Desde el otro lado
Carmela Trujillo
ISBN 978-84-947540-6-7
248 páginas, jóvenes,
adultos
15 €, 2019.
Por José R. Cortés Criado.
"Cuando mueres, solo quedan los recuerdos que has dejado en la vida de los demás." Carmela Trujillo: Desde el otro lado.
Carmela Trujillo sabe llevar al lector a un mundo entre la realidad y el deseo, entre una vida y otra, entre la vida y la muerte de forma sencilla, placentera, onírica, reflexiva, irónica, pero siempre vital y esperanzadora.
Todo comienza una noche de lluvia, en la que la protagonista, Blanca de los Ríos, sufre un accidente mortal que la transporta a un lugar de paso a otra dimensión.
No sabe qué hace allí ni cuánto tiempo ha de permanecer en ese lugar, pero aprende rápido y empieza a comprender su nuevo estado gracias a sus novedosos conocidos y a los espejos de los aseos.
Su nueva vida transcurre entre unos apartamentos, unos restaurantes y una comisaría; dependiendo del lugar sus vivencias cambian y los espejos le permiten ver cómo transcurre la vida de las personas amadas a este otro lado, en esa vida que dejó y así sabe cómo continúan sus existencias terrenales.
El vínculo especial que la unía a su madre sigue teniendo una fuerza enorme y ese enganche le permite a ambas notar sus respectivas presencias y afrontar sus vidas con mucha paz.
Es asombroso cómo la fallecida nos habla con suma naturalidad de su paso por la vida terrenal y va repasando sus vivencias, ya sea para rememorar sus amores y desamores, con sus momentos dulces, chascos inesperados y vuelta a empezar.
Capítulo aparte merecen las amigas, desde esa perspectiva que da la distancia y el tiempo. Ahora las conoce mejor y sabe qué pensaban de ella y el porqué de ciertos acontecimientos, como el hecho llevado a cabo por su amiga más íntima, Anabel.
"Cuando mueres, solo quedan los recuerdos que has dejado en la vida de los demás." Carmela Trujillo: Desde el otro lado.
Carmela Trujillo sabe llevar al lector a un mundo entre la realidad y el deseo, entre una vida y otra, entre la vida y la muerte de forma sencilla, placentera, onírica, reflexiva, irónica, pero siempre vital y esperanzadora.
Todo comienza una noche de lluvia, en la que la protagonista, Blanca de los Ríos, sufre un accidente mortal que la transporta a un lugar de paso a otra dimensión.
No sabe qué hace allí ni cuánto tiempo ha de permanecer en ese lugar, pero aprende rápido y empieza a comprender su nuevo estado gracias a sus novedosos conocidos y a los espejos de los aseos.
Su nueva vida transcurre entre unos apartamentos, unos restaurantes y una comisaría; dependiendo del lugar sus vivencias cambian y los espejos le permiten ver cómo transcurre la vida de las personas amadas a este otro lado, en esa vida que dejó y así sabe cómo continúan sus existencias terrenales.
El vínculo especial que la unía a su madre sigue teniendo una fuerza enorme y ese enganche le permite a ambas notar sus respectivas presencias y afrontar sus vidas con mucha paz.
Es asombroso cómo la fallecida nos habla con suma naturalidad de su paso por la vida terrenal y va repasando sus vivencias, ya sea para rememorar sus amores y desamores, con sus momentos dulces, chascos inesperados y vuelta a empezar.
Capítulo aparte merecen las amigas, desde esa perspectiva que da la distancia y el tiempo. Ahora las conoce mejor y sabe qué pensaban de ella y el porqué de ciertos acontecimientos, como el hecho llevado a cabo por su amiga más íntima, Anabel.
Y más especiales son los diálogos
con las personas que se encuentra en ese lugar de espera hasta que llega el
desenlace, una carambola que nos deja buen sabor de boca y nos indica que la
vida tiene sus buenos y malos momentos que compensan nuestras acciones.
También destacan las dos
carpetas que abre la finada, una roja y otra azul. La primera recoge opiniones,
recuerdos y pensamientos que le producen dolor; la azul es para anotar todos
los que son dulces, tiernos y amorosos.
La autora sabe mezclar recuerdos,
retazos de la memoria con la noche y la lluvia, unas constantes que acompañan
los pensamientos de la protagonista hasta llegar a analizar su alma de forma
placentera.
La lectura de esta novela
es muy amena, de vez en cuando saltan chispas de humor que te hacen sonreír, otras
de solidaridad que te emocionan, otras de ironía mordaz que te hace reflexionar,
otras de casualidades que salpican cualquier vida, y todas, tienen algo en
común, no te dejan indiferentes.
Sin duda una novela para
recomendar a los buenos lectores, ya sean jóvenes maduros o adultos.
Si quieres conocer otros libros de Carmela Trujillo pincha aquí.
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