El lobo de arena
Texto: Asa Lind
Ilustración: María Elina
Editorial Kalanmdraka
ISBN: 978-84-8464-478-1
150 x 235 mm, 112 páginas
15 €, (+ 8 años) 2020.
Por José R. Cortés Criado.
“Cerró los ojos y pensó en la pequeña tatarabuela
Brita y en la vieja tataranieta Zackarina, y en un collar de perlas con las
perlas más bellas, un collar que no tenía fin.” Asa Lind: El lobo de arena.
Zackarina es una niña sueca que vive con sus padres en
una casita cerca del mar. Ella trabaja fuera de casa; él, en la vivienda. Ambos
están muy ocupados, que si atender las tareas del hogar, que si comer, que si
trabajar, que si leer el periódico…, así que la niña decidió bajar hasta la
playa, ante padres tan aburridos.
La primera vez que bajó sola se puso a cavar un hoyo
profundo, pensó que sería una buena trampa para su padre, si es que se
decidiese a llegar hasta la orilla. Su padre no apareció, pero en el fondo del
agujero vio un hocico largo, unos colmillos…hasta que dedujo que estaba ante un
animal extraño.
Era un lobo de arena, un animal bien extraño, siempre
estaba en la playa, bien en la arena, sobre una roca o en el agua. Zackarina lo
veía cada día cuando llegaba a la playa. Se hicieron muy amigos, a pesar de que
el primer día el lobo pensó que la niña era un ser muy extraño, ya que no tenía
plumas como las gallinas.
La vida familiar sigue su rutina. Los padres no hacen
más que trabajar y trabajar. La pequeña se aburre sola sin que los mayores estén
encima de ella y la ignoren, menos mal que tiene a su nuevo amigo, con el que
departe de todo tipo de temas y, siempre, llegan a conclusiones satisfactorias.
Asa Lind nos muestra una niña sensible, independiente
y muy inteligente, que sabe disfrutar de las cosas sencillas e inventa
situaciones para que los días le sean más llevaderos. Zackarina dialoga con
ella misma de todo cuanto la rodea en la playa. Su curiosidad no tiene límites,
ya sea imaginado un almuerzo con el lobo y un angelito; hablando con sus padres
sobre la vida que ellos llevaban antes de que naciera la pequeña…
Su visión abarca desde lo más insignificante hasta lo
más extenso del universo, ya sea inventando nombres para las cosas cotidianas, sintiéndose
mal porque el padre no quiere que le ayude en las tareas de la cocina,
insistiendo en que le compren helado, imaginando la invitación del lobo de
arena para merendar… o mostrando las contradicciones de los adultos para con
los pequeños.
Palabra tras palabras la protagonista nos brinda su
felicidad, esa que está en la playa, junto al lobo de arena, que la entiende y
habla el mismo lenguaje que ella. Ambos disfrutan del amor por la naturaleza,
de emociones verdaderas y de honestidad.
Muy bonita historia que nos trae una niña
independiente, que busca ser ella misma, al margen de las vidas de sus padres y
de las normas que imponen los adultos, tan alejadas de su realidad, un
imaginario infantil que la hace libre y única.
El texto, con muy buena presentación, con pastas duras,
viene acompañados de unas etéreas y envolventes ilustraciones de María Elina
que amplifican los sueños y los anhelos de la joven protagonista.
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