Este homenaje no guarda relación con el
contenido de los versos de Cernuda y recrea una noche de fuegos artificiales en
la costa malagueña. Está inspirado en el primer verso de su poema “No
intentemos el amor nunca” de su libro Un Río,
un Amor: “Aquella noche el mar no tuvo sueño”.
Aquella noche el mar no tuvo sueño.
Los niños, tampoco.
Aquella noche el mar se sintió querido.
Viejos, jóvenes y niños chapoteaban entre
las olas.
Risas, saltos, carreras, besos,
caricias…
Toda manifestación de vida
era permitida.
Era la noche mágica.
Solsticio de verano.
Entre suspiros y deseos,
la noche avanzaba.
La oscuridad se adornó
con coloridas luces.
Nubes de estrellas refulgían
en su inmensidad.
La Luna se asomó para ver tal prodigio.
El fulgor, a ráfagas,
que surgía de la orilla,
la eclipsaba.
Aquella noche el mar no tuvo sueño,
los marengos, tampoco.
La culpa fue
de los fuegos artificiales.
Luis Cernuda Bidou o Bidón (Sevilla, 1902 - Ciudad de México, 1963)
fue un destacado poeta, un excelente prosista y crítico literario .
Su obra se
inscribe dentro de una corriente que muchos han calificado de neorromántica. Tiene
un tema central: la soledad, la tristeza, el sufrimiento y la incomprensión. El
poeta se lamenta de lo difícil que le resulta al hombre alcanzar sus sueños.
CORTÉS CRIADO, J.R. (2023). 27 homenajes a la generación del 27, Servicio de Publicaciones, Ciudad Autónoma de Melilla.
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