La cocinera del rey
Texto: Soledad Felloza
Ilustraciones: Sandra de la Prada
OQO. Clección O
36 págs., cartoné, 25x23 cm.
ISBN 978-84-9871-502-6
Por José R. Cortés Criado.
Un rey tenía una enorme pena, tan grande que no lo dejaba
pensar. Las cosas iban mal en palacio y en el reino, andaba solo, no hablaba,
no reía y nadie sabía qué le pasaba.
Pero los sabios del lugar dieron con la receta:
“Para una cura segura, aquí está la solución:
pasear tranquilamente le despejará la mente;
ejercicio cada día le dará más alegría;
y que cambie ya de dieta: ¡esa es la mejor receta!”
Por eso convocaron a todos los cocineros del mundo, pero
entre ellos acudió una niña, Mencía, que tenía anotadas las recetas de su
abuela y cada vez que cocinaba a todos encantaba. Preparó su menú y cuando el
rey lo probó la nombró cocinera mayor del reino.
Su menú fue elaborado con frutos de la estación del año,
aderezados con productos naturales de uso diario, sin toques exóticos ni
extrañas combinaciones, pero sí tenía sus gotitas de ilusión, cariño y alegría,
todo guisado a fuego lento.
Con esta historia, la uruguaya Soledad Felloza nos muestra
la importancia de las vivencias infantiles, de los recuerdos, de saber
disfrutar de las cosas sencillas, de la importancia del interés que ponemos en
hacer las cosas y nos adentra en la cocina tradicional, cercana y simple que
con tanto mimo han elaborado madres y abuelas a lo largo de los tiempos.
La ilustradora, Sandra de la Prada , ha creado unas
sencillas imágenes, luminosas, coloristas que reproducen muy bien el
pensamiento de la escritora, nos muestra una gama de colores naturales que le
dan frescura al relato.
Mencía, la niña pelirroja, la protagonista, a pesar de su
pequeño tamaño destaca por el color rojizo de su pelo y el fucsia de su ropa;
el resto de los personajes que la acompañan están muy bien caracterizados; hasta
se pueden distinguir los países de origen da cada uno de los aspirantes a
cocinero del rey.
Sandra de la
Prada ha introducido en el relato algunos animales, que
aunque no se citen en el texto, acompañan a la pequeña e incluso tienen la
fuerza suficiente como para formar parte del relato, tal es el caso de los dos
gatos azules.
Un bello álbum ilustrado que nos retrotrae a la comida
tradicional de la mano de las emociones y de los recuerdos. Tiene una
estructura similar a los cuentos de tradición oral, la escritora utiliza la
prosa para la narración y las palabras rimadas para los diálogos.
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