Hospital para monstruos
Texto e Ilustración:
John Kelly
Editorial Anaya
ISBN: 978-84-698-8585-7
140 x 210 mm, 192 páginas
12 €, (+ 8 años) 2021.
Por José R. Cortés Criado.
“Era mi primer día de vacaciones y mi padre
me había dicho que tenía que hacer algo
para distraerme, como apuntarme a un club
de limpieza de las calles, ofrecerme
voluntario para peinar la barba a las señoras
mayores o incluso —música de terror—
buscarme un trabajo”. John Kelly:
Hospital para monstruos.
Ozzy es un chaval que tiene unos padres algo raro, comen
muchas verduras, viajan de camping y quieren que se busque algo que hacer
durante las vacaciones de verano y nada más salir de casa se le platea la
ocasión de ayudar a un paseante, cosa que sus padres le han inculcado.
Todo esto es normal, lo que no es normal es que se le cayese
un brazo a un señor por la calle y que cuando se lo devolvió y fue a saludarlo,
se quedase con el otro brazo, también. El susodicho, el señor Morty Mort, iba al
hospital para que le diesen un repaso y, ahora, le pide ayuda para que le transporte
sus extremidades.
El joven desconoce la existencia de ese hospital, que
curiosamente está en la calle Lovecraft. Es un edificio en estado ruinoso con
una recepcionista con multitud de brazos y un carácter muy especial; aunque más
curiosa es la doctora Annie von Sichertall VIIl, cirujana de monstruos colegiada
en todas las especialidades.
Fue tan eficiente el joven en la consulta, ayudando al
señor Morty y cazando a las sanguijuelas de bilis que se habían escapado de sus
botes, que lo nombró su ayudante. Él pensó que eso sería lo que les gustaría a
sus padres y accedió a acompañar a la doctora de monstruos.
Imaginaos cuáles serán sus clientes: un señor al que se le
desprende la cabeza cuando da un cabezazo al balón, la niña que tiene la cabeza
colocada al revés, un ser enorme que no para de lanzar enormes mocos por su
nariz, una dragona con problemas de combustión, un yeti con dolor de pies…, en
fin, muchos monstruos conocidos o medio monstruos y algunos seres normales que
sufren algo especial, como ser mordidos por un araña radiactiva o una medusa
mutante y se transforman en “cosas”.
Sin duda una horripilante historia llena de sorpresas y
humor. Por un lado, la doctora que dice controlar todo, aunque no sea muy
cierto y Ozzy que realiza cosas que cualquiera no estaría dispuesto a hacer.
Llama la atención la variada tipografía y tamaño de las
letras, que le dan animación al texto y sirven como exclamaciones que nos
indican el grado de interés o terror de determinadas palabras.
Junto al texto muchas ilustraciones en blanco y negro que
nos ayudan a comprender determinadas escenas y añaden mucha información adicional
con pequeños dibujos que se mezclan con las palabras.
Seguro que este primer volumen de la nueva serie de monstruos
hilarantes hará pasar un buen rato a los valientes lectores que se atrevan a
abrir su portada.
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