El caso del martillo blanco
Jordi Sierra i Fabra
Colección Las tres edades, serie negra
272 págs., 145x215 mm.
ISBN 978-84-15723-02-8
Por José R. Cortés Criado.
Se trata de la cuarta entrega de la joven Berta Mir,
detective a la fuerza, que se ve envuelta en numerosos sucesos mientras intenta
aclarar los casos que le han sido encargados.
La chica se ve obligada a ejercer de detective porque su
padre, el responsable de la agencia está en estado vegetativo después de un
atentado, y alguien ha de mantener a la familia. Es hija única, vive con su
padre y su abuela paterna; su madre vive con su segundo marido.
En esta ocasión Berta recibe dos encargos, uno es conseguir
que dos matones del instituto dejen de
maltratar a un compañero; el otro, localizar a los padres biológicos de
una jovencita de doce años.
Berta sigue su instinto, algunas veces los consejos que su
padre le da, -escribe con un dedo, el único miembro que mueve de su cuerpo,
sobre la mano de su hija-, y sobe todo tiene suerte para encontrar la solución a los problemas que le surgen
durante sus investigaciones.
Es una joven de casi dieciocho años, muy inteligente,
superactiva. Estudia, trabaja, toca en un grupo de rock, compone canciones,
cuida de su padre, mantiene a su familia...y, además, teme quedarse sin trabajo
y no poder atender a su padre.
Sierra i Fabra marca un ritmo a la obra que obliga al lector
a seguir atentamente los acontecimientos sin poder dejar de leer; la trama avanza con suma facilidad e interés.
En este volumen Berta deberá acabar con un caso de acoso escolar
y se ve envuelta en una guerra entre traficantes de drogas sintéticas. Cree
estar ante un caso de abuso de poder de dos matones del barrio y resultó ser un
caso de autolesión de un joven que cree que con su actitud mejorá la situación
familiar; pero, ella, en su intento de buscar la manera de anular a los dos
supuestos acosadores cayó presa de uno de los mayores traficantes de drogas. Lo
asombroso es la manera en la que sale ilesa de todo el embrollo en el que se ve
inmersa, y cómo los malvados se eliminan mutuamente.
El segundo caso que resuelve tiene que ver con el tema d
ellos bebés robados, también logra encontrar los padres biológicos de una joven
que ansía conocer sus orígenes. Hilvanado palabras, nombres y referencias que
cada uno de los entrevistados va dando llega hasta el origen del caso y conoce
los problemas que acarrearon la entrega en adopción de la chica.
En ambos casos, Berta no solo resuelve los problemas, sino
que se involucra más de la cuenta en los asuntos de los demás; es una buena
chica a la que le cuesta trabajo diferenciar el trabajo de sus deseos
personales.
Berta Mir es un caso de chica detective que gusta a los
adolescentes, especialmente a ellas, y es de las pocas protagonistas femeninas
en un mundo donde priman los hombres.
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