Plasticus maritimus,
una especie invasora
Texto: Ana Pègo e
Isabel Minhós Martins
Ilustración: Bernardo P. Calvalho
Editorial Kalandraka
ISBN: 978-84-1343-017-1
150 x 20mm, 176 páginas
18 €, (+ 10 años) 2020
Por José R. Cortés Criado.
“Este libro ha sido creado, en primer lugar, para conocer mejor el problema del plástico que hay en los océanos; en segundo lugar, para aprender a actuar de la mejor manera para minimizarlo.” Ana Pègo e Isabel Minhós Martins: Plasticus maritimus, una especie invasora
Curioso libro que nos informa sobre los problemas del plástico en los océanos; y no solo se limita a recopilar datos, sino que nos ofrece a los lectores, además de la información de la relación entre el plástico y los océanos, una nueva manera de entender el problema y nos facilita la manera de contribuir a eliminar ese invasor contaminante de los mares.
Y no es para menos, ya que solemos pensar que una bolsa, una pajita o un muñeco poco puede contaminar en la inmensidad de los océanos, pero no es así, porque cada hora son arrojadas al mar mil toneladas de plástico en el mundo; dicho de otra manera, cada minuto se arroja un camión lleno de plástico al mar.
Ana Pego, es una bióloga portuguesa que nació frente al mar. Cada día, cuando salía de la escuela, al llegar a su casa, lo que hacía era visitar el mar, era su patio de juego; allí acudía bien para bañarse o para observar el entorno, y así, poco a poco, comenzó a recolectar plásticos, se puso en contacto con otras personas con similares intereses, fue ampliando sus conocimientos y creó un muestrario muy curioso de los objetos arrojados al mar.
Lo primero que hace la autora es enseñarnos el significado de dos términos ingleses: beach cleaner y beachcomber. Una persona que se dedica a la limpieza de playas, ya sea en grupo o individualmente, se le denomina beach cleaner; beachocomber, no solo recoge basura de la playa, sino que se convierte en una especie de coleccionista que se interesa, también, por el origen y la historia de esos objetos encontrados. Así se clasifica Ana Pego.
Esta guía, que nos informa que en el mundo no faltan problemas en busca de solución, tiene una especie de introducción bajo el título La importancia de los océanos, antes de dar paso a la guía de campo, que tiene cuatro apartados; el primero explica a qué especie pertenece plasticus miritimus; le sigue la mejor manera de organizar una salida a la costa, para luego contarnos sobre lo objetos comunes o exóticos que se pueden encontrar.
A continuación hay otros apartados que nos informa sobre el reciclaje y sus problemas; algunos lectores pueden pensar que con echar los plásticos al contenedor amarillo se ha resuelto el problema, pero bien nos informa la bióloga que no es todo así de sencillo, ya que hay diversidad de plásticos y cada uno tiene su forma de reciclar o, incluso, es imposible de reciclar.
La autora, después de dar una muy detallada información, explica qué podemos hacer cada uno de nosotros ante este problema, y acaba con unas páginas en color sepia que nos ayudan a saber más sobre el plástico; siendo muy interesante esta aportación.
Hay datos curiosos que llaman la atención, como saber que en el 2050 habrá más peso de plástico que de peces en los mares, que un pañal desechable tardará entre 50 y 100 años en degradarse en el mar o que una botella de plástico alcanzará los 450 años, que en Portugal se calcula que se tiran al suelo 7000 colillas por minuto, que las tortugas se comen las bolsas de plásticos al confundirlas con medusas, su manjar preferido...
Pero no solo informa, también plantea problemas y posibles soluciones; pide que se elaboren listas de cosas que podemos realizar o de plásticos que pasan por nuestras manos al día, nos pregunta sobre el tema y nos da orientaciones como las 7R que necesitamos no olvidar: repensar, rechazar, reducir, reparar, reutilizar, reciclar y revolucionar ante el consumo de plásticos.
El texto se complementa con unas sencillas y esquemáticas ilustraciones en las que destacan los trazos de los lápices de colores, dotando a cada dibujo de mucha viveza por su colorido y de suficiente información para que los lectores distingan unos elementos de otro, observen la degradación de los materiales o la similitud entre una bolsa y una medusa.
Ademas hay una colección de fotos de objetos extraños recogidos por la autora, que sirven para explicar los viajes de los plásticos y el origen de mucho de estos problemas de contaminación, como son el abuso de las pajitas para beber o la suelta de globos para diversión.
Seguro que, de su lectura, más de uno sale convencido de que debe hacer algo para evitar el deterioro de los mares y océanos, porque todos podemos ayudar con simples gestos en nuestra vida diaria.
Buen libro para recordar que el día 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, que ha recibido el Premio BD Amadora al Mejor Diseño, 2019, en Portugal; una Mención Honorífica en la Feria del Libro de Bolonia, 2020 y está incluido en el Plan Nacional de Lectura en Portugal.
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