Esperando el amanecer
Texto
e ilustración:
Fabiola
Anchorena
Editorial
Kalandraka
ISBN: 978-84-1343-178-9
280 x 220 mm, 40 páginas,
Tapa dura, (+ 5 años)
16 €, 2022.
Por José R.
Cortés Criado.
“Ojalá que
no vuelvan a desaparecer el amarillo del sol, el rojo de los guacamayos, el
azul de las mariposas ni el verde de nuestro hogar.” Fabiola Anchorena: Esperando
el amanecer.
Cuenta la
autora que este proyecto nació del miedo, la incertidumbre y la angustia que
sintió en 2019 cuando la Amazonía ardía a causa de uno de los peores incendios
de los últimos años. Es todo un lamento.
La
preocupación por este incendio y los que asolaron Australia, Portugal, España,
Francia, Italia... unido a su afán por defender y apoyar a las comunidades que
protegen los bosques dieron como fruto este estupendo álbum a modo de
contribución para proteger los pulmones de la Tierra.
La historia
comienza en medio de la oscuridad. Los animales andan preocupados porque no
aparece el sol. Se mueven en medio de la negrura. Cada vez son más y de más
familias los que buscan la luz de la mañana. Están desesperados por esta noche
tan larga hasta que empiezan a notar el calor y se alegran.
No era el
amanecer que esperaban. La alegría dura hasta sienten que se queman. Huyen
temerosos y se sosiegan cuando llegan las lluvias y la selva vuelve a recuperar
su verdor, su vida, aunque nada es igual a lo anterior. Todo y todos han
cambiado.
El sencillo
y escueto texto es básico en el relato, pero sin las ilustraciones se quedaría
falto de significado. Sin ninguna duda, los dibujos reflejan el sentir de los
habitantes de la selva. Sus miradas, sus movimientos y sus sorpresas son muy
explícitas.
Las
primeras guardas refleja unas palmeras en tonos marrones, verdosos y rojizos
sobre fondo negro. Las siguientes páginas nos muestran algo más de color con la
presencia de algún animal y algunos brotes verdosos, siempre sobre fondo
totalmente negro.
Cuando
aparece la luz no es el amarillo del Sol, es el naranja del fuego. Las siluetas
de los animales y plantas salpicados de pavesas sobre fondo anaranjado marcan
el cambio sufrido en el entorno.
Vuelve la
oscuridad que se altera con la presencia de las gotas de lluvia y la luz de la
mañana que da paso al renacer de la selva con su rico colorido que nos alegra
la vista y la vida. Las últimas guardas son un canto a la vida a través de
manchas de colores y siluetas de árboles.
Las dos
últimas páginas recogen una declaración de intenciones de la autora respecto a
la conservación de la Naturaleza y los motivos que la llevaron a crear esta
magnífica historia visual.
Es uno de los álbumes ilustrados más bonitos que he visto este año. Sin duda grandes y pequeños quedaran embobados ante tanta belleza; por ello recibió el XV Premio Internacional Ciudad de Compostela para Álbumes Ilustrados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario