Non stop
Texto e ilustración:
Tomi Ungerer
Editorial Kalandraka
ISBN: 978-84-8464-142-1
300 x 210 mm, 56 páginas
18 €, (6 años) 2019.
Por José R. Cortés Criado.
“El puente conducía a un
laberinto, pero la sombra sabía el camino. Y los guio hasta la salida. ¡Justa a
tiempo!” Tomi Ungerer: Non stop.
Vaco es un chico que vaga
por una ciudad deshabitada, arruinada, desolada…, todos sus habitantes se han
marchado a la Luna. La vida en la Tierra es imposible con tantas guerras,
contaminación y destrucción, así que el jovencito anda solo, perdido y sin
rumbo.
Las casas estaban vacías y
las ciudades, las flores se habían marchitado, los pájaros se habían ido, las
ratas también…el futuro que le aguarda a este joven es desolador.
En ese mundo decrépito donde
las especies se extinguieron, Vasco vaga solo siguiendo a su propia sombra, y en
un momento dado, la sombra le indica por qué calle debe girar, salvándolo de un
accidente que le hubiese costado la existencia. Siguió deambulando y ante cada
encrucijada la sombra lo orienta justo en el momento en que algo puede hacerle
perder su vida .
En su recorrido recibe una
carta que sin saber cómo hace llegar a su destinataria, que le deja a cargo de
su bebé y la sombra siguió orientando a ambos en aquel caos de destrucción y
desolación hasta que llegaron a su destino.
Las escenas dibujadas y los breves
textos que los acompañan son muy surrealistas, a caballo entre el sueño y el
delirio, pero todas de una gran realismo cargado de crítica a esta sociedad que
camina hacia su destrucción.
Esas ciudades que se
derriten, esos trenes que viajan por la oscuridad, esos desiertos, ese tsunami
y esos automóviles abandonados muestran un paisaje aterrador por la dureza de
lo que representan.
Las ilustraciones son
sencillas, con colores planos y rotundos, más cerca del grafismo, donde predominan
los colores fríos y el negro, como símbolo de la destrucción, hasta la última ilustración
que refleja algo de esperanza por lo que representa y el poco color vivo que la
adorna.
Reflexiva metáfora del futuro
que nos aguarda, dedicada a sus nietos y a su hermano, que en cierto modo fue
la sombra que a él orientó tras el fallecimiento de su padre; que acaba con
hilo de esperanza, porque como dice el título, no hay vuelta atrás, no hay que
descansar en la construcción de un mundo mejor.
Impresionante obra por su
sencillez y rotundidad en su contenido.
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