / corre por las vías, / chucu. Chucu. Chu”. Chema Heras: Cuando a Matías le entraron ganas de hacer pis la noche de Reyes.

La editorial Kalandraka vuelve a editar un clásico de la literatura infantil en estas fechas navideñas. Hace veinte años que este libro vio la luz y sigue siendo de gran actualidad, es esa cosa que les ocurre a los clásicos.

Matías, su protagonista, es un niño que ansía la llegada de los Reyes Magos, a los que les ha pedido un tren con tres vagones de colores y como está muy nervioso no puede dormirse, pero se va a la cama porque su padre le dijo que a los niños que están despiertos no les traen juguetes.

Entre los nervios y las ganas de jugar, a Matías su vejiga le juega una mala pasada, se despertó a media noche con ganas de hacer pis y se dirigió al baño; allí escuchó a los Reyes Magos hablar, uno lo descubrió en el año, él no se atrevió a mirarlo y cabizbajo volvió a la cama, temiendo no recibir su tren por estar despierto.

A la mañana siguiente no encontró nada a la vista pero se acordó de lo escuchado durante la noche: “¿Dónde le dejamos el tren, aquí o debajo de la cama?” y allí estaba, por fin respiró tranquilo, los Reyes Magos no habían pasado de largo, pero su tren tenía un vagón más de los pedidos, un enorme orinal amarillo.

Ingeniosa historia, algo angustiosa con final feliz. Algunos pequeños lectores temen que por culpa del pipí se quedase Matías sin juguete, y eso que había pedido una sola cosa, de ahí el regalo añadido al peque para que comenzarse a usarlo por las noches.

A los mayores nos provoca risa la historia porque intuimos que un niño no se va a quedar sin juguete una noche de Reyes y nos hacen mucha gracias las imágenes del protagonista, su cara de susto o asombro, su búsqueda por armarios, estanterías y cualquier rincón del hogar.

Al texto, que se reproduce en distinto tamaño de letras y algunas de ellas en movimiento, como la canción que sueña el niño, va acompañado de las ilustraciones de Kiko da Silva que echa mano de todo cuanto tiene a su alcance para recrear las escenas, ya sea un trozo de tela de saco, de un periódico, de una servilleta, de corcho o de pintura.

La expresividad de los personajes, los gestos de Matías, la cara de pánico o de alegría, la manifestación de su nerviosismo o su disfrute están muy bien reflejados página tras página.

En resumen, un buen álbum ilustrado que no pierde actualidad y sirve para el disfrute de grandes y pequeños, y está cargado de humor e ingenio, frente a la inocencia infantil.




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