Iqbal Masih, lágrimas, sorpresas y coraje...
Miguel Griot
288 páginas
(+ 12 años)
(+ 12 años)
Por José R. Cortés Criado.
Miguel
Griot nos presenta un libro dedicado a Iqbal Masih, mártir de la esclavitud
infantil, desde una perspectiva original. No se trata de una biografía ni un
relato con su planteamiento, nudo y desenlace; este libro está estructurado
como si de un informativo se tratase, donde cada uno de los personajes expondrá
su opinión sobre el protagonista sin más.
El
lector es el destinatario de cada una de las opiniones y deberá ir formando en
su mente el relato que configura la vida de este joven, distinto a sus amigos,
que se preguntaba por qué le había tocado esa existencia y no otra.
Página
a página nos vamos haciendo una idea de su forma de pensar, de su aspecto
físico, conoceremos sus gustos, su forma de ver la vida, de enfrentarse a los problemas y, sobre todo, conoceremos
sus ansias por ser libre y aprender de todo y de todos.
Es
un acierto del autor no mostrar sus ideas directamente y darles la voz a sus
amigos, familiares y numerosas personas que conocieron a tan singular
personaje. El lector se siente receptor directo de las intervenciones de cada
uno de ellos, consiguiendo involucrarse más en la trama.
Si quieres saber más sobre el protagonista, sigue leyendo.
Iqbal Masih hoy es el símbolo de la lucha contra la
esclavitud infantil en el mundo.
Era un niño
pakistaní que a la edad de cuatro años fue cedido por su padre a un fabricante
de alfombras a cambio de un préstamo de 600 rupias (hoy unos cinco euros y
medio) que pidió para celebrar la boda de su hijo mayor.
Trabajaba doce
horas al día los siete días de la semana en condiciones de esclavitud, como se
escapó en más de una ocasión cambió de dueño, fue azotado, atado al telar…,
hasta que un día se fugó para escuchar una charla del sindicato Bhatta
Mazdoor Mahaz (Frente de los trabajadores de ladrillos) y consiguió
ayuda de esta institución para librarse de su deuda eterna, pues los intereses
la hacían aumentar y él solo cobraba una rupia por jornada trabajada.
Desde entonces se convirtió en un activista en pro de la infancia y
denunció ante todo el mundo las condiciones laborales de sus congéneres;
llegando a ser el símbolo de millones de niños del mundo que sufren actualmente
una situación similar; un niño de doce años con aspecto físico de uno de seis
debido a las carencias padecidas, se enfrentó a los dueños de los telares de
todo Pakistán.
Después de viajar por Suecia y Estados Unidos denunciando la injusticia
padecida y pedir ayuda para todos aquellos que aún la padecían, el 16 de abril
de 1995 fue abatido a tiros en Lahore, su pueblo natal, nunca se detuvo al
asesino pero todo apunta a que fue orquestado por alguna empresa que Iqbal y el
sindicato estaban investigando.
Desde el año 1998, el 16 de abril se celebra como Día Mundial contra la
Esclavitud Infantil.
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