Mamá Bruce
Texto e ilustración:
Ryan T. Higgins
Traducción: Adolfo Muñoz
Colección Álbum ilustrado
ISBN 978-84-698-4874-6
235 x 315 mm, 48 páginas
(+ 3 años) 15 €, 2019.
Por José R. Cortés Criado.
Bruce es un oso, solitario, huraño y de
pocos amigos, además de gruñón. No le gusta nada, ni el sol, ni la lluvia, ni
los animalitos…pero si le gusta comer bien y no cualquier cosa, porque tiene
conexión a internet y elabora imaginativas recetas.
Este oso no come las cosas crudas, y
además, coge todo lo que necesita de su entorno, como dice el autor, apoyaba el
comercio local, así que cuando decide comer huevos de gansa cocidos y rociados
con salsa de salmó y miel va al río, al bosque y vuelva a casa con sus
ingredientes.
Y cuando está cociendo los huevos se le
acaba la leña, por lo que ha de salir a recoger maderas para finalizar su plato
y cuando vuelve, no puede creer lo que ve, los huevos se han transformado en gansos.
Los gansos que desconocen la identidad de
su mamá cuando ven a Bruce lo llaman mamá y se van tras él. Os podéis imaginar
cómo se puso el oso, al que no le atraía comerse las crías, había perdido el
apetito, así que fue al nido en busca de la verdadera mamá gansa para darle sus
hijos, pero ella había migrado antes de que llegase el frío.
Por más que Bruce decía que no era mamá
y quiso quitárselos de encima, los gansos iban tras él noche y día. Esperó pacientemente
a que volvieran los gansos para que estos se fuesen con su familia, pero no dio
resultado, su familia eran ellos y el oso.
Como no le quedó otra que aceptar esos
niños, luego adolescente y más tarde adultos, en verano se desplazaba al sur
para disfrutar todos de unos días de playa y en eso andaban al final de la
historia cuando una tortuga vio a un ganso y le preguntó: ¿mamá? Comenzando una nueva historia que el lector puede imaginar
Entrañable historia cargada de lirismo
que emocionará al más reacio a serlo, por su trama, sus diálogos y sobe todo,
por la simpatía de las imágenes. Ver la cara de Bruce cuando lo toman por la
mamá y cuando quiere hacer desaparecer a los pequeños, pero su ternura se lo
impide es genial.
Muy graciosas las escenas en la que los gansos
imitan los andares del oso, pintan en casa, se visten de invierno, de piloto
para ser lanzados al cielo o van de mochileros camino del mar. No defraudará ninguna
de sus páginas.
Ryan T. Higgins ha creado una tierna historia, nada
sensiblera, que gustará a cualquiera que se atreva a abrir las páginas de este álbum.
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